Nota sobre la Nueva Ortografía española: uso de las mayúsculas y minúsculas

Como se mencionó en una nota anterior, ha habido una serie de cambios en la ortografía de la lengua española (http://blog.pucp.edu.pe/item/118619/cambios-en-la-ortografia-espanola). Uno de los tópicos que puede resultar problemático es el referido al uso de las mayúsculas y minúsculas. En esta nota, hablaremos de los orígenes de ambos tipos de letra y luego explicaremos algunos de sus usos que pueden generar dudas y que se encuentran presentes en la nueva Ortografía de la lengua española.

Origen de las mayúsculas y minúsculas

El origen de estos tipos de letra resulta curioso: “En contra de lo que cabría suponer (…), las letras mayúsculas son muy anteriores en el tiempo a las minúsculas, que hacen su aparición en época relativamente tardía” (RAE 2010: 442). Antiguamente, los romanos escribían con letras capitales o mayúsculas (véase 1); con el tiempo, por cuestión de rapidez y menor esfuerzo, la tipografía de estas letras capitales (capitales cursivas) devinieron en letras de diferente trazo conocidas como minúsculas cursivas (véase 2). Sin embargo, fue a partir de los siglos VIII y IX d. C. que se consolidó el uso de las minúsculas como modelo tipográfico a partir de la adopción generalizada de las letras conocidas como minúsculas carolinas (véase 3) en la época del renacimiento carolingio.
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Algunos usos problemáticos

Como conocimiento general, sabemos que las funciones principales de las mayúsculas son la delimitación de determinados fragmentos del discurso (se emplean para iniciar la oración) y la identificación de nombres propios (nombres de personas, instituciones, países, etc.). No obstante, existen usos menos conocidos consignados por la Ortografía de la lengua española.
Uno de ellos es con respecto a los cargos y títulos honoríficos. Los sustantivos que designan dichos cargos (rey, papa, presidente, etc.) deben escribirse con minúscula inicial, a diferencia de las instituciones a las que pertenecen dichos cargos. Asimismo, las fórmulas de tratamiento y los sustantivos que designan profesiones también deben ser escritos en minúsculas; por ejemplo:

El director general de la empresa, don José Ramírez, envió una carta al ministro de Comercio Exterior y Turismo.

Otro aspecto problemático respecto de las mayúsculas es en cuanto a su empleo luego de los dos puntos. En la mayoría de contextos, se utiliza la minúscula luego de los dos puntos; por ejemplo:

Jorge le pidió a Mario los siguientes ingredientes: harina, azúcar, huevos y mantequilla. (Enumeración)

El alumno rompió en llanto: el profesor lo reprobó. (Explicación)

Sin embargo, existen excepciones a la aplicación de esta regla, como cuando los dos puntos anuncian el comienzo de una unidad con independencia de sentido, p. e. al iniciar las citas textuales, o como encabezados de una carta.

El ministro del Ambiente advirtió: “Debemos procurar respetar los derechos de los nativos de la Amazonía”.

Estimado Pedro Gutiérrez:
Le escribo la presente carta para confirmarle mi asistencia a la reunión del 28 de agosto próximo.

REFERENCIAS
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
2010 Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa.

Fuentes de las imágenes: http://tentulogo.es/blog/wp-content/gallery/tipografias-antes-de-la-imprenta/columna-trajano.jpg, http://www.esacademic.com/pictures/eswiki/73/I_littera_in_manuscripto.jpg, http://personal.us.es/tallafigo/humanistica%20_archivos/image002.jpg

Elaborado por Arturo Martel, Jaime Zapata y Natalia Yoza

Puntuación: 4.53 / Votos: 17

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