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A propósito de los 450 años de Comunidades Laicas Ignacianas

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La CVX Mundial nos invita a celebrar el Año Jubilar de una experiencia de comunidades cristianas, inspiradas en la espiritualidad ignaciana, la misma que recorrerá entre el 25 de marzo de 2013 al 25 de marzo de 2014. Son 450 años que recuerdan la fecha simbólica en que Jean Leunis sj funda la llamada “Prima Primaria” en el Colegio Romano (1563).

Es el primer impulso del cual se extenderán las Congregaciones Marianas. Estas comunidades laicas fueron importantes en la transmisión y preservación del carisma ignaciano, más aún en el tiempo de la supresión de la Compañía de Jesús (siglo XVIII). En 1967, las Congregaciones Marianas –a la luz del Concilio Vaticano II- se transforman en comunidades de Vida Cristiana (CVX).

A propósito de la celebración planteada, queremos resaltar algunos elementos que nos parecen pertinentes de tener presente:

1. Recordar que, como comunidades laicales ignacianas, somos parte de la Iglesia de Jesucristo y Él es nuestro centro: es Dios hecho persona, como parte del profundo misterio de la Encarnación. Somos ante todo, comunidades cristianas, como en el caso de la CVX nuestro propio nombre lo indica.

2. Jesús, hijo de Dios, nos enseña a vivir nuestra fe en comunidad: “Y subió al monte, y llamó a los que Él quiso, y ellos vinieron a Él. Y designó a doce, para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar, y para que tuvieran autoridad de expulsar demonios”. (Mc. 3, 13-15). Aspiramos a una fe personal que se cultiva desde la comunidad, pero no se trata de una experiencia individualista.

3. El seguimiento de Jesús es diverso y está llamada constantemente a inculturarse. La experiencia de Pentecostés y la “venida” del Espíritu Santo nos conduce y nos sitúa en un mensaje para todas las naciones, hablando el lenguaje de cada cual.

4. Predicar y testimoniar el “reinado de Dios” genera diversos carismas, distintas formas de ser Iglesia. Una de ellas –como otras- será la de Ignacio de Loyola, hace 5 siglos. Pues, de 1540 data la fecha en que fue reconocida la Compañía de Jesús – CJ (por el Papa Pablo III).

5. Nuestra Iglesia la hacemos todos. Muchas veces o principalmente somos los laicos quienes hemos tomamos la iniciativa. Es la experiencia del mismo Jesús. El propio Ignacio hace primero su experiencia como laico (1529 toma la decisión de dedicarse a “servir almas”; hace estudios y peregrinaciones). Concluye fundando una congregación religiosa.

6. Como parte de la labor de la CJ, se promueve y dará lugar a reuniones de laicos que se denominarán Congregaciones Marianas (como ya se ha dicho, la primera sería constituida por Jean Leunis en 1563): lo “mariano” recoge el especial amor a la virgen María.

7. Estamos ante el itinerario de un camino cuyo concepto inicial (propio de aquella época) fue la de servir de soporte a las labores que realiza la jerarquía y organizaciones de religiosos/as a diverso nivel, bebiendo del discernimiento y de los ejercicios espirituales.

8. En el siglo XVIII (1773) se da la suspensión de la CJ: las Congregaciones Marianas continuaron bajo la responsabilidad de los obispos en cada zona correspondiente y de diverso modo. Algunas se mantendrían fieles a su identidad de origen; otras generaron mixturas; otras también se terminaron diluyéndose.

9. Vaticano II: genera un cambio “copernicano”, de “180 grados”, una mirada muy distinta de nuestro ser Iglesia y de nuestro ser cristiano. Nuevamente recuperamos que todos podemos reconocemos hijos de Dios y somos “pueblo de Dios”. Todos estamos llamados a una misma misión en el mundo. Todos estamos llamados a colaborar por igual a esa misión. Todos debemos buscar hacerlo al modo como Jesús nos enseñó.

10. Se genera tiempos de cambio a diverso nivel en nuestra Iglesia. También se manifiesta en la conversión de las Congregaciones Marianas en CVX (Comunidades de Vida Cristiana), lo cual encierra al menos que:
° Todos somos una misma comunidad que se reconoce en Cristo.
° Recogemos como muy valioso el aporte de los Ejercicios Espirituales para hacer un itinerario de vida: vocación – misión (Espiritualidad).
° Necesitamos de una formación constante: centrada en el crecimiento de la persona; integración fe y vida; compromiso y solidaridad; apostolados concretos.

11. Recordar que somos parte de una larga tradición, la cual nos invita a hermanarnos mejor, a tener un espíritu más abierto en nuestro mundo cambiante, a sabernos situar en él (al modo de Jesús) y obrar en consecuencia.

12. Necesitamos hacer crecer nuestras comunidades. Pidiendo al Padre como Jesús lo hace: “que todos sean uno como nosotros” (Jn. 17,11). Cuidando de nuestras comunidades, como expresión de su amor y sentido de convivencia. Como lugar de alimento e inspiración para nuestro actuar cotidiano. Como sentido de comunión y unidad.

13. Somos comunidades para la misión y no sólo para “sentirnos mejor” o quedarnos quietos en nuestra bondad o en creernos justos. Tener siempre presente las palabras de Jesús: “yo los envío como ovejas en medio de lobos” y debemos saber ser “mansos como palomas y astutos como serpientes”. Así mismo, el que siempre estamos llamados a amar y a manifestar nuestra alegría de ser cristianos.

Guillermo Valera Moreno
Magdalena del Mar, 27 de enero de 2013 Sigue leyendo

Elementos para nuestra vida comunitaria en el 2013

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Les comparto a continuación un artículo hecho desde la experiencia de mi comunidad (CVX Siempre), recogiendo una serie de elementos que hemos ido procesando en diversas reuniones y pueden ser útiles para pensar y encaminar nuestras labores en CVX (y otras experiencias de comunidad) durante el presente año 2013.

Cuando hace unos meses abordamos el horizonte comunitario que queríamos darnos en los 5 años siguientes, identificamos que nuestra comunidad valoraba ciertas presencias (en la labor con jóvenes, en lo político, como Iglesia y en los medios de comunicación), veía con claridad la importancia de su dedicación a la formación (dar cursos, labores de acompañamiento, lo educativo) y la sensibilidad por aportar recursos a iniciativas sociales diversas (partiendo de lo que ya se ha venido haciendo en Ayacucho, Chad, otras).

Cuando hemos procesado en en nuestra última asamblea comunitaria (15 diciembre 2012) lo relativo a lo que considerábamos como lo importante en el año transcurrido (2012) y en lo que podíamos comprometernos mejor hacia adelante, nuestras respuestas fueron (las ofrendadas en la eucaristía) las siguientes:

Como lo más importante en el 2012 se señaló:
° El colaborar en el trabajo con los jóvenes y su formación.
° Crecimiento y aportes personales: De mayor servicio, sencillez, humildad, confianza y libertad; crecer en fe, confianza y esperanza. Afrontar las crisis personales como oportunidad para la conversión y cambios en estilo de vida (renuncias, disciplina). Varios (visita a amigo preso, retomar estudios de maestría, labor fructífera en Seguros, cambio de trabajo).
° Logros familiares: culminación de estudios de hijos; celebración de aniversario matrimonial; estar más tiempo con los hijos y apoyarlos en sus tareas; afrontar unión matrimonial y situaciones de crisis.
° Testimonios de vida: caso de las mujeres del Cerro Candela; mujeres valientes, justas, decididas y solidarias. Compartir el paso de la vida del Señor por la vida de cada uno y sentir su presencia.
° Presencia en diversos escenarios: con otros grupos de laicos; en la visita del P. General de los Jesuitas y del Vice Asistente mundial CVX.
° En el ámbito comunitario: hacer ejercicios espirituales y revisión de vida; valoración de todas las personas; conocer la comunidad; publicación del documento “Siempre en comunidad”.

Sobre lo que podíamos mejorar o comprometernos más hacia adelante se señaló:
° Mirar con esperanza que un mundo más justo es posible. Aportar en el esfuerzo por mejorar la educación de todas las personas. Apoyar de modo especial a las CVX de jóvenes y su formación.
° En lo comunitarios, cultivar más nuestro mundo interior (paz, serenidad, confiar plenamente en el Señor); mejorar la oración y pausa diaria, con mayor sentido y constancia. Estar más atentos en la comunidad y apoyar en lo que haga falta; discernir siempre en dónde servir mejor; capacitarse más para colaborar mejor en tareas de formación; mejor presencia en reuniones comunitarias (equipos, eucaristía, etc.). Planificar mejor nuestros tiempos y sacarles mayor provecho.
° Humanizar más nuestras relaciones; crearnos buenas costumbres; mejorar nuestros modos de relacionarnos con los demás; no ser permisivos. Estar más atentos al otro (en particular al acompañamiento de miembros). Aprender también de los fracasos. Saber dar y retribuir sin esperar nada a cambio.
° Tomar mejores decisiones en el hogar y tener mayor presencia. Afrontar de mejor manera las dificultades económicas, de salud y de relacionamiento en general entre sus integrantes.
° Tener mejor dedicación profesional y concluir tesis pendiente para crecer y servir mejor.

De otro lado, además de lo indicado, en nuestra última “edición” de la llamada “Fiesta de los deseos” que realizamos (pasado 5 de enero), salieron muchas cosas como las ya indicadas, a las cuales podríamos sumar básicamente la aspiración a que cada uno desarrolle las capacidades y medios para alcanzar lo que mejor le corresponda realizar en el 2013; estar atentos a procesos que nos cuestionan y nos obligan a reaccionar como el proceso de revocatoria contra la Alcaldesa de Lima (Susana Villarán) o lo que a nivel de Iglesia continua sucediendo contra la PUCP (con la ahora prohibición de dictado de cursos de Teología en dicha Universidad, impuesta por el Obispo Cipriani); saber ser tolerantes y discernir lo que corresponda hacer en cada caso; la preocupación por los niños y la educación en general de nuestro país.

Guillermo Valera Moreno
Coordinador CVX Siempre
Magdalena del Mar, 7 de enero de 2013 Sigue leyendo