Archivo del Autor: Guillermo Gabriel Valera Moreno

Algunos derroteros para el 2012 en torno a política e Iglesia

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El siguiente artículo se motiva de algunas preguntas planteadas para una reunión sobre los temas en mención. Son opiniones inspiradas en los entornos diversos que comparto, especialmente, mi vínculo con las CVX y la Mesa de Movimientos Laicales.

Política
I. Sobre el contexto político actual: ¿cambios importantes que he notado?

º Con el triunfo de Susana V. en la Alcaldía de Lima (noviembre 2010) y Ollanta Humala en el Gobierno Nacional (junio 2011) el péndulo político peruano viró hacia la izquierda, a pesar de que los sectores más conservadores del país se han resistido a aceptarlo y buscaron impedirlo por diversos medios.
º Aunque no es único ni determinante, se reitera el fuerte peso de los medios de comunicación para incidir en la opinión pública y, a veces, torcer la voluntad que se expresa en las ánforas. Prácticamente hoy asistimos a una realidad en la que los grupos económicos de poder han encasillado al Gobierno de Humala en una lógica de mantener el “statu quo” económico como condición de viabilidad del mismo. Con Susana V. simplemente se ha buscado sacarla del camino, quizás por haberse sobrexpuesto en ciertos casos a los medios de comunicación y la venganza jurada de Castañeda Lossio (quien se juega el ir a la cárcel por anomalías serias en su gestión municipal anterior).
º Distanciamiento de la izquierda respecto del gobierno de Humala, aunque sin llegar a una total ruptura. Problema central con el Primer Ministro, de simpatías Fujimoristas. Será todo un desafío el saber establecer una convivencia y buena vecindad, además de ganar capacidad de gestión en el Estado.
º Brújula programática del gobierno poco clara, la cual puede terminar encallando en puertos oportunistas de diverso tipo o tentaciones populistas con el afán de durar y gustar a la población.

II. ¿Cómo nos ubicamos (o debiéramos) en relación a los cambios mencionados?

º Con mesura y reflexividad de lo que puede ser lo más adecuado y necesario de encaminar como opciones.
º Viendo formas de vínculo entre lo que hago desde mi actividad laboral, mi condición ciudadana y los procesos que se vienen abriendo en Lima y el país.
º Procesando lo que podría ser lo más conveniente para una posible reagrupación de la izquierda, sabiendo que ello sólo podrá ser fruto de una confluencia adecuada de los nuevos movimientos sociales, los sectores juveniles que puedan generar voz pública, los representantes políticos que tienen alguna representación en el Estado, las iniciativas partidarias y de sociedad civil que tengan alguna referencialidad, y las diversas iniciativas que puedan expresarse en las redes sociales de internet.

III. ¿Qué problemas nuevos estamos afrontando?

Quizás no son estrictamente “nuevos”, pero vemos cuestiones claves a atender y que se pueden resumir en:
(a) Voluntad popular y temas de justicia social versus “lobbismo” y grupos de interés.
(b) Partidos políticos (y ausencia de un sistema de Partidos) versus el gran poder de los medios de comunicación social.
(c) Ejercicio ciudadano versus paternalismo estatal en el nuevo contexto de crisis y declive del llamado “neoliberalismo” (o mejor llamado conservadurismo de mercado).
(d) Divorcio de las nuevas tecnologías y del llamado boom de la globalización respecto a sectores importantes de la población, las cuales terminan arrastradas al vaivén de lo que las primeras traen.

IV. ¿Qué retos quedan planteados?

º Entablar una adecuada comunicación entre lo que se hace como cuestiones positivas desde las diversas instancias del Estado (o de la sociedad civil) y la población.

º Consolidar mínimos de espacios de diálogo y mecanismos de concertación para la resolución de conflictos, tomar decisiones claves sobre el uso de los fondos públicos y sobre temas claves que pueden afectar a sectores diversos.

º La renovación de la política, en tanto construcción creativa y cotidiana de valores como el servicio, la solidaridad, la verdad, el trabajo efectivo por el bien común, entre otros. Renovación de liderazgos y formas de hacer política a todo nivel. Consistencia en las organizaciones políticas que se encaminen, institucionales y no sólo descansen en los caudillos de turno.

º Cómo hacer efectiva una propuesta programática concertada y con sentido de país integrado, recogiendo horizontes de crecimiento con inclusión social que vaya más allá de una lógica asistencial.

º Cómo se hace para poner el hombro, de modo especial, en los temas de educación y salud, en términos de mejora de su calidad y atención especial de grupos vulnerables.

Iglesia
V. La Iglesia local y los principales problemas que se enfrentan.

º Debilidad de una iglesia progresista con identidad propia y, dentro de ella, la de una presencia laical más visible y sólida.
º Cómo sintonizar las llamadas experiencias de “Iglesia liberadora” con las nuevas generaciones. Ello se puede emparentar a problemas similares como los que se plantean en torno a las vocaciones religiosas en la Iglesia y, más en general, a la cuestión de cómo se logra hacer “atractivo” y coherente el cristianismo entre la gente (especialmente los jóvenes).
º La formación en la política, en tanto vínculo de valores con la vida cotidiana; vínculo de fe y vida; vínculo de la construcción del reino de Dios con el bien común y la justicia, etc.
º Se arrastra expresiones orgánicas y estructuras que son caducas y requieren de ser renovadas a todo nivel. Tiene que haber formas más creativas de expresar nuestro ser iglesia. Por ejemplo, ¿son adecuadas la existencia de distintas formas organizativas y de comunidades? ¿No se debiera tender a recrear lo que existió bajo una lógica anterior a Vaticano II y lo que vino después? ¿Tiene sentido la existencia de tantas congregaciones religiosas o debiera pensarse en fusiones entre ellas y recrear el sentido de su existencia y presencia en la Iglesia?

VI. ¿Cuáles son las oportunidades que se han aprovechado?

º Aprender a trabajar más desde el testimonio cotidiano y, desde allí, buscar establecer un mejor sentido de vínculo fe y vida.
º Aprender de los demás en lo que nos pueden aportar. Por ejemplo, la profundización de la vida espiritual y de oración, como cuestión clave para todo lo que se hace y como factor fundamental de procesos de crecimiento.
º Mantener espacios más amplios de intercambio y discernimiento, como factor que han ayudado a inspirar mejor lo que vemos como posibilidades y lo concreto que uno hace (ejemplo, el caso de la Mesa de Movimientos Laicales).
º Aprender a perseverar en condiciones adversas y saber caminar en situaciones de desolación o caminos de desierto. Confiando siempre en la presencia del Señor.

VII. ¿Qué retos quedan por delante?

º Saber transparentar el sentido de una opción preferencial por los débiles y pobres de nuestra sociedad en toda circunstancia y con su efectivo sentido evangélico, más allá de las buenas o limitadas circunstancias en las que nos tengamos que mover.
º Saber estar abiertos al mundo en sus nuevas complejidades tecnológicas, comunicativas, generacionales, interculturales, interreligiosas, entre otros.
º Una particular labor con los jóvenes, adolescentes y niños sobre cómo están aconteciendo los cambios y su reflejo en la tarea educativa, familiar, uso de medios de comunicación y ejercicio ciudadano.
º El profundizar en la oración y el discernimiento en tiempos actuales y como factor ordenador del sentido de vida que nos podamos dar en todo campo, mejor aún si ello se plantea desde una vivencia comunitaria plural y diversa.

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La primera semana de un perucho en Cincinnati

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El siguiente es un relato de Paco Ibañez, compañero y amigo de trabajo, quien ha viajado a los “iunaites” por unos meses… Muy agradable e interesante sus primeras impresiones, en su primera semana por gringolandia. Va a continuación.

Hola a todas y todos (tema de género) or Hello everybody!!

Espero que se encuentren bien y disfrutando del veranito peruano que se nos regala en estos meses (!!).

Después de una semanita intensa y ya un poco más relajado de los distintos acontecimientos que me ha tocado vivir la semana que pasó, más tranqui les cuento sobre las aventuras en tierras gringas.

Me logre embarcar a los Yunaited Esteit. Al salir de Lima la despedida fue muy complicada, creo que no querían que me fuera, y junto conmigo otros 800 pasajeros de las distintas líneas aéreas, ya que el sistema se fue y ya vieran… no había como pasar el control policial. No había nadie que dé solución a este problema. Pero como saben, ante estas situaciones la imaginación de los peruanos salió a relucir y no vieran como, esa es otra historia.

Después de unas largas horas de vuelo, así como pasar estrictos controles de inmigración de la policía norteamericana, llegue a mi parada final: Cincinnati, Ohio. Al pasar el último control, al salir del aeropuerto, me topé con mi primera conversación en inglés, ya que mi mochila fue retenida y una señora morena de casi 2m y 100 kilos me dijo en tono alto: ¿qué tiene allí? Yo no sabía a qué se refería, hasta que me di cuenta que mi llavero en forma de TUMI les había puesto nerviosos. Me pidieron mi pasaporte y me dijeron: where are you from?

Y otro me miro y dijo: ahh es de Peru, bienvenido a los Estados Unidos!! Buf prueba pasada.

Bueno, saliendo del control y por el pasillo, estaba parado un Sr. con cara de amable, me miro y me dijo Hello, Are you Páccou? (a partir de ahora ya no soy Paco sino Páccou) Era el Padre Bill, superior de la Comunidad Jesuita de Xavier University, que muy amablemente me fue a recoger y me llevo a la casa donde viviré en estos meses. De camino a casa él me comenzó a hablar en algo que pensé que no era inglés, porque no le entendía ni pio. Ese momento dije, cuando vuelva a Perú voy a pedir a los que me dieron clases que me devuelvan mi plata porque no entiendo nada lo que me dice Bill. Tal como me habían advertido algunos, Cincinnati es un lugar particular para aprender inglés, ya que aquí se mantiene un cierto acento inglés (puro), ya que en otras partes se ha ido adaptando a la migración de la gente que viene de todas partes del mundo a buscar el sueño americano. En ese momento me sentía como Machin en el comercial marca Perú intentando hablar en inglés y convencer al policía de comer un picarón. Al llegar a casa había un letrero grande que decía Welcome Pacho Ivanes! (que distinto se lee de Paco Ibañez). La linda Laura (asistenta de la comunidad y de Bill) lo había escrito como lo escucho.

Una vez instalado en mi habitación, que parece un minidepa, empecé mi visita a la universidad. Bill comenzó a enseñarme la ciudad universitaria, que para ellos es una universidad pequeña. Cómo serán las grandes. Por la tarde noche la comunidad me invito a participar en la celebración eucarística, así que tuve mi primera misa en inglés, estaba más perdido, pero bueno? Al salir quise irme a mi habitación, pero teníamos un dinner comunitario para que me conozcan todos los padrecitos.

Allí todos se presentaron muy amablemente, todos sabían mi nombre y me decían el suyo, lo decían tan rápido que me costaba entenderles y me quede con las más fáciles (Roberto, Richard, John,…? del resto, tarea de aprendérmelos en estos meses). Llego la hora de presentarme, ya imaginaran como estaba nervioso, ya que la pronunciación de ellos era totalmente distinta a la que yo manejaba o aprendí. Asi que lo mejor fue darle a la comunidad lo que les había llevado (pisco y chocotejas) buffff de la que me salve ya que todos se distrajeron en probar lo que lleve. Tercera prueba pasada.

Al dia siguiente, me levante temprano para ir a mi primer encuentro con la gente de clase. Ese día nos recibieron, hicimos un tour y nos explicaron sobre las ventajas de la Uni. Luego a pasar controles médicos y el primer pinchazo ouchhhh. Por la tarde, ya muy cansaditos y con la mente confundida nos llevaron a un salón enorme, donde nos esperaban unas gringas mayores. Allí nos encerraron para evaluarnos con el sistema TEOFL, pucha yo casi no había repasado y no había preparado el plaje, ejemm digo las notas, bueno a lo hecho pecho? Al día siguiente por la mañana fuimos todos a recibir nuestros resultados para que nos ubicaran en nuestras aulas y niveles y bueno, era de esperarme, los resultados no fueron los mejores que digamos. La uni tiene 3 niveles (inicio, intermedio, avanzado), y uno para los que se quieren dedicar al periodismo o redactores de texto?

Pues para sorpresa mia y por recomendación de la profesora (una gringa guapa que habla unn pouquitoo de español) me dijo que debía de empezar en el nivel 1 y que viendo mis notas y avances me reubicarían? Chezzz dije yo, pero caballero nomas? Pues a comprarme los libros y a prepararme para empezar con mis clases y compañeros (chinos, koreanos, árabes, africanos, etc, latinos little)?. Mi primea clase, estaba con un grupo de árabes, en la uni hay un montón, no sé si porque tienen plata, que no lo dudo, o por un tema de buscar lo mejor, en fin. Lo único que recuerdo es que todos se llaman Majamet jeee? y las chicas vienen con su burka (velo que les tapa todoooo, absolutamente todo).

Con el transcurrir de los días he ido afinando mi sentido del oído, eso ha hecho que los profes me hayan promovido al nivel 2 yeee, buffff? pero ahora tengo que cambiar libros, es una vaina, pero bueno yo solo sigo instrucciones.

Aquí en la comunidad a todos les gusta el baloncesto, canasta a mi favor jeee. Gracias a ello he sido invitado por los padrecitos a ver el primer juego de la temporada 2012. Esto era todo un acontecimiento, puesto la uni tiene su equipo. Fuimos en mancha, ya que ese día el padre presidente invitaba a cenar. Una cena espectacular, todos muy formalitos. Yo pensaba que aquí solo comían hot dogs y bebían cerveza, pues no señores, en esta parte de USA son muy tradicionalistas en lo familiar, las celebraciones, etc. Una vez comidos y bien bebidos hipp, nos fuimos a presenciar el juego. Un campo espectacular (Cintas Center) con todos las comodidades, para 10 mil personas, con banda, animadoras, barra, etc. Pero antes, como me lo intuía el himno de USA.

La gente se para, se saca el sombrero y empiezan a cantar. Ahora sí, inicia el juego y a rezar para que gane el equipo sino la próxima no me llevan por salado. Gano la uni y todos dijeron el peruano es un lucky boy!!! Así que me gane mi entrada para el próximo partido jejeje.

El domingo, me levante temprano y me prepare para ir a misa en la parroquia que tienen los jesuitas. Sabía que no iba a entender ni pio, pero dije: vaaa qué más da, total, van a ir 4 o 5 gatos y encima tías mayores que ni me escucharan lo que diga? Una vez más me comí mis palabras? Al llegar a misa vi cómo la gente (niños, jóvenes, adultos y ancianos) en mancha, se apresuraban a llegar. La iglesia estaba llena, el coro listo y los participantes atentos para iniciar. De verdad me gusto la celebración, ya que la gente iba con sus hijos, rezaban, cantaban, los niños llevaban las ofrendas. De verdad, esto fue muy simbólico, me recordaba a las misas de mi agucho querido, con el chiqui, taiti (que en paz descanse)? y el resto de parroquianos. Al finalizar la misa, la comunidad de laicos (laimans) solicito la generosa ayuda para las distintas acciones de los jesuitas en el mundo y más de uno metió la mano al bolsillo o saco l tarjeta de crédito, ya que eso lo pueden hacer por aca? En fin, todo una sensación tan agradable para mí, ver gente solidaria, puesto que no pensaba que aun en países como estos, donde la modernidad, el cambio cultural, la globalización, etc.; no ha afectado a este grupo de personas en esta parte de gringolandia, eso de verdad es algo que debería de alegrarnos y dar gracias a Dios porque sentimos que él está presente aquí en USA.

Creo que mi primera lección aprendida, no debo de estereotipar a la gente. A partir de ahora voy a ver a los gringos de otra manera, con más respeto, creo que ellos mismos hacen mal de presentarse al mundo de una forma que no son, pero en fin esa es otra historia.

Bueno, con el trascurrir de los días, las clases, la participación en actividades irán saliendo más cosas que compartir, más cosas que aprender, solo espero que me dé el tiempo para que sea así, y que estos escritos tan largos, serán más reducidos y traducidos al inglés, que es el objetivo de mi venida por aquí?

Un beso y un abrazo a cada uno, bueno uno más para las chicas jeee. Les recuerda el Pakito (Páccouu)

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Lo importante en la vida

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Alguna de las cosas que uno aprende trabajando con los jesuitas son algunas de sus máximas, especialmente cuando ellas nos dicen mucho del trabajo que realizan o en el cual uno está involucrado o llamado a aportar. Por cierto, ellos normalmente hará referencia a asuntos que están recogidos en los ejercicios espirituales de San Ignacio, pequeño gran aporte a la iglesia en su tiempo y muy actual en cada tiempo.

Por ejemplo, “salvar la preposición del prójimo” es un tema que podría no entenderse a primera escucha. Sin embargo hace referencia a la buena fe que debemos tener con las personas, por más desconfianza que ellas nos generen. Se podría decir, no actuar con prejuicios respecto a nadie o confiar siempre en las personas. Lo cual no significa caer en ingenuidades de ningún tipo pero sí, poner por delante a la persona, sin desmerecerla injustificadamente, menos, inmerecidamente.

En las labores que cada uno realiza se puede encontrar diversos y sucesivos motivos para desconfiar rápidamente de alguien. Hasta por la forma que habla o cómo me cae de primera impresión. Y tanto para ello como para razones más complejas (cumplimiento de tareas, procedimientos, funciones y un largo etcétera). Qué importante puede ser confiar en la buena fe de las personas e hilar intereses comunes en base a ello.

En un mundo tan individualista como el que vivimos eso puede parecer innecesario o contraproducente, al punto de pretender que mejor máxima sería “piensa mal y acertarás”. Por cierto, dependerá en qué medio nos movemos, contexto, personas, etc. Al punto que será bueno tener en cuenta un sano equilibrio entre diversos criterios. Pero donde siempre la persona sea lo principal que cuente.

A lo anterior habrá que acompañar el saber “poner los medios adecuados para conseguir el fin que se propone”. De lo contrario siempre se merodeará las buenas intenciones sin ir más allá y alcanzar las metas previstas. Por eso, hay que saber plantearse medios que nos conduzcan al fin, teniendo en cuenta, de otro lado, que “el fin no justifica los medios” pero requerimos de medios adecuados para aproximarnos a éste. En ello, cada caso tendrá que discernirse en su propósito, para establecer lo justo en su contexto. Por ejemplo, quiero saber sobre el tema de “género” pero si no indago o estudio adecuadamente al respecto, difícilmente podré enterarme del mismo y menos podré sustentar una respuesta que se me haga del tema.

“Ser prestos y diligentes en todas nuestras labores”, podría ser una máxima muy bonita para el sector público, donde las cosas tienden a hacerse normalmente burocráticas y los servicios lentos, aunque dependiendo de cada ámbito a su interior (en algunos casos se ha avanzado de manera interesante). Pero, en general, salir de nuestras perezas de todo tipo, para estar atentos a acceder lo que corresponda y proceder sin condiciones, sería algo grande. Más aún, tomando el tiempo y medios necesarios para concretarlo.

Supone actitud, supone disponibilidad, supone confianza, supone libertad… varios elementos para sentirnos que obramos lo que corresponde porque lo que yo deseo hacer corresponde con lo que aspiran quienes me rodean y tengo la felicidad de encaminarlo. Pero la realidad nunca se presenta tan así y, como en todo, supone estar atentos y ejercitarse en ello. Interviene la capacidad de pequeños concertadores que hay en cada uno sobre las diversas pequeñas decisiones que vamos tomando a cada rato en relación con quienes me rodean y, así, tantos elementos sobre los cuales vamos cultivando la manera de tomar en cuenta “al otro”, “al medio”, “al contexto”…

Algo parecido pero más profundo es la máxima de “en todo amar y servir”, lo cual no es otra cosa que reconocer que somos realmente felices cuando amamos y servimos a quienes nos rodean y, extensivamente, a todos/as quienes son como nosotros y son diferentes a nosotros; tiene que ver con lo humano y lo que es diferente a ello; con todo lo que pone en juego la creación de la que somos parte cada uno, sin lugar a dudas.

Sin embargo, nos cuesta amar y servir porque lo que nos gusta sobretodo es que nos amen y nos sirvan, sin tener que dar nada a cambio o que pueda estar en mi capacidad de compra, como cualquier bien de uso o consumo. Y la clave está casi en lo contrario, en saber amar y servir sin esperar nada a cambio. Ello a todo nivel. Nos hace mejores compañeros, nos hace mejores hermanos, nos hace mejores familias o vecinos, nos hace mejores personas.

En la vida se trata de crecer como personas, de madurar como personas y de realizarnos como personas. Lo mencionado resume algunas certidumbres en clave ignaciana. Como creyente no puedo dejar de mencionar una más, aquella de “hacer todo para mayor gloria de Dios”. No porque sea Dios “indispensable” en mi vida. Más bien, porque nada de lo mencionado tiene razón de ser sin Dios, porque es expresión de todo lo nombrado y allí cobra su cabal sentido.

Sin embargo, tampoco significa que no sea válido para los que no accedan (por el motivo que sea) a una creencia en Dios. En el fondo podría confesarles que sentirse identificados con hacer de la vida una “vida buena” y tomando los caminos que cada uno crea a conciencia para ello, nos darán una aproximación a Dios y a las personas, de la cual, más tarde que nunca, se dibujará en la conciencia de cada uno.

A la luz de ello, y seguramente otros varios criterios, cada uno sabrá descubrir lo que es importante para su vida.

Guillermo Valera Moreno
29 de enero de 2012 Sigue leyendo

Impresiones sobre una posible recomposición de las izquierdas

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Todo proceso de recomposición política de la izquierda debiera hacerse sobre la base de referentes que tengan asidero en la política o en el movimiento social. Ese puede ser el intento de coordinar con las cabezas de algunos movimientos sociales, como el habido en Cajamarca (con Gregorio Santos a la cabeza), así como los débiles grupos que aún se mantienen de lo que fue la izquierda histórica y legal en nuestro país. Un nuevo esfuerzo sobre el cual me muestro algo pesimista.

Hablar de la izquierda puede resultar ambiguo, especialmente por la diversidad de programas que puede incluir. Es, por cierto, una bienintencionada acepción, la misma que nos recuerda en el Perú procesos vividos en las décadas del 70 y los 80s, en la cual se llegó a la posibilidad de ser gobierno, pero faltó convicción y amplitud.

Sin embargo, para tiempos actuales, se puede también estar exagerando en el lenguaje. ¿Qué se ganó realmente con el triunfo de Humala? Guardando las distancias, podríamos también preguntarnos ¿qué se ganó con la Municipalidad de Lima, cuando fruto del azar y de un hábil liderazgo coyuntural se salió elegido? Si bien se constató un giro general de la política hacia la izquierda, ¿significa que se dieron triunfos de izquierda posibles de sostener en dicha lógica?

Es difícil pensar que triunfos de liderazgos o agrupaciones débiles identificadas con la izquierda puedan garantizar propuestas demasiado radicales, peor aún, en una lógica anticapitalista. Lo cual no significa necesario el aspirar a propuestas de cambio y a horizontes programáticos de cambio social económico y político. El tema está en cómo construir ese camino hoy, sabiendo que hasta un Gobierno como el que se tuvo de Lula en Brasil se vio obligado a negociar y avanzar muy gradualmente en una serie de propuestas de cambio que incidían en la lucha contra la pobreza pero no iban hacia modelos económicos distintos a los aplicados por otros vecinos.

Por tanto, se puede tomar distancia crítica de un gobierno como el de Humala, quien ha priorizado en la actual coyuntura concesiones al gran capital, especialmente con la gran minería y el binomio Fondo Monetario Internacional (FMI) – Banco Mundial (BM). Ha priorizado la estabilidad de los grupos de poder económico como modo de garantizar la viabilidad de los programas sociales. Se puede tener claro que el señor Humala no es de izquierda (y él mismo lo afirma cuando puede), aunque tampoco de “derechas”, sólo nacionalista, en tanto defensor de los intereses nacionales, del mercado interno, de la diversidad propia que se alberga en tantas cosas… Un nacionalismo vinculado, antes que a un tema de índole étnico – cultural, a un propósito de justicia social.

Por tanto, puede ser buena idea, más que deslindar con el gobierno de Humala, el promover que se retome las propias banderas (llamadas de “izquierda”) desde una opción de centro izquierda. Si se apuesta a un manejo desde la institucionalidad democrática, sería mejor que se consensuara un programa mínimo desde lo que han sido las distintas variantes por las que pasó la evolución político – electoral de Gana Perú, en particular de su líder y la cúpula en la que más confía.

Desde dicho programa, se podría dar consistencia a un sentido de apoyo crítico, orgánico y de compromisos. Desde lo cual se podría dar mejor brújula a la conducción de gobiernos regionales y municipales que se pretenden de “izquierda” y a la participación de sectores tecnocráticos de izquierda que se han mantenido en el gobierno nacional, así como dar luz a nuevos que pudieran incorporarse o proyectarse. El programa tendría que ser un esfuerzo de conjunción de lineamientos entre líderes sociales, juveniles, intelectuales y políticos.

Creo que no sería conveniente el pretender o aspirar a querer cambiar muchas cosas con el actual gobierno; pero si se podría dar curso a sentar bases distintas de un manejo institucional y reglas de juego distinto, teniendo como transfondo la necesaria y pendiente reforma del Estado. Todo ello habría que hacerlo manteniendo una apuesta básica por el Gobierno de Humala.

Guillermo Valera Moreno
22 de enero de 2012 Sigue leyendo

Lo legal, lo legítimo y lo institucional

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Por cierto, que yo sepa, no existe ninguna relación entre Alfredo Crespo (Movadef) y Gastón Mansilla (ciudadano que mató a un delincuente en defensa propia). Sin embargo, ambos –sin conocerse- fueron noticia en los últimos días por razones muy distintas pero vinculadas a temas que tienen que ver con cuestiones neurálgicas al Estado y la ciudadanía.

El señor Alfredo Crespo, dirigente principal del Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), clara fachada de la ilegal e ilegítima agrupación política PCP – Sendero Luminoso. Quien pretende, al ritmo de los gritos de amnistía para el ex presidente Fujimori, conseguir ganarse el equivalente para su líder Abimael Guzmán y compañía, quienes purgan cárcel por una serie de asesinatos, destrucción de propiedad pública y privada, así como otros temas que violentaron el país durante más de dos décadas.

No debe dejar de extrañarnos, pero en ninguno de los dos casos de amnistía hay un pedido de perdón, como una de varias condiciones previas que debieran preceder al proceso. No, sólo hay el reclamo incuestionable de amnistía, como derecho que viniera sólo por tratarse de la persona que se designa, sin más cartel que su propia trayectoria, válida especialmente para quienes se consideran sus seguidores, pero que no diluyen –para nada- los delitos que hubiera podido encerrar.

Sería injusto equiparar a Guzmán con Fujimori y no es nuestra intención principal. Pero valen los paralelismos para efectos de hacernos notar que muchos pretenden ver en el Estado una forma de manejo poco institucional y muy llevado de las presiones y pesos políticos que se puedan lograr a cada paso. Por eso también algunas (o muchas) decisiones se ponen muy en juego de acuerdo a la influencia de los poderes fácticos.

El tema es cómo funciona el Estado y la sociedad para marcar la construcción de un razonable sistema político. Queremos construir una democracia estable, que funcione para todos y consolide el bienestar y la participación de sus ciudadanos en libertad y paz. Dicho sistema político requiere de organizaciones políticas que le den sustento y le ayuden a afirmarse. Sin embargo, dichas organizaciones tienen que cumplir ciertos requisitos formales (firmas, comités, etc.), pero también ciertos compromisos con la democracia del cual hablen sus orígenes y propósitos.

Allí se establece una bifurcación muy definida que a la agrupación Movadef la deja sin piso y que el Estado tiene que saber sustentar, explicar y definir como decisión. No sólo actuar de oficio. Se tiene que saber dar un sustento ideológico debido y marcar un hito hacia toda la sociedad. Porque es potestad del Estado establecer las reglas de juego con las que se participa (o pretende hacerlo) en él y en sus diversas instancias.

En el caso del estudiante (Gastón Mansilla) que mató a un delincuente en defensa propia, estamos ante otro tema de fondo del Estado. ¿Queremos que la gente entienda que la mejor forma de defenderse o de hacer justicia es la de tomarse la misma por propio criterio? Más aún, si se razona que puede ser “más eficaz” y costarle menos recursos al Estado. Peor aún, si ello se conecta a tantos video juegos de niños (jóvenes y grandes) donde uno pasa a creer que es relativamente fácil hacer la de “hombre araña” o tanto héroe individual que si muere (en el juego) tantas veces revive o tiene chance de “volver a empezar” (a lo “Half life” o “Kill zone”).

Lo cierto es que, en el caso que comentamos, así como murió el delincuente pudo morir el ciudadano Mansilla (o ambos) y nadie iba a reparar ninguna de las muertes, salvo las manidas afirmaciones de “queremos que se haga justicia”, sabiendo que pocas veces significa algo para las autoridades “competentes” o existe mucha impotencia de efectivizar su logro.

Para colmo, el joven universitario implicado, Gastón Mansilla, fue recluido en el Penal para Reos Primarios por orden de la jueza Asunción Puma León, coronando una secuencia de situaciones anómalas. Hecho que felizmente se rectificó días después, no sin dejarnos el sabor de ineptitud en nuestra justicia, no muy lejos de lo que muchas veces sucede en el conjunto del Estado por extensión. Peor aún, porque ello se daba en momentos en que, en una zona al norte del país (Santa Rosa, Jaén – Cajamarca), por aparente venganza de delincuentes, eran acribillados policías y civiles en una comisaría.

Suena ridículo decirlo pero ¿puede el Estado brindar seguridad a su propia policía? ¿Es adecuado que la gente tenga que prescindir del Estado para su defensa personal o colectiva? Son temas recurrentes que aparecen a cada paso y no son fáciles de responder. Además, nos tocan a todos y cada uno, Estado y ciudadanos/as. Toca establecer reglas de juego más estrictas y que tomen más en cuenta a los ciudadanos, en todo sentido.

Como vemos, tanto un tema directamente político como la negada legitimidad de la inscripción de un movimiento pretendidamente democrático como Movadef, así como la reacción que puede suscitar la variedad de temas en torno a la seguridad ciudadana y su vínculo a los ciudadanos, nos hablan de la necesidad de un Estado más consistente y que se afirme en su institucionalidad democrática. ¿No nos habla también de la necesidad de una reforma del propio Estado? Es un tema de fondo que debiera volver a discutirse.

Guillermo Valera Moreno
15 de enero de 2012
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Asamblea CVX El Agustino

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Estimados amigos y amigas de CVX El Agustino:

El domingo 8 de enero tenemos muchos motivos buenos para encontrarnos y soñar juntos nuestro quehacer como CVX, de compartir nuestros mejores deseos para el nuevo año 2012 que hemos iniciado y revisar cada uno la propia responsabilidad que le toca (¿o no tengo ninguna?). De cada uno/a depende lo que se puede crecer personalmente y en forma comunitaria y, cada vez, felizmente nos convencemos de que es algo que vale la pena, pero lo tiene que hacer cada uno. Que estamos invitados a un proyecto que potencia todo lo que hacemos cuando ponemos a Jesús al centro, como ese poema que hemos leído varias veces (sobre la comunidad de Jesús).

Aún más, en la Asamblea tenemos la responsabilidad de elegir un nuevo Consejo de Coordinación del Núcleo. ¿En quiénes recaerá dicho privilegio? ¿Lo sabremos asumir como compromiso o sólo será un acto de la inercia que a veces nos atrapa? Tengo mucha fe de que tendremos un nuevo y buen equipo como el que concluye, a quien debemos agradecer mucho su constancia, buena voluntad y amor puesto en los diversos pasos que se han dado con ellos. Sintámonos parte de lo que toca renovar.

Por si fuera poco, tendremos asunción de compromisos temporales de dos integrantes muy destacadas (Néryde y Carmen) y que tienen una enorme significación por la afirmación de un camino (CVX) y la invitación a profundizar en el amor de Jesús y María más allá de las pequeñas o grandes dificultades (integrar fe y vida a todo nivel).

Debemos sentirnos orgullosos de tener espacios como la asamblea de mañana domingo. Nos dan también la posibilidad de ser agradecidos por todo el bien que recibimos de tan distintas formas. Y cada uno sabe todo de lo cual tiene que agradecer a Dios y a quienes le rodean por la vida que lleva, conscientes cada vez mejor de cómo se expresa (y de modo singular) su amor en medio de la realidad que me toca vivir.

Hagamos cada uno un buen año 2012 y que la asamblea sea factor de inspiración sencilla y amorosa. Un abrazo, Guillermo Valera Sigue leyendo

Podemos amarnos más en el 2012

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El final de cada año acontece entre alegrías y cierta pena de recordar lo vivido, las distintas cosas que hicieron noticia en uno, lo que fueron nuestras “primeras planas” o titulares, por cierto, para nada sangrientos o de escándalo como los noticieros de televisión o ciertos medios escritos. No porque ciertas cosas no sucedan en la realidad. El problema es qué resaltamos de la vida, de qué hechos de lo cotidiano hacemos divertimiento o superficial tratamiento para que no incomode y “permita” pasar el rato.

Lo importante quizás sea que tomemos conciencia de que hemos caminado cada día, hemos vivido cada día. Ser conscientes que cada uno “hace” también la vida de quienes le rodean, para bien o para regular, para mal o para mejorar. De la vida que llevamos somos de alguna manera responsables y, en todo caso, debiéramos sentirnos crecientemente responsables. Aunque no depende –únicamente- de cada uno lo que le pueda acontecer. Hay una serie de factores de contexto, de motivación personal, de coincidencia de intereses, de confluencia de situaciones, de “descubrimientos” (pequeños, grandes) o modas, cosas fortuitas y no tanto… Sin embargo, hasta por sentido de solidaridad, nada de la vida nos debiera ser ajeno.

No por un sentido del deber, del deber ser, de lo que aspiramos. En ello siempre habrá una pluralidad de aspiraciones. Sino porque queremos aprender a amar la vida y queremos hacerlo y amarla a cada instante y no sólo para ciertas situaciones o acontecimientos. Y el amor si no es consciente se vive en forma más limitada. El sentido de la responsabilidad, más que vínculo con el deber, está vinculado a cómo nos hacemos libres y aprendemos a amar (en forma libre).

Por tanto, volver sobre nuestros pasos tendría que ver mejor con la manera cómo hemos aprendido a amar, y a hacernos conscientes de ello, en cada paso que hemos ido dando, sabiendo que, como en la mayoría de las cosas, solo se aprende a caminar cayendo, tropezando, logrando consistencia en las articulaciones, logrando suficiente equilibrio, requiriendo de una mano (y de afecto), hasta que lo logramos hacer solos y caminamos en cada vereda de nuestras experiencias y situaciones que nos toca afrontar. Desde esa óptica, podemos ver que cada día (y no sólo cada situación especial) podríamos vivirlo con sentido de pequeño desafío o reto sobre lo que nos proponemos hacer y crecer.

Sabiendo que de todo podemos aprender, hacer pedagogía; de que somos sujetos de error constante y así como podemos estar muy lúcidos en algo específico, al siguiente paso podemos decir una gran “burrada” o cometerla. Y debemos saberla no sólo identificar, sino tener la capacidad de volver sobre nuestros pasos, rectificar y seguir adelante. Por cierto, no somos máquinas porque tenemos la posibilidad de ser flexibles con cada situación y tomar en cuenta los detalles de “cada caso” cuando nos relacionamos y somos también sujetos de acierto / error que nos generan aprendizajes y no sólo “frustraciones”.

Ser un poco más conscientes de la vida que llevamos es condición de crecimiento en humildad. Porque nos permite identificar todo lo grandioso que nos rodea y que nos acompaña de múltiples maneras; y que sólo somos un “algo” muy pequeño dentro de ello. Porque al sentir la necesidad de amar todo ello por el profundo agradecimiento a que nos invita, podemos caer en la cuenta de lo “prestada” que es mi propia vida; lo temporal que puede ser ésta y quizás significar nada en el fugaz paso del tiempo.

Al hacernos conscientes de la vida podemos apreciar con belleza la inmensidad de posibilidades a las que podemos estar abiertos y que podemos hacerlo y vivirlo de tan diversas maneras (y de hecho ello ya ocurre con las distintas culturas en el mundo). No necesitamos competir y desestimarnos unos a otros o vanagloriarnos de ser mejores… porque mientras sepamos hacernos parte de ese sentido de bien mayor, de esa expresión de amor más amplia, de esa inmensidad artística que puede ser la vida (y de alguna manera ya lo es)… podríamos sintonizar mejor la gran orquesta que debe ser la plenitud a la que aspiramos.

Revisar un año vivido, debe presuponer el nuevo que se va a iniciar y el tremendo vínculo que existe entre ambos y que debemos saber procesar muy directamente para que nuestro saludo por el nuevo año no sea hueco, vacío o simplemente tibio o engañoso. Tendremos el nuevo año que corresponde con el que termina. Nos hacemos propósitos y nuevos deseos pero que están anclados en la historia personal de cada uno.

Siendo importante la motivación (en algunos casos euforia) de abrir un nuevo pequeño período (un año, como podría ser el cumplir años, o simplemente el iniciar cada día), será también importante preguntarnos cómo podemos amar mejor, cómo podemos hacer mejor el bien; de qué modo nos sentimos llamados a servir y a tener mejor en cuenta a los que son más desfavorecidos por distintas causas.

Y ello se puede aplicar a todo nivel, desde la alta política (¿qué es hacer un buen gobierno?), pasando por las distintas jerarquías de poder (que para ello siguen habiendo), la familia (¿todos cuentan?), los centros laborales (¿tenemos en cuenta los derechos, por ejemplo las horas que trabajamos?), la vecindad que nos toca o la acción cívica que puede tener que ver con no estimular el orgullo propio o la envidia, votar papeles en la calle, las decisiones que tomamos a cada paso o saludar con amabilidad… Podemos tener un mejor año todos.

Guillermo Valera Moreno
31 diciembre 2011 Sigue leyendo

No abandonar el barco

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Parece que fue hace mucho tiempo o que el conflicto minero sobre Conga en Cajamarca hubiera “envejecido” al gobierno de Ollanta Humala y que los meses de gobierno que lleva se hubieran multiplicado por tres. Pasa que los tiempos políticos se viven de manera distinta que los tiempos reales. En este caso, hemos vivido el caso de un tiempo político que se aceleró con la crisis y el desenlace de un nuevo gabinete de gobierno, aparentemente más técnico del que le precedió, aunque muy explícito en las cercanías militares del nuevo presidente del Consejo de Ministros con el jefe de Estado.

Se puede apreciar que la batalla por el tipo de minería que se debe permitir en el país, esta vez la ganó -al más alto nivel- la gran burguesía transnacional y su gremio la Confiep. Sin embargo, el problema sobre el que cada vez caen más en la cuenta los grandes empresarios, es que no basta ese nivel de influencia, si las cosas no se negocian casi por igual en las zonas donde quieren intervenir, especialmente cuando afectan recursos naturales de uso cotidiano de la población local, tal como es el agua.

¿Por qué se “dejó” torcer el brazo el señor Ollanta Humala? No deja de estar aún muy claro. Pareciera que fue parte del trato de los impuestos complementarios que se impuso a los empresarios mineros, además de plantear una vía institucionalista que buscaría el respeto a los acuerdos y tratados establecidos con el Estado. A ello se suma el tan mentado “autoridad y orden” que gusta a sectores conservadores y que para sectores de proveniencia militar siempre es una tentación de cómo se ejerce el poder, de talante autoritario.

Lo que está claro es que el crecimiento con inclusión que ofreció el gobierno, por ahora, supone un mayor énfasis en afirmar la política de inversión económica en el país sin mayores variantes a la que vino teniendo lugar, intentando que haya más fondos para el Estado con los cuales ampliar y dosificar las políticas sociales. El crecimiento económico también amplía posibilidades de generación de empleo productivo, lo cual llevará a dinamizar otros sectores económicos y de servicios.

En lo político, se ha originado un cierto vacío de direccionalidad. No queda claro si la gestión del gobierno consistirá sólo en hacer una buena administración de intereses y pretender durar hasta cumplir los cinco años, o se retomarán ideas más de fondo, más adelante. En todo caso, la llamada “hoja de ruta” del gobierno no ha sido renunciada y debiera ser la brújula para idear iniciativas que puedan ser más interesantes y gesten un derrotero de cambio social más allá de lo asistencial.

Por lo dicho anterior, creemos que es importante no rasgarse demasiado “las vestiduras” sobre el manejo de los conflictos y el desenlace habido con Conga. Después de todo, someter el asunto a un peritaje internacional no esta nada mal, esperemos se haga con las garantías de objetividad adecuados. Sin embargo, el gobierno necesita un sostén técnico y político que le ayude a consolidarse en el Estado. Sería bueno que ello no se abandonara tan fácilmente y se logre retomar mecanismos de colaboración de parte de sectores de izquierda y liberales, cuya experticia en muchos de los temas espinosos tiene mayor jerarquía. Obviamente, sin pretender gobernar en forma asamblearia, aunque sin renunciar a mecanismos participativos y de equidad.

Puede ser un buen momento, no sólo para plantearse los temas del diálogo como mecanismo clave en la resolución de conflictos. Es también un momento clave para pensar formas conjuntas de gestar una propuesta nacional de desarrollo, donde los intereses regionales o los de un sector económico no pueden ser exclusivos o determinantes para definir las políticas en los diversos ámbitos. Donde el tema de la representación también es un tema que vuelve a emerger, por la necesidad de recrear distintas maneras de expresar intereses, sin que se tenga que deslegitimar los ya existentes. Más bien, buscando complementariedades que ayuden a hallar respuesta a los problemas y necesidades de la población a todo nivel.

Es momento clave para establecer lo que puede ser políticas más de Estado y lo que puede manejarse como políticas de Gobierno, planteándose una reforma del Estado que de nuevo impulsó a la regionalización y a la reestructuración de la forma de Gobierno. Estableciendo mecanismos anticorrupción y de afianzamiento institucional que consoliden una presencia no sólo extensiva del Estado, sino de mayor confianza y eficaz gestión.

Por tanto, no abandonar el barco, por más que haya cambiado el timonel y continuar dando un apoyo (ciertamente crítico) sin dejar de comprometerse con los objetivos nacionales que requieren de varios años para consolidarse, es muy necesario y, diríamos, hasta una exigencia actual.

Guillermo Valera Moreno
24 de diciembre de 2011 Sigue leyendo

Vida, fe y horizontes

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Hay organizaciones que, por su naturaleza de red, pueden ser buenos referentes de iniciativas y factor inspirador para sus propias componentes, así no suponga un ente regular o constante, ni muy sólido. Es el caso de la Mesa de Movimientos Laicales – MML, cuya presencia abarca a 8 organizaciones (CHC, CVX, EDOP, JOC, MIANSI, MPC, MTC, UNEC), particularmente como presencia limeña.

Siendo así, sin embargo, se da lugar a pequeñas iniciativas en torno a la formación, a difundir ciertos mensajes que se consideran importantes, a compartir nuestra fe y modo de vivirla según carismas diferentes. Compartiendo preocupaciones comunes para nuestro país y nuestra Iglesia.

La aspiración a una “iglesia laical”, en tanto Iglesia concebida como “pueblo de Dios”, como nos lo recordó en profundidad el Concilio Vaticano II. La Iglesia no es la jerarquía, la Iglesia somos todos y la hacemos todos, especialmente, desde donde Jesús nos enseñó a sentir compasión y amor; como Jesús supo hablar en su tiempo a los fariseos y los llamados “maestros de la ley”; como Jesús supo escuchar a quienes se le acercaban o querían conocerlo; como Jesús nos enseñó a servir con el lavado de los pies a sus discípulos; como Jesús nos enseñó a recordar lo importante en la vida “al partir el pan”, “al dejarse perfumar los pies o la cabeza, al orar en el desierto o Getsemaní, al amar a su madre, a su padre y a sus hermanos…

La aspiración a renovar la política en nuestro país y el mundo de hoy. Que no sabemos muy bien qué cosa podría significar. De lo que si estamos convencidos es que la política no puede seguir siendo sinónimo de coima, robo, aprovechamiento, factor de venganza y tanto mal acumulado. Tenemos que recuperar la política como factor de bien, como sentido de servicio a todas las personas y como búsqueda de la mejor convivencia posible.

La aspiración a trabajar desde los pobres y excluídos. Sabiendo que esa sola opción ya genera, algunas veces, inquietud entre quienes no lo son. Pero que nos anima un sentido de esperanza en que otro mundo es posible de verdad, donde haya significativo “hambre de Dios” (que motive nuestra fe) y donde el “hambre de pan” se satisfaga plenamente (no esté sujeto al mercado, al “éxito” laboral o empresarial de cada persona o a la explotación irracional de los recursos naturales).

Todos los aspectos señalados nos inspiran y deseamos que sean fuente fecunda en nuestras labores a todo nivel. Que nos ayuden a profundizar nuestra propia fe y a integrarla mejor en el conjunto de nuestra vida. Para mejor amar y servir.

Guillermo Valera Moreno
Diciembre, 2011
(Artículo escrito para un boletín de la Mesa de Movimientos Laicales – MML)
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El diálogo de Conga: es posible otro derrotero

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Con el tema de Conga, pretendida explotación de oro en una cabecera de cuenca en Cajamarca, el gobierno de Ollanta Humala ha tenido uno de sus principales retos sobre cómo quiere gobernar el país, su relación con la inversión privada y el modo de relacionarse con las poblaciones del interior del país que no son Lima (la capital).

Lo decimos así porque, una manera de gobernar que pone el diálogo y la concertación al centro de todo procedimiento de gestión, es una cuestión que no es fácil. Pero es clave para afianzar una conducción democrática que pretenda profundizar su contenido y no se quede sólo en una forma referencial más o en una mera formalidad. Sin embargo, no es fácil llevar a efecto dicho propósito, más aún en un medio donde no existen partidos políticos consistentes y donde la institucionalidad democrática es bastante débil porque el Estado funciona de manera limitada y no se reconoce una validez permanente a las reglas de juego con las que se intenta conducir la función pública.

Ahora bien, ¿es posible dialogar sobre una decisión ya tomada o una postura inflexible como opción de principio a fin? Tal pareciera ser la situación que ha estado en juego cuando la discusión se tornó sobre “Conga va” (minería sí) o “Conga no va” (minería no), cuestiones afirmadas tanto por el presidente Humala y minera Yanacocha (en el primer caso) y los líderes de Cajamarca (en el segundo caso). Porque no se trata de que el diálogo se reduce a cómo yo busco convencer al otro de mi opinión y sacarla adelante solamente; se trata de cómo uno tiene la capacidad de incorporar en su respectiva propuesta, la propuesta que considero menos válida (por cierto la del contrario). Dilucidando por qué es valido lo que uno defiende y cómo se relaciona con los planes de gobierno que se tiene entre manos como responsabilidad.

En todo esto, vemos que las dificultades pueden ser a la vez oportunidades y posibilidad de desarrollar canales adecuados para resolver conflictos; posesionarse más cerca de la población en cuanto a sus demandas y sentimientos; generar conciencia de que todos somos responsables de los pasos que podemos dar y dejar de dar. Que vivimos también en un mundo de negocios donde las inversiones buscan generar ganancias para que tengan sentido, lo cual supone entablar criterios de responsabilidad compartida con el medio ambiente local, las necesidades de la población involucrada y la manera cómo se aprovechan los recursos naturales.

A lo que vamos es a que los conflictos que están emergiendo (viejos y nuevos) por distintos puntos del país –más allá de Cajamarca- tienen que ver con un debate más de fondo pendiente en nuestro país. ¿Qué significa la responsabilidad social hoy en el país, como cuestión que nos implica a todos y debe abarcar una complejidad mayor? No sólo debe ser un tema de políticas sociales o beneficios económicos (por ejemplo, el canon) que se otorga, o quedar reducido a un tema propagandístico. ¿De qué modo nos afecta a todos el hecho de que se busque soluciones debidamente técnicas al manejo de los recursos naturales (y otros) que recojan activamente las necesidades de las poblaciones?

¿De que manera el Estado juega un papel más neutral frente a las partes en conflicto y desarrolla la capacidad de facilitar elementos de juicio para que se puedan tomar las mejores decisiones? ¿De qué manera el Estado puede, en todo caso, empoderar mejor a las poblaciones en conflicto para negociar en condiciones de mayor equilibrio frente a empresas transnacionales con mucho poder? ¿Cómo se revisan las políticas públicas pertinentes y se piensan más allá de los impuestos que pueden corresponder a cada actividad económica y se pone como preocupación central el cómo se hace y el cómo se relaciona con la población? ¿Cómo damos mayor institucionalidad a todos estos vaivenes, los cuales se viven en pequeño en muchos aspectos de los cuales recién empezamos a hacernos conscientes?

De hecho, algo falla cuando sectores muy importantes de la población se resisten a algo y salen a protestar. Uno diría pero con el gobierno de Humala no debía darse esas protestas porque él salió elegido con los votos de esas poblaciones. Lo que la historia también enseña es que dichas circunstancias suelen multiplicar las expectativas de cambio y de mejora en muchos sectores de la población. Por tanto, dirigentes populares como autoridades a todo nivel tienen que manejarse con mucho tacto de cómo se satisface ciertas demandas claves y se combina con políticas sociales, acompañando todo ello de inversiones más de fondo (educación, salud, etc.) y el dinamismo de los mercados para facilitar también la inversión privada y la posibilidad de generación de empleo e iniciativas de emprendedurismo a todo nivel.

Volviendo sobre el tema de Conga, las cuestiones importantes serán de cómo la gente siente que la minería le beneficia. Cómo el agua, recurso tan vital, no va a desaparecer por la presencia de la mina. Cuestión que le va a permitir seguir en sus actividades agropecuarias e incrementar mejor sus ingresos (y no sólo inflación de precios que le afectan). Que los cambios climáticos son de responsabilidad más amplia pero, donde el tema ecológico, tiene que ser mejor tomado en cuenta y asumido más allá de la formalidad de un EIA (estudio de impacto ambiental). Cómo la población siente que son parte de las decisiones y no solamente piezas de un juego de justificación de negocios privados. El diálogo bien realizado, así demore un poco más las decisiones, serán mejores decisiones y gestación de una cultura distinta para afrontar los conflictos y las decisiones de fondo.

Guillermo Valera Moreno
Lima, 4 de diciembre de 2011 Sigue leyendo