Si se me preguntara qué es la droga, respondería: es la sustancia psicoactiva que ha tenido que ser procesada por el hombre para luego poder ser usada. La suma de natural más natural solo puede dar un objeto natural. Natural por haber estado mucho antes del hombre. Natural por el solo hecho de existir. Natural porque está donde está el hombre. Natural porque tal vez hasta estará después del hombre. A menos alguien diga que las plantas han sido después del hombre, la aquí en cuestión, así vilipendiada y hasta discriminada, forma parte, quierase o no, de ese reino mucho más antiguo. Aun, sin embargo, en la misma naturaleza se dan fallos, fallos que no podrían suceder sino solo por defecto o exceso (Aristóteles escribe mucho mejor sobre esto último). Mucho oxigeno podría terminar dopandonos y hasta matándonos al igual que el agua o la comida o alguna otra substancia que en principio podría parecer inocuo. Cuales son de las cosas que se han hecho para el hombre y cuales no? Parecería ser solo el fruto de aquel dichoso árbol del jardín del edén lo que no podía tomar el hombre, luego, expulsados, todo queda, parece, a su entera discreción y responsabilidad. Como droga incluso podría verse, sin siquiera la necesidad de consumir algo directamente, lo que causa adicción y conlleva daño al afectado. Algo que cree un alienado y enajenado de la peor manera. Cuánto más natural es el tener que agregar compuestos extras, por lo general tóxicos, para extraer la substancia deseada a dejarlo simplemente al sol luego de ser cosechadas? Algún profesional medico no recomendaría fumar uno o dos cigarrillos para alguna dolencia; sin embargo hay una planta que no solo es recetada, sino también puede ser usada en otras industrias. Poder ser usada hasta como alimento, a diferencia del tabaco, y tener como legal a uno e ilegal al otro. Por no estar diseñado, el pulmón para recibir otra sustancia más que oxigeno, no hacemos una apología que incite al consumo, al menos fumando, sino más bien en contra de la arbitrariedad que todavía existe en las leyes, sobre todo y más, en “países en vías de desarrollo”. Aún así, como no nos podemos tomar el mar, entre sustancias que son legales y que se encuentran en cualquier kiosko o bodega a otras todavía en debate político, que bien explotadas, podrían dar mayor aporte que eso legal, es a la que damos nuestro voto. Lo cucufato y lo mojigato o la misma desinformación no debe ser algo extraño tampoco en los países llamados desarrollados, pero parece, al menos, que la mentalidad es en algún grado más libre. Que Washington D.C. haya legalizado, inclusive para el consumo por esparcimiento y ya no solo medicinal de la planta en cuestión, no dejará de ser un hecho histórico ni relevante. El mundo no sería lo mismo sin esa capital. Parece tampoco que el problema no es de la droga, cualquiera que sea, en sí, sino de quien la consume que luego de hacerlo se cree con alguna capacidad superhumana y terminar muriendo o malherido, no saber controlar sus impulsos, ser muy sincero o muy mentiroso. Seguramente, aunque puedan estar afectando su salud, no todos los drogadictos son desquiciados o conflictivos. Cómo quitar sus costumbres a grupos sociales como los rastas o los babas hindúes y que es hasta parte de su religión? También, claro, tal vez podría ser solo una escusa para poder tener momentos de esparcimiento. Aunque cada país sea soberano es soberano también el derecho de cada hombre y su grupo social. Lo fácil es quemar; pero cómo escondes la semilla? Cómo haces a una semilla, Ser todavía en potencia, algo malo, ilegal? Tal vez tampoco convenga a grupos empresariales poderosos, porque lo que puedes plantar en tu jardín necesitó a lo sumo solo tu esfuerzo a la pérdida de mano de obra, todo lo que su industria necesita y genera y por lo mismo que pueda perder.