Archivo por meses: noviembre 2011

La política del reconocimiento

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Hay gestos sencillos como la de otorgar reconocimiento a personalidades por la trayectoria que han tenido en su vida y que ennoblecen no sólo a quien recibe el mismo, o a quien la otorga, sino al país que alberga dicho acontecimiento. Porque nos pone en la ruta de la historia y de resaltar ejemplos de vida que son muy importantes para las nuevas generaciones y las que se están formando.

Me refiero a la condecoración hecha con toda justicia a Luis Bedoya Reyes, líder político del Partido Popular Cristiano (PPC), con la Orden El Sol en Grado de Gran Cruz, a nombre de la nación. Tiene mérito no sólo por lo ya dicho. También porque en la política suelen haber pocos ejemplos tan limpios y consecuentes (por cierto, dentro de sus propias ideas “social cristianas”) como el de Luis Bedoya, quien a sus más de nueve décadas, sigue lúcido y atento al acontecer político.

Es aleccionador porque no se lo otorga una agrupación política en el poder afín a la suya, sino una opuesta: se podría decir, el líder del nacionalismo de izquierda en el gobierno reconoce al principal líder de la derecha peruana, cuestión que la hace más plausible porque nos encarrila en un horizonte de Estado y de buenas prácticas democráticas que conducen a su fortalecimiento y a una buena señal de cómo nos queremos “hacer” hacia delante, cómo nos queremos reconocer.

Nos ubica también frente a un presidente que emergió como un outsider hace poco más de 7 años (aunque su primera visibilidad estuvo en el levantamiento de Locumba, en Moquegua, allá por el año 2000). Todo hubiera indicado que se trataba de un personaje efímero por naturaleza, dada su condición de militar en retiro y su poca experiencia en las formas políticas a las que decidió aproximarse cuando postuló a la presidencia por primera vez el 2005.

Sin embargo, tiene mucha razón Luis Bedoya cuando su primera reacción frente a la condecoración recibida de manos del Presidente Humala fue el manifestar, con profundo agrado y sentimiento, que el Presidente es una grata caja de sorpresas. Y no sólo por el tema personal que en ese momento lo emocionaba, le embargaba y le hacía sentir un profundo agradecimiento y gracias por todo lo realizado con su vida. Más allá de sus aciertos o dificultades para lograr un éxito político cabal; más allá de la Alcaldía de Lima que en persona la pudo dirigir (y hacer obra muy significativa) hasta en dos ocasiones, allá por los años 60s. del siglo pasado; en su condición de líder histórico del PPC, organización que fundó y que, felizmente, no devino en feudo familiar.

Decíamos que estamos ante un tipo de hechos donde, sin notarlo mucho, se pone en juego la historia que necesitamos (y queremos) construir en positivo. Y ella se hace también estableciendo y marcando hitos sobre las personas y acontecimientos que uno ve como claves para un país. Más aún, sabiéndonos parte de un alicaído sistema de partidos, donde lo principal de éstos yace muy rezagado con las necesidades del sistema político que aspiramos a construir.

La condecoración a Luis Bedoya nos sitúa también en el personaje que empieza a aparecer en la figura del presidente Ollanta Humala Tasso, quien con sencillez (dígase, muy poco afán de figuración y oratoria), va marcando pautas, va estableciendo pasos en distintos ámbitos de la política que nos esta dando el aviso de un personaje muy interesante para el país en muchos aspectos.

Alguien con personalidad suficiente para exigir a las empresas mineras que acepten poner más de su parte en el pago de impuestos y compromiso con el desarrollo del país, como también para sugerir que las inversiones económicas de éstos sectores u otros tienen que facilitarse por las poblaciones que están próximas a las mismas, sin dejar de lado por ello, los temas del respecto irrestricto al medio ambiente, la conciliación de la minería con otras actividades económicas (agricultura, ganadería, etc.), así como los procesos de formalización necesaria de las actividades que se efectúan de manera más empírica y que son poco deseables por su fuerte grado de contaminación. En todo esto corresponde hilar muy fino para concordar criterios, intereses y políticas de Estado que enfaticen el bien común del modo más razonable en todos los aspectos posibles, incluidas la reinversión de las utilidades y el desarrollo local de manera muy visible.

Estamos ante un presidente que tiene como preocupación el cumplir lo ofrecido. No todo se podrá hacer con mucha celeridad, pero se tiene la voluntad política de empezar a abordar los aspectos sociales más urgentes. Y ya empiezan a darse pasos importantes, tanto en Pensión 65, Cunamás, ampliación del programa Juntos, ampliación presupuestal para la atención de la educación y la salud, entre otros.

Existen debilidades en la parte más gerencial del Estado y lo que de Reforma (del Estado) debiera también abordarse. El tema de la lucha anticorrupción se ha visto petardeada desde dentro del mismo gobierno aunque esperamos que las cosas se reviertan y se pueda ir a una franca acción en ese campo, así como en la lucha contra el narcotráfico, el contrabando y temas afines, a todo nivel. Quizás para seguir con los gestos y, aprovechando que Lourdes Flores deja la presidencia de su partido (el PPC), pudiera ser ella uno de los personajes que se impliquen en éstas responsabilidades.

A todos nos conviene que se consolide un buen gobierno del presidente Humala. Más allá de las simpatías, el tema es que necesitamos consolidarnos –así como en el manejo económico- en el manejo político del país con un claro sentido de inclusión social. Dando paso a una cultura política más consistente y fundamentada en valores como el respeto (y no el todo vale), la justicia para todos (superar la pobreza), la verdad (y no la “sacada de vuelta”), la educación y salud universal de calidad (y no sólo como posibilidad de negocio), la seguridad ciudadana y tantos otros aspectos.

Desde donde estamos cada quien tenemos la invitación a emular personajes como Luis Bedoya Reyes; a un Luis Alberto Sánchez o Víctor Raúl Haya de la Torre; a Fernando Belaúnde o Alfonso Barrantes Lingán; a Javier Pérez de Cuellar o a un Mario Vargas Llosa; y tantos “héroes” de la política anónimos … Por cierto, de modo creativo y desde las ideas que cada uno considere más justas.

Guillermo Valera Moreno
Lima, 19 de noviembre de 2011 Sigue leyendo

Afectividad y deseos de crecer

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La dimensión afectiva en la vida de las personas es algo amplio y complejo. Casi como lo son las relaciones que puede haber entre tan diversas personas, conocidas o no, de confianza o no tanto, que se caen bien o no necesariamente. Por ello y por sentido de sabiduría es bueno que, conscientemente, se aborde como diversidad y como un desafío individual muy significativo, de mucha actualidad y de enormes consecuencias. ¿Cómo logramos relacionarnos adecuadamente con todos, especialmente con el diferente, con el que piensa distinto a mí, con quien no me da la razón (así “el otro” no tenga razón o yo piense que tiene “poca razón”), con quien puede tener miradas más supersticiosas que las mías, etc.? ¿Cómo logramos amarnos un poquito más en todo aspecto?

Se puede razonar sobre el tema en cuestión, especialmente cuando se tiene ocasión de hacerse de experiencias como las que supone viajar por zonas diversas (dentro y fuera del país); cuando se asume cargos de responsabilidad que tienen alcance nacional o más allá de éste; cuando se puede abordar cierta reflexión más teórica o académica. Además, colabora a ello la oportunidad de moverse en medios más cosmopolitas o en situaciones y estratos socio-económicos muy distintos (por ejemplo, El Agustino, Magdalena, San Juan de Miraflores, Surquillo o San Isidro).

Decíamos, por tanto, que la vida afectiva puede ser tan compleja o complejizarse aparentemente de la nada y mezclarse temas, situaciones o intereses poco imaginables. Ello puede venir por algunas experiencias, pequeñas o grandes, por ejemplo, como la que he procesado desde la pequeña responsabilidad de delegado del colegio de mi hijo Nando. Debo decir, sin embargo, que en éste caso, la principal reacción que ha suscitado en mí, ha sido la de ser prudente, tomarme las cosas con calma y tratar de aportar en todo lo que pueda facilitar soluciones o salidas que aborden los temas que sean pertinentes o preocupen, sin pensar que se van resolver del todo en plazos breves. En sentido práctico, he tratado de situarme como modesto referente, me he involucrado en lo que podía ser necesario y he animado las cosas que correspondía.

En otro ámbito de cosas, nuestra afectividad puede estar marcada por algunas obsesiones y afectos desordenados, los cuales suelen acompañarnos indistintamente. En situaciones límite ellos pueden volverse un riesgo, disparando en direcciones insospechadas, sobre los cuales siempre habrá que estar atento. Porque hay que saberlos procesar hasta que amainen o se les logre conciliar e integrar mejor, aceptando que nunca dejaran de seguir asomándose. Un buen proceso ayuda a sentir que, en el interior de uno se terminan resituando positivamente, generando mejores vasos comunicantes entre las diferentes dimensiones de la vida de una persona, logrando asumir un mejor control sobre ellos.

Ser más consciente de las propias debilidades, sin tener que asustarse de ellas; tratar de realizar una más sana convivencia y un manejo en positivo de la misma; saber reconocer que, en todo aspecto frágil o fuerte de la vida, hay un profundo sentido humano que debemos valorar y encaminar hacia el bien. A pesar o aceptando que nos seguiremos equivocando; que nos veremos recurrentemente avasallados (real o aparentemente) por la presencia del mal, en cosas y aspectos que ni siquiera asumimos adecuada conciencia. De allí, el gran valor de experiencias como el discernimiento y los ejercicios espirituales, particularmente los vinculados al modo ignaciano de vivirlos, así como de otros mecanismos como la oración personal y comunitaria para aspirar a obrar más de acuerdo al espíritu del amor, al espíritu de Dios.

Otra cuestión en esto es que siempre será de importancia ampliar el circuito de amistades, ya sea a propósito de asumir nuevas responsabilidades o de involucrarse en nuevos espacios de labor y experiencia. En ello, normalmente se podrá constatar, una y otra vez más, la riqueza de muchas personas con las que uno se topa o coincide. De las que uno aprende y termina apreciando por la formación que transmite y su capacidad pedagógica en el desenvolvimiento de vida que lleva, cualquiera sea el terreno en que se mueva. Así lo he podido ir apreciando, últimamente, en el ámbito del colegio de mi hijo, en El Agustino con la CVX e incluso en cierta participación tenida con la agrupación política Fuerza Social.

No obstante, uno también se encuentra personas que pueden ser aparentemente muy significativas o interesantes y resulta que sólo están detrás de pequeños intereses o muy particulares. De hecho, todos tenemos nuestras virtudes y limitaciones y así también tenemos que aceptarnos y asumirnos, especialmente, mientras no haya de por medio cuestiones de dolo, división o similares. Aprendámoslo para el conjunto de nuestra vida.

Guillermo Valera Moreno
Lima, 18 de noviembre de 2011 Sigue leyendo

Seguimos caminando con esperanza

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Fue algo inesperado participar en la Asamblea Nacional CVX última, realizada el 5 y 6 de noviembre pasado, en la casa de retiro de Fe y Alegría (Carabayllo). El estar apoyando como Asistente del Núcleo CVX El Agustino, me permitió tal posibilidad, la cual agradezco por lo significativo del proceso y hacerme parte de su caminar en sus variados momentos que va atravesando.

Con modestia pero con mucho ánimo las distintas comunidades compartieron su caminar en los últimos tres años, al igual que el Consejo Nacional saliente. Hubo mucho de sentirse parte de una misma familia, reconocerse en una misma identidad ignaciana. Saberse de un tronco común que puede tener variadas expresiones de labor y apostolado pero que se unen en una espiritualidad compartida, donde se aspira a tener a Cristo como centro y sentido de toda comunidad.

Así como caras conocidas fue grato ver otros rostros que van dando continuidad e intentando establecer cauces de renovación como las que se vieron en los casos de Chiclayo, Fátima, San Pedro y Mi Perú. Experiencias muy gratas con el padre Ignacio Azcue, quien vino de acompañante de CVX Ayacucho, con quien pudimos conversar largamente a la ida en el carro; o haber compartido la comida con varios delegados, especialmente con la delegadas de Piura o Arequipa, o la asistente de CVX Mi Perú, la hermana Mónica del Águila Ascona.

Sentí reconocerme en todos los presentes, con un sentido de mucha gratitud por los años que me tocaron a mí ser parte del Consejo Nacional CVX. Por la labor realizada por el Consejo saliente, encabezado por Daniel Barreda, profesor en Fe y Alegría de Ventanilla, con motivaciones importantes para la política y desde donde tiene un futuro cercano con el que, estoy seguro, continuará su compromiso cevequiano más adelante.

Sentí muy de cerca la calidad de todos sus componentes y sus respectivas capacidades, las cuales muchas veces no se visibilizan con claridad. Tales como la capacidad de oratoria de Neryde Enrique Lino o el manejo de escenario de David Uzcata cuando presentaron sus informes. Sin dejar de mencionar la gran habilidad de Edwin en el manejo de las herramientas de informática y comunicación o la ya “caserita” Blanca Esquivel, con quien compartimos también la experiencia de un Consejo anterior. Lógicamente, también debemos mencionar a Javier Uriarte sj, nuestro incansable Asistente Nacional, quien vive enamorado de la CVX y es, de alguna manera, el alma de su devenir en los últimos lustros.

Hubo lugar también para presentar dos publicaciones recientes, vinculadas al accionar de la CVX. Una, “Renovar la política, tarea de todos”, publicación realizada por la Mesa de Movimientos Laicales, en base a un forum realizado por ella misma en el primer trimestre del año, intentando llamar la atención sobre una cuestión que nos tiene que comprometer a todos: recuperar el sentido ético, de compromiso y de servicio en la política, cuestión que tiene que dejar de ser ajena a nuestro quehacer a todo nivel.

La otra, publicada por la CVX, referida a la relación de la Compañía de Jesús con la CVX, recogiendo un largo documento trabajado en los últimos 5 años desde el ExCo mundial CVX y por los asistentes en América Latina. Algo muy significativo si pensamos que es vital extender la labor de formación de guías para una mejor labor en nuestras CVX pequeñas y para alimentar la labor de los Asistentes CVX de cada núcleo en el país.

Aunque no pude estar el segundo día (domingo), donde se abordó temas más de reflexión sobre la Misión en CVX y la pastoral juvenil, entiendo que fue muy significativo el aproximarse un poco más a ello, para seguir discerniendo lo que pudiera ser una actividad de misión común más nacional, como CVX Perú (lo que, en otros términos, sería un proyecto apostólico nacional). Estuvo llena de emoción la Eucaristía, la misma que contó con la presencia del P. Provincial Miguel Cruzado sj. Y se aprovechó para hacer le envío del nuevo Consejo Nacional electo.

Estoy seguro que el nuevo equipo, presidido por Víctor Rocca, tendrá la capacidad de encaminar sus labores y potenciar diversas iniciativas que comprendan los procesos de formación en CVX, el trabajo con los jóvenes a todo nivel, la amplitud hacia otras experiencias de Iglesia y el marcar una pauta propia inspirada siempre en Cristo y lo que de propio significa la espiritualidad ignaciana, como un modo y estilo de hacer Iglesia en nuestro país.

Por último, no dejo de mencionar un breve homenaje a Ramiro Navas, de la CVX de Ilo, quien partió hacia el Señor en meses pasados. De significativa trayectoria y testimonio en CVX, habiendo sido muy activo también en sus labores desde el CEOP Ilo, obra jesuita que dirigió y fue su centro de trabajo en los últimos años.

Guillermo Valera M.
15 de noviembre de 2011 Sigue leyendo

Invitación a Eucaristía de Adviento – 4 dic. 2011

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Lima, 15 de noviembre de 2011

Estimados amigos / amigas de la Mesa de Movimientos Laicales

Estamos próximos al adviento, tiempo que nos introduce en la feliz espera de la llegada de Jesús a nuestro mundo, cuestión que no debiera significar más que otro nacimiento, de no ser porque en él, descubrimos la revelación de nuestro Dios, hecho hombre, como uno más de nosotros, de cada uno de nosotros, varón o mujer.

Ese hecho extraordinario que significa la encarnación, nos recuerda que Dios se hace hombre, pero que ya moraba y mora en cada uno de nosotros desde nuestros orígenes. Pues, desde un inicio nos hizo “a su imagen y semejanza”, por lo que ya éramos parte de él. Sin embargo, su encarnación vino a hacernos caer en la cuenta de cómo debemos vivir y aprender a relacionarnos entre unos y otros, para hacer posible la convivencia y la construcción del reinado de Dios entre todos y para todos. Al modo de lo que Jesús nos enseñó: amaos los unos a los otros… por la forma en que se amen unos a otros les reconocerán que son discípulos míos… saber perdonar… ser solidario… compadecerse del débil… luchar contra todo tipo de injusticias… sembrar la paz… reconocernos pecadores…

Preparémonos para ese tiempo de espera y hagamos presente la gran novedad de Jesús en nuestra historia y como alguien presente entre todos nosotros con nuestra vida y como seguidores activos de Jesús, mostrándolo y manifestándolo en el conjunto de nuestro ser, quehacer y de nuestra vida toda. Motivo para agradecer, motivo para renovarnos nosotros mismos, motivo para crecer en el amor incondicional que Jesús nos reveló.

Por ello, como Mesa de Movimientos Laicales, nos hemos propuesto realizar una Eucaristía el segundo domingo de adviento, como momento privilegiado de integración, renovación de nuestro compromiso y como sentido de esperanza con el país, nuestra Iglesia y nuestras respectivas comunidades. Especialmente como un momento de compartir y sentirnos Iglesia, llamados a discernir los signos de los tiempos y a reconocernos humildemente, cada uno desde lo que es y hace, discípulos y seguidores de Jesús.

Esta Eucaristía se llevará a cabo en la Capilla del Colegio de Jesús (Av. Brasil 2470, Pueblo Libre), el domingo 4 de diciembre, a las 10 am. Será un momento sencillo pero intenso de reconocernos hermanos y hermanas unos de otros. De dar gracias por tanto bien recibido. De abrir nuestra inteligencia y corazones a los que nos pide el Señor. Asistamos con nuestras familias, todos estamos invitados.

Atentamente,

Mesa de Movimientos Laicales
CHC, CVX, EDOP, JOC, MIANSI, MPC, MTC, UNEC
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