A una patria de un antipatria

Este país, si no fuese por todos sus políticos corruptos que tuvo, sería una maravilla. No es que no lo sea, con todos sus paisajes, restos arqueológicos, gastronomía y cultura en general; pero siempre se pudo y se podrá haber hecho más. Preferir el enriquecimiento personal, teniendo una responsabilidad mayor para con sus conciudadanos, no puede ser más que un acto deplorable, traicionero. Porque todo ese dinero podría haber sido para hacer más y mejores obras, unas que duren y no se caigan a pedazos en menos de un par de años. Todos ustedes innombrables corruptos me volvieron un antipatria. Felizmente soy alguien quien gusta de hacer lo contrario, si me desprecias alguna verdura de la sopa o segundo, aprenderé a terminar todo el plato sin dejar nada. No voy a desperdiciar la comida. Para mí no existe ni existirá nunca la bien conocida “hora Cabana” y es más la detesto. Cuando te vea y oiga chovinista, más querré a toda mi patria, la que no es solo esta. Porque ya aprendí a quererla y eso hace que quiera más, que quiera a todo mi continente. Mientras todos ustedes solo piensan en lucrar, más creeré y me apegaré en Baruch y en su riqueza solo como medio y nunca como fin. Ahora solo pensar en algunos que te quieran dividir, con sus banderas estrafalarias multicolores, anacrónicas y sin sustento o con sus banderas de falso enlutamiento, hace que mi odio se encienda y se irrite más. Esos seres traidores olvidan que ya has sido suficientemente recortada, de ti no se debería perder ningún pedazo más. Igual o peor que algún despreciable corrupto, es algún cualquiera que te quiera dividir. Si no fuese por todos tus malditos políticos corruptos, tendrías igual o más que el gran país de las murallas, rascacielos y trenes de alta velocidad. Sin ninguno de esos felones corruptos se podría caminar de madrugada sin temor de ser robado, de ser asaltado, incluso asesinado. Todo ese daño le han hecho ustedes incivilizados seudo “líderes” políticos, por más traje o corbata o sombreros y títulos académicos que puedan tener. Han pensado egoístamente solo en sus intereses. Aquí tendría que entrar un buen hache de pe para todos ustedes. Solo han pensado en robar. Espero puedas despertar, espero que algunos te quieran de verdad. Espero no llegues a creer de nuevo en mentiras adornadas de ni ningún encantador de serpientes. Por más bandera negra que pueda enarbolar, voy a desear que seas más grande, más desarrollado, de verdad libre. Ojalá sigan así de mentirosos y sinvergüenzas en sus fechorías, que no encuentren arrepentimiento, para que acaben en el infierno. Ustedes son peor que delincuentes comunes porque roban, además de la riqueza, el futuro de toda una sociedad. 


IHS

Dos años, para Él solo han pasado dos años. Todos estos dos mil y veintitantos años para Él solo fueron como setecientos treinta días. Tal vez todos también alguna vez podamos vencer al sueño y, en su Santísimo Nombre, ser luz y nada más que luz. Podrían haber sido dos y hasta un solo año, un solo día, pero nos da mucha ventaja como su misericordia. Salvador desde el principio. Dos mil años de tantas matanzas y nada ha cambiado. Cuántas enseñanzas desdeñadas, traicionadas! Los podrías haber destruido, mandar a tus ángeles y que los eliminen de mil en mil, de diez mil en diez mil y no quedaría nadie; mas los perdonaste! Podrías haber hecho que los elementos de la naturaleza los destruyeran, de nuevo lluvia de azufre ardiendo aunque esta vez a todos, pero tuviste lo que no tuvieron contigo: compasión! Les diste una nueva oportunidad. En todo este tiempo no existiría ninguna ley, cuento ni menos palabra y todo es solo porque así lo permites. Como tener la conciencia consciente, el alma encendida y brillante, en todo tiempo y momento y prevalecer, incluso, en la muerte y hasta en el infierno; claro, sin haber merecido estar en ellos pero salir victorioso igual. Y seguro rescataste todas las almas ya perdonadas de los tuyos! De algún modo en cualquier momento tendría que acabar lo malo y a este solo lo acaba lo bueno. Verdadera justicia solo la puede impartir alguien que ve en el pasado, presente y en el futuro, en el interior de cada ser con algún atisbo de consciencia. Ningún no existente o muerto puede salvar, solo salva alguien que Es y vive, alguien que ha vencido desde el inicio. No salva ni menos da vida algo que nunca ha existido, algo que no se puede salvar ni a sí mismo. Verdadero salvador solo puede ser quien tiene su propia vida en sus manos, solo el que ha vencido puede salvar y perdonar. Todos los demás simples mortales solo somos dependientes, como se dice formalmente, contingentes. Pasas como un viento por sobre todos y ya nos ha conocido, ya nos ha juzgado. Y no hay nadie más justo que Él. El Único quien no puede ser burlado, nadie que pueda decir, «me ocultaré y jamás seré hallado». Primer Único Viviente Rey y Señor en y de todas las dimensiones.


Rey Universal

Cómo un Rey Universal podría ser pobre, o lo que para otros podría resultar lo mismo, vivir con lo necesario? Lo que lo enaltece y lo ennoblece más es que siendo un rey de tal magnitud pueda y sepa vivir con lo poco, usar lo justo. Lo práctico y sencillo hecho persona. Todo lo extremo y contrario de algunos quienes incluso se endeudan por mantener su vanidad u algunos “líderes” que roban a su propio país. Porque si de este Rey son todas sus tierras (planetas), entonces quedamos en ella y de esa forma también es dueño de uno; la tierra que somos uno mismo. Qué sería de cualquier mundo lleno de vicios y despilfarradores? Encontrar a alguien que escoja y prefiera el ayuno pudiendo alimentarse con todos los manjares posibles. Quién sería el que a pesar de poder tener esclavos y esposas a sus pies elija dejar libres a todos y preferir la castidad!? Un Ser cuyas únicas posesiones son una túnica y un par de sandalias. Para poder al menos intentar vencer a la muerte sería bueno y mejor primero intentar vencer a uno mismo; poder vencer a la vida! Todas las cosas le pertenecen al que vive más tiempo, a un inmortal, el mismísimo dueño del tiempo; todos los demás solo cuidamos lo que creemos poseer, nuestra ilusión de que algo nos pertenece. Tal vez solo a alguien que ha demostrado que puede desprenderse de todo se le puede dar eso mismo. Si uno desea apagar un fuego no se lo alimenta con más combustible. 

            Pobreza puede ser un término muy relativo, pues lo que para unos es un sencillo, propina, para otros es toda la paga de un mes. Como el menú de más de un salario mínimo. La economía tendría que ser siempre un medio y nunca un fin, como que ya no le puedes sacar más líquido a algún objeto seco. Si se ve a algo como un fin no importa si se desgasta, depreda, exprime y elimina todo su contenido; en cambio, al ver algo como un medio, se lo mantiene, protege, se lo toma como un escalón para otro fin mucho mayor. No es el objetivo mayor de cualquier viviente que su especie se mantenga en el tiempo y no se extinga? Con excesos es muy difícil mantener y sustentar lo que es finito. Si todos siguiéramos los pasos de un rey glotón, bebedor, mujeriego y vicioso en general, a la larga, terminaríamos con hambrunas y deformes por la endogamia. Guerras por agua y comida. Pareciera que su planeta les parece grande, y en cierto modo lo es, pero ni grande ni inmenso son sinónimos de infinito. Porque tal vez en el fondo lo que vista y alimente a alguien no sea ni su sudor ni su dinero, sino lo mismo que nutre y abriga a los campos y demás animales en general. A todos los demás quienes morimos nos envuelven las circunstancias. Tener la potestad de hacer de alguien no un caballero, sino un ángel verdadero.


Contraextinción

Qué podría diferenciar a la ciencia del mero conocimiento? Más allá de cómo es que se adquiere y retiene lo que podemos llegar a saber, lo cierto es que todos sabemos algo. Partes de algún saber que deberían cooperar en lugar de pugnar. Desde lo que podría ser lo rudimentario y básico, hasta lo que puede llegar a ser más complejo, es posible llegar a aprender y a crear. De una mascota entrenada y de la que se puede decir que sabe reconocer señales y órdenes, resulta difícil poder decir que tal animal tenga consigo ciencia. De igual forma de algún ser que sepa y pueda crear un arma (herramienta), por más maravillosa e ingeniosa que sea, con el solo fin de dañar, incluso a sí mismo, es complicado reconocer en ello algo científico. Qué ciencia puede haber en la mera destrucción!? Tal vez se tendría algo más de ciencia si con algún conocimiento se hicieran cualquier tipo de obras con el fin único de edificar, de sanar. Qué sería de un médico que engaña a sus pacientes y, peor aún, se engañe a sí mismo al creer que puede salvar una vida, cuando no es así, o creer a una vida perdida cuando tampoco es así; recetar medicinas equivocadas! Si se pudiese hacer alguna ciencia de la política, qué de científico habría en realizar, avalar, y enmascarar actos de corrupción!? Porque su problema no es su ideología, sino la falta de consecuencia con sus valores y su historia. En ese sentido, si hay algo que se pueda llamar ciencia, tendría que ser todo lo opuesto a la destrucción, a lo corrupto y más bien luchar contra ello; encontrar un antídoto a la entropía. Cómo podría la verdad destruir y la mentira construir? Esto sería solo en el caso de una vida llena de vicios y malvados, un mundo invertido. En un mundo ideal lo único que la verdad destruye es la mentira. Cómo podría ser la mentira parte de la ciencia? Un conocimiento orientado a la maldad no podría hacer otra cosa sino solo destruir, todo lo opuesto al fin primero de la sapiencia que, en el peor de los casos, intenta y desea dilucidar, esclarecer. Al contrario de dar luces las mentiras solo oscurecen, en ningún sentido podrían ser sustento de ninguna construcción. Como desear alumbrar el camino con oscuridad, seguir solo sombras. Para casi todo lo demás existe el diálogo excepto para lo falso. La “ciencia” de la concupiscencia.

      Si al final de sus días el así llamado sapiens sapiens solo consiguió depredar, contaminar y autodestruir su ambiente, será porque nunca jamás en su existencia conoció lo que puede llegar a tener la denominación de ciencia. Será también porque jamás se sintió parte de lo que le rodea y más bien lo trató como a su peor enemigo. Mal y demasiado rival se habría buscado el simio sin cola con ropa, pues la naturaleza seguro destruye a lo que la quiere destruir. Cualquier criatura autodenominada inteligente, por el solo hecho de llegar al borde de la extinción, sería debido a que en su existencia solo alcanzó a tener un conocimiento egoísta que lo mantuvo en estado de sobrevivencia. Solo una bestia desquiciada podría ir de forma alocada y violenta hacía la muerte sin que nada más le importe. Qué de inteligente o científico puede tener y haber en un ser que lleva a la extinción a otras especies y a sí mismo?


Manzana tóxica y podrida acaramelada

Hay una falacia, que, si bien en algún tiempo medieval pudo haber sido lícita, en la actualidad no es más que un mero prejuicio; en el peor de los casos, ya debería ya ser uno de tantos. El sesgo relacionado con las prendas que alguien pueda vestir reza: “como te ven, te tratan”. Se olvida en ese momento que la diferencia entre la vestimenta de alguno de la realeza y cualquier vasallo en alguna época pasada seguro era mucho más marcada, mas parece que algunos quedaron atornillados en ideas de épocas ya históricas. Tal vez esta ya mala frase podría conservar vigencia si no hubiera los famosos ladrones, corruptos de cuello blanco; más bien ahora se hace común los delincuentes con camisa. La vestimenta sobre todo y con mayor razón en estos tiempos no hace más que enmascarar a un pillo y estafador como una persona de bien. De qué vale usar la mejor y más cara marca de ropa si se es un delincuente? En una época antigua no cualquiera tenía uno o más de un corcel y su carruaje con su respectivo cochero ni menos a alguien encargado de que lo vista y desvista. Por más de no saber qué pueda ser la hermenéutica ni la exégesis, debería haber algún mínimo sentido común que nos diga que no se puede mirar con ojos actuales las costumbres y comportamientos antiguos. Solo a uno sin vida y con muchos resentimientos y complejos le importaría qué marca y modelo de zapatos o zapatillas calce alguien, así como cualquier otra prenda. El principal y gravísimo problema, en algunos casos relacionados a la creación de vestimenta, es la explotación, la mano de obra que linda con la esclavitud. Otro grave problema que acompaña a este prejuicio es todo el montón de desperdicio, incluso tóxico, que se genera desde la fabricación, como tintes arrojados a ríos, hasta la contaminación de todas esas ropas como cerros de basura al ser descartadas. Ni hablar de los problemas a la salud pública por contaminación de metales como el plomo, cadmio entre otros provenientes de tintes baratos que se usan en la fabricación. Ropas prohibidas en unos países que se venden libremente en otros. Sería bueno que los prejuicios y falacias de algunas frases y expresiones, sobre todo antiguas, quedaran, además de en su tiempo, en algo teórico, sin embargo, se convierten en abuso hacía otras personas, además de hacer campos y aguas contaminadas en la realidad, en la naturaleza. Así como superficial puede ser la idea de alguno, así con esa misma idea superflua juzga a otro, lo que es un grave error. Lo que importa de una persona jamás de los jamases radicará en lo que traiga puesta.


Fortuna

La suerte del hombre por sí sola tal vez no signifique nada. Qué sería de la suerte si nadie la mereciera? Si se tratara de hablar de ello, todos los que lograron la oportunidad de nacer ya la tuvieron, aunque sea solo el comienzo. Luego nos embarcamos en las circunstancias y lo que pueda ser el destino. El solo hecho de lograr células fertilizadas ya es motivo de alegría, “embriones sintéticos”. Como Job uno puede ser probado y el que permite la prueba es la suerte misma. Lo peor es confiar la suerte en un mortal como uno mismo o en algún objeto que luego el fuego o el tiempo deshará. Pedimos que nos acompañe la suerte cuando no hacemos nada por ella, nada por uno mismo. Le den el nombre que le den, desde superstición, cábala, amuleto, azahar, etcétera, la suerte es un don. Qué sería de una bestia como un león con la razón e inteligencia de un humano? Como la fuerza, no es algo que le pertenezca del todo a un mortal. No es algo que se pueda tocar ni se le pueda dar en demasía al que no la merece, aunque a veces suceda. No se puede donar lo que no se tiene, dar cariño a alguien que no lo siente; o también, claro, se podría intentar romper rocas con los puños. Inútil como dar razones a un irracional. Parte de tener suerte es tener cariño, querencia, para dar y recibir. Todo don viene únicamente de quien puede donar. Suerte es resucitar después de tres días de muerto! 

         Lo contrario sería toda la desgracia, vivir humillado, despojado y alejado. Si no se puede exterminar, existe la opción (suerte) de alejar eso que no se desea. No tener suerte, lo que es lo mismo que tener mala suerte, es dejar de tener conciencia, dejar de existir, perder el alma: la llamada “segunda muerte”. Más miedo o preocupación debería dar el dolor más que desaparecer, pues el dolor no es solo físico, se bifurca y se suele hacer caos antes de desaparecer; en cambio, la desaparición, es un cese, un pare. A una se le puede percibir, a la otra no. La tanta maldad y bondad del hombre hecha y por hacer también encuentra un descanso. Lo cierto es que el dolor es la mentira y a su vez la misma mala suerte. Lo único verdadero doloroso es la mentira. Tal vez parte de tener algo de suerte sea pasar a la desaparición sin pasar por el dolor. Nadie más que un mentiroso detestaría a un veraz. Nadie podría decir que por mentir no ocasionó algún dolor. Menos mal que uno es en lo que pone su confianza, si ésta se deposita en algún amuleto o figura que se roe y se pudre, igual es lo que se obtiene, algo roído y pútrido. Hay Imágenes e imágenes, cada cosa que perdura o se acaba. Nada creado es la suerte sino lo que crea, lo que ha engendrado y fabricado absolutamente todo. Lo que de verdad ha sido bueno y útil regresa, aunque sea en otra piel. 


Neosaurios

Desde la era de los dinosaurios, y quizás mucho más antes, hasta el poder conseguir algún producto cárnico en alguna nevera de alguna tienda o supermercado, nada o muy poco ha cambiado. Los que pueden abusar abusan y matan. Por más o menos civilizados que se llamen unos y otros, por ser parte de una especie, es imposible que no tenga repercusión ni afecten a otros los actos horrendos, crueles, salvajes, etcétera, cometidos por un grupo o incluso un solo individuo. Mucho peor en un ser con al parecer mayor conciencia y razonamiento. Podrán ahora no ser enormes saurios, pero la sangre, la muerte y todo lo que se relaciona al trauma de herir y matar a un ser vivo es lo cotidiano, lo que aparece en páginas de internet, en televisores, en emisoras radiales y hasta en los periódicos. Podrá ya no ser solo la fuerza bruta con enormes bocas, dientes y colmillos, pues ahora es peor, son misiles hipersónicos con ojivas nucleares. Desarrollo, evolución y civilización, deberían ser orden y control, justicia. Que una especie, en el peor de los casos, no se asesinen entre ellos. No llego a ver qué es más utópico, si la anarquía racional en la que creo o llamar civilizado y desarrollado a una especie todavía cruel y vengativa; seres a los que la infausta frase “si quieres paz, prepárate para la guerra” les asienta y seguro respaldan aun siendo falaz. La paz debería ser para todos y no solo para el que tenga la fuerza bélica. Tal parece que el paso de un reino animal a uno de supuesta y relativa racionalidad nunca ha sucedido, y si ocurrió, fue un paso de un reino animal a uno incluso mucho más contaminante, salvaje y destructivo. Un mundo lleno de seres peores que ogros, ratas y serpientes disfrazados de homínidos; seres que usan la inteligencia para mentir y hacer solo maldad. Matarse por oler distinto, aunque se vean parecidos, y por ser de distintas fronteras. Aunque no sea el canibalismo la regla, es algo que seguro ha sucedido entre seudo inteligentes, lo que los vuelve nefastos. Para nada es evolucionar, si además de matar por matar, también se contamina con residuos tóxicos y de difícil biodegradación. Al final parece que no hay ni desarrollo ni evolución, sino solo una línea temporal continua de muerte y destrucción. Evolucionar debería ser conseguir la paz verdadera o al menos intentar encontrarla. 


Moderna infertilidad

Ahora parece que lo moderno se normaliza con lo infértil. No todo, claro, tendría que tender a evolucionar, prosperar. En uno u otro momento, sobre todo por errores propios, nos podemos encontrar con el estancamiento. Lo estancado es lo más cercano a la extinción. Cada uno en su momento tiene su propia señal de pare, su acmé. Para que algo se estanque y tal vez luego se extinga, debe ser porque no se adaptó y por ello perdió su oportunidad. El planeta mismo es una oportunidad para compartirlo de la mejor manera, explotarlo de la misma forma y poder algún día escapar; ya la palabra “explotar” de por sí suena grave y fuerte. Como cualquier cosa que se mal usa y se mal comparte se arruina pronto. De la más absoluta opulencia y fertilidad se puede pasar a la desaparición total. La oportunidad es para ser oportuno y aprovechar el momento, luego no hay más; al menos, en cosas relevantes y que de verdad importan, las oportunidades son escasas y hasta únicas. Vivimos rodeados de cosas que a cada instante se desvanecen, lo peor es acelerar ese desvanecimiento, colaborar con la desaparición. La idea es que todas las cosas, tengan o no vida, duren el mayor tiempo posible. Fértil no solo es lo que se reproduce, sino también lo que se mantiene a través del tiempo. Qué sentido habría en darle más años de vida a un ser malvado? Qué sentido tendría un mundo lleno de malvados? El único sentido de todos estos es la destrucción por la destrucción; de cualquier modo, en cualquier ámbito. Su sostén y refugio son el mantener ciegos, atontados y fanáticos a sus consumidores (seguidores) con lo “nuevo” de cada temporada. Si se supone que hay un Dios y ese Dios es todo, entonces ya no existe nada nuevo. Fuera de Él todo lo demás es pura y mera vanidad. Algo que creadores y buscadores de modas y tendencias jamás entenderán.  

          Si es que hay algo que pueda ser nuevo o moderno, solo podría ser lo verdadero bueno. Lo malo es todo el estancamiento, destrucción e involución. Algo destructivo no puede hacer ni crear nada nuevo. Mucho peor que querer normalizar la infertilidad es querer hacer ver lo malo como bueno. Como llamar trabajo, un acto en toda su esencia bueno y positivo, a actos tan deplorables como despreciables como el asesinato, el secuestro, la extorsión, el robo, la estafa y la violación. Salvando todos los tiempos y distancias, quizás la sociedad en general en un futuro acepte y adopte sus propias “hienas”, esa gente, varones, pagada por mantener relaciones sexuales con féminas púberes en algunas zonas y pueblos de Malawi. Me ha tocado ver y oír comunicadores en sus noticieros (de diversos países) que llaman trabajo a todos esos actos más que repudiables, con excepción al de violación. Es parte de esa indignación estás líneas. Tal vez algún día se normalicen las “hienas” en todos los países del mundo y esto escrito quede desfasado. Como es una “cultura” y costumbre se la tendría que respetar. La violación como trabajo…


ΧΡ

Hay un Hombre, que si bien ya hace mucho tiempo caminó por la tierra, podría hacerlo de nuevo a su pleno antojo cuando quisiera: tal es su grandioso poder. Sería una tristeza y decepción que muchos quienes dicen creer en su Santo Nombre piensen que está muerto como cualquier otro simple mortal; por otro lado, también, es entendible sus debilidades, temores y su naturaleza humana. No se puede engañar a quien conoce cada punto y cada coma de cualquier lenguaje, cada producto, suma, resta o división. Él es el mismísimo tiempo quien pone las cosas en su lugar. Podría haber eliminado en un parpadear a sus captores, hacerlos polvo, mas se dejó martirizar y sacrificar para salvar a todo su pueblo. Les volvería a pegar una oreja más de una vez. Seguro que más difícil que vencer a la humanidad fue vencer a la muerte y al infierno y en tres días salió victorioso, glorioso, nuevo, renacido. Todo para no volver a morir jamás, sino para vivir eternamente. Quién capaz de ordenar a la muerte que le regrese a alguien y se cumpla! Su única culpa tal vez debió ser la ira contra cambistas y mercaderes, tan difícil como creer que si no se pecara no se moriría. Cómo no perdonar una culpa ocasionada por la sed de verdadera piedad y justicia, pedir algo tan básico como el respeto a lo sagrado. Es difícil, por no decir imposible, encontrar en la humanidad alguien con toda la libertad y potestad de matar, pero que en su lugar elija perdonar en todos los casos. Como al centurión, quien sin ser ni de su cultura ni religión, salvó a su querido sirviente. En dos mil años y más, la humanidad ya debería haber aprendido, sin embargo, los errores son ni más ni menos los mismos de siempre. Idolatría y excesos. Tendrá que llegar un hartazgo, el cordero volverse león y nadie podrá juzgarlo por lo que haga. Para alguien de quien ni la historia ni los pensamientos más íntimos de todos quienes viven y vivieron se le escapan, le es más sencillo y justo su juicio. Lo de, “ustedes tienen contados todos sus cabellos”, no solo es una simple alegoría ni eufemismo. Por más diversos calendarios que pueda haber, el que impera, rige y regirá es el “después de Cristo”. Quien hace nuevas todas las cosas.


De la duda al silencio

El escepticismo es un término mal entendido tal vez por una gran mayoría de personas. No puede haber algún escéptico que niegue algo, pues negar ya es una confirmación sobre ese algo, lo que un escéptico haría es dudar. Si se niega o afirma algo ya se toma una postura, lo que un escéptico seguro evitaría, más si no tiene pruebas suficientes. Suspender el juicio no es tomar partida sobre cuestión alguna. La suspensión del juicio tal vez esté más ligada al famoso: “Wovon man nicht sprechen kann, darüber muss man schweigen”. Suspender el juicio tal vez en algún modo sea callar, pues uno puede pensar solo para sí mismo, razonar y replantear su postura. Lo cierto es que nadie puede llegar a saber todo, por ello no puede tener toda la verdad. La clásica frase resumida en, “ἕν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα”, debe ser la mejor expresión para tener una idea de las eternas dudas que aquejan al hombre. Tal vez el único silencio debiera ser el silencio hacía los otros, pues uno mismo no puede, o tal vez no debería, estar en silencio con sus pensamientos. Para los enemigos, si los hubiese, tal vez sería coherente la duda con su silencio, en cambio, para los amigos, para los verdaderos amigos, parece más idóneo la duda, pero sin silencio. Dudar, a diferencia de negar, todavía piensa y repiensa las cosas, el que ha negado, para bien o para mal, ya está fijado en una idea (en este punto deberíamos recordar que nadie sabe todo). De manera objetiva hay cosas que el hombre todavía no ha llegado a conocer, ni quizás nunca conozca, pero en su subjetividad puede tener algunas certezas. Por conocer una parte no se puede decir que se conoce todo, si bien es un inicio, el hombre no conoce todo ni de su particularidad ni de su generalidad. En el peor de los casos uno se debería esforzar por conocer y perfeccionar su subjetividad, lo que se podría resumir en la célebre y sabia frase “γνῶθι σεαυτόν”, de la que, incluso, no se sabe a ciencia cierta su autoría. Algo relativamente próximo como más o menos dos mil quinientos años provoca debates y dudas, qué más complicación debe de ser algo que nos aventaja millones, lo que para unos puede ser realidad, para otros todavía es una ilusión. Lo que para algunos es ataraxia, para otros puede ser una tortura. Tal vez podamos llegar a conocer y tener alguna idea de lo que puedan ser el número uno o siete o diez millones, etcétera, pero está claro que no se puede llegar a conocer todos los números (aunque tenga o no practicidad conocerlos a todos). Los decimales de pi siguen y siguen para acercarse a lo que idealmente pueda ser un círculo, pero algo completo y perfecto debe de estar por encima impidiéndole, como a todas las demás otras cosas existentes, que roben su corona de perfección, que lo sobrepasen. A todo lo demás solo le queda intentar emular lo perfecto, pero ni por temor ni por callar ni por dudar se debería de seguir intentando buscar preguntas y respuestas.