El título de las revistas y de los libros le da al lector una primera idea de lo que va a leer. ¿Por qué su revista se llama Boliche? ¿Qué significa el nombre o qué tratan de expresar con ello? ¿Qué representa el dibujo de la portada y su mensaje apocalíptico?
“Boliche” es el nombre de un simpático cafetín en el que muchas veces nos reunimos para conversar de literatura y de la vida misma. Nos dimos cuenta, en una de esas reuniones, que ese lugar era de apertura, de diálogo, es decir, era un espacio como el que buscamos crear con nuestra revista. De ahí es que decidimos bautizar como “Boliche” a nuestra publicación, aunque los dueños del cafetín no lo saben. El logo, que es el de nuestro Grupo de Difusión Literaria, simboliza la apertura hacia la literatura, así como la importancia de esta para el desarrollo humano. Es por ello que conjugamos la figura del libro y el mundo. Buscamos reflejar la importancia de la literatura para el desarrollo de todas las personas, su necesidad de ser parte de su vida, su sostén.
Tradicionalmente, el público lector de revistas de literatura suele ser muy restringido o especializado, básicamente estudiantes o profesores de esa disciplina. ¿Cómo se han propuesto romper ese cerco y acceder al público de otras carreras que no frecuenta constantemente la literatura?
Justamente nuestra meta es la apertura. La estructura de nuestra revista apunta a ello: convocamos a todos aquellos, especialistas o no, que tengan algún trabajo literario a que nos lo envíen. Lo que pretendemos es volvernos un canal para todos aquellos que tienen una producción literaria, pero no tienen el medio para expresarse. De este modo, nuestros lectores pueden encontrar artículos y trabajos totalmente accesibles e interesantes para ellos, sin importar la profesión que tengan, pues la literatura es de todos y para todos.
Su revista incluye breves artículos de opinión que reivindican el ejercicio de la lectura frente a la avanzada de lo audiovisual (en particular, la televisión). Sin embargo, ¿no consideran que existen formas de lo audiovisual que pueden ser altamente creativas y profundamente cuestionadoras para el expectador?
En efecto, existen medios audiovisuales que generan una actitud crítica en el espectador. Pero, lamentablemente, son muy pocos. La gran mayoría están destinados a la mera distracción del espectador, sin otorgarle nada beneficioso para su desarrollo. Por eso es que nosotros buscamos una reivindicación de la literatura como medio de desarrollo intelectual y moral (de lo cual hay una fuerte necesidad) de las personas.
Las revistas y publicaciones estudiantiles suelen tener una corta vida. ¿Cómo piensan afrontar los sucesivos números de Boliche? ¿Con que vías de financiamiento o de apoyo institucional cuenta un proyecto universitario para llevarse a cabo?
Nuestro principal capital es nuestro trabajo en equipo. Hemos logrado conformar un equipo muy eficiente. Tenemos un plan de organización y desarrollo en el que estamos trabajando constantemente y que nos permitirá continuar largo tiempo con la revista. Existen grupos de apoyo en la universidad, como el grupo E-quipu, del cual somos parte. Ellos nos han ayudado muchísimo en todo lo concerniente a la organización y difusión de la revista. Por otra parte, lo audiovisual es un medio que utilizaremos para ampliar nuestra difusión y eventualmente encontrar auspicios. Estamos trabajando en ello.
Finalmente, ¿cualquier interesado en la literatura puede colaborar con Boliche? ¿Qué tienen planeado para su segundo número?
“Boliche” es una revista para todos, un espacio de diálogo. Los trabajos deben enviarse a gdil.boliche@gmail.com Estaremos muy agradecidos de recibir todos los trabajos que deseen enviarnos. Para nuestro segundo número tendremos la colaboración con cuentos y poemas de autores inéditos que han encontrado en nuestra revista un canal de expresión.
Fuente de la imagen: http://revistaboliche.blogspot.com/
Elaborado por Javier Muñoz