Hace 100 años, en una hacienda de la provincia de Andahuaylas, en las alturas de los Andes, nació el escritor José María Arguedas. El suyo fue un caso excepcional en la historia del Perú: a pocas personas les tocó conocer tan íntimamente la fractura que divide a nuestro país entre un sector moderno y occidentalizado (ubicado en la costa), y otro sector indígena y tradicional, sumido en la pobreza y el abandono. Pese a ser un miembro de la clase terrateniente o “misti”, convivió desde muy pequeño con los campesinos indígenas, con quienes aprendió a hablar en quechua y a expresarse con la sensibilidad del mundo andino, muy ligada a la música y a un respeto profundo por la naturaleza. Más tarde debió desplazarse a Lima para recibir su educación escolar y universitaria (se recibiría de antropólogo), pero nunca rompió sus vínculos el mundo andino. Junto con un grupo de intelectuales denominados indigenistas, inició una prodigiosa labor de difusión y reconocimiento de la cultura indígena. Además de testigo privilegiado de la compleja realidad peruana, Arguedas se propuso ser su intérprete a través de su obra artística e intelectual. Si el Perú es un país escindido entre dos mitades conflictivas, él quería romper el cerco que lo dividía y pretendía establecer puentes entre ambas.
Arguedas fue uno de los pioneros de las antologías de canciones y relatos populares del mundo andino, que él mismo recopilaba y traducía al español (destaca su traducción de un texto quechua que expresa la visión de los indígenas en los primeros años de la Colonia: Dioses y hombres de Huarochirí). La difusión del arte de los músicos vernaculares, entre los que destacan los violinistas que acompañan a los danzantes de tijeras, también encontró en él a un promotor infatigable. El estudio académico, a través de la etnografía, de la realidad social y económica del mundo indígena, lo tiene entre sus pioneros, con importantes contribuciones sobre la difícil modernización del mundo rural andino y la masiva migración hacia los centros urbanos de la costa.
Sin embargo, su más importante legado lo constituye su obra literaria, entre las más complejas e intensas de cualquier autor hispanoamericano. La mayor parte de su obra está integrada por novelas, en las que retrata al mundo andino sin caer en los estereotipos denigrantes que eran frecuentes en su tiempo. Ente los más importantes destacan Yawar Fiesta (que narra la celebración de una corrida de toros en una comunidad andina) y Los ríos profundos (relato autobiográfico sobre un niño que descubre los diversos conflictos económicos y culturales entre los terratenientes y los indios). Desde la visión de su obra, la cultura indígena, pese a la violencia y la miseria a que está sometida, es creativa y vigorosa, con una honda compenetración con la naturaleza y un sentimiento de solidaridad con los hombres. Además, sus relatos están acompañados de una descripción admirable del paisaje andino y de sus tradiciones, y con un manejo magistral del lenguaje. Esa es la imagen del hombre andino que Arguedas conoció en su infancia, cuando convivió con los campesinos indígenas, y que toda su vida se esforzó por transmitir a través de su literatura. De ello queda el testimonio de su obra, que este año recibirá innumerables homenajes.
Se ha escrito muchísimo sobre la importancia de la obra de Arguedas. A continuación, les ofrecemos solo algunos enlaces de interés.
Sin embargo, su más importante legado lo constituye su obra literaria, entre las más complejas e intensas de cualquier autor hispanoamericano. La mayor parte de su obra está integrada por novelas, en las que retrata al mundo andino sin caer en los estereotipos denigrantes que eran frecuentes en su tiempo. Ente los más importantes destacan Yawar Fiesta (que narra la celebración de una corrida de toros en una comunidad andina) y Los ríos profundos (relato autobiográfico sobre un niño que descubre los diversos conflictos económicos y culturales entre los terratenientes y los indios). Desde la visión de su obra, la cultura indígena, pese a la violencia y la miseria a que está sometida, es creativa y vigorosa, con una honda compenetración con la naturaleza y un sentimiento de solidaridad con los hombres. Además, sus relatos están acompañados de una descripción admirable del paisaje andino y de sus tradiciones, y con un manejo magistral del lenguaje. Esa es la imagen del hombre andino que Arguedas conoció en su infancia, cuando convivió con los campesinos indígenas, y que toda su vida se esforzó por transmitir a través de su literatura. De ello queda el testimonio de su obra, que este año recibirá innumerables homenajes.
Se ha escrito muchísimo sobre la importancia de la obra de Arguedas. A continuación, les ofrecemos solo algunos enlaces de interés.
http://www.librosperuanos.com/autores/jose_maria_arguedas.html
http://www.andes.missouri.edu/andes/Arguedas/
Asimismo, hay varios reportajes sobre su biografía y su legado:
“Hombres de bronce”: http://www.youtube.com/watch?v=lTM7MqWnPzk
ARGUEDAS, José María
1983 Obras completas. 5 volúmenes. Sybila Arredondo de Arguedas (editor). Lima: Horizonte.
Código en la Biblioteca Central PUCP: PQ 8497.A69Z9 1983
Fuentes de las imágenes: http://www.gacetaleonciopradina.com/2011/01/31/arguedas/,
http://blog.pucp.edu.pe/item/87036/dvd-sobre-arguedas-rescata-valioso-archivo
Elaborado por Javier Muñoz, Javier Pizarro y Jessica Romero