Baruch
Y por qué pues, oh!, gran Spinoza solo pediste tus cortinas y tu catre pudiendo pedir algo más. Ya he lamentado que no podré ser como tú o hacer lo que has hecho tú. Pero nunca podrá ser un lamento el decir que si hubieran más hombres como tú sería otro el mundo; obviamente uno mucho más feliz y no por otro motivo sino solo por la Cosa mejor del Hombre, además de lo otro a lo que te dedicabas. Podría estar seguro de que eso que te hacía feliz lo podías lograr haciendo eso que del todo no es desemejante. Era pues pulir, que tratándose de lentes sería también aclarar. No se puede pulir para opacar, es una grave contradicción. La Cosa mejor del Hombre es que no solo pule lentes y si él mismo está turbio qué pues puede aclarar. Seguro uno ama a quien o a lo que lo hace feliz. Ama más seguro a quien más lo hace feliz. Podría ser también, y únicamente, por estar en un error, que se ame más a eso que menos feliz te hace y se ame menos a eso que más feliz te hace; qué tanto se puede pecar solo por conocer el pecado de otro, se hace un cómplice? Vaya uno y cada quien a saber por qué yerran unos y por qué otros. Al ser tan automático un trabajo que puede caber en lo artesanal, la atención puede centrarse más en una idea o el querer encontrar algo que pueda llamarse así; ideas de seguro hay muchas, pero más estrecho serían tal vez decir ideas buenas, ideas malas, ideas importantes o ideas todo lo contrario a lo que puede ser el idear en sí. Tampoco puede perderse del todo en eso que ya hace de forma automática pues puede arruinarse a sí mismo o arruinar con lo que trabaja, cosa que puede resultar siendo hasta fatal. No solo se maneja un vehículo o aparato, sino que además se tiene que prestar atención al exterior, así únicamente no realiza una sola acción. Tampoco la Cosa mejor del Hombre es que no haya causado estragos, por pensamientos de unos han matados muchos; que no se tenga a la Historia para no aprender de ella ni tampoco para estancarse en su historia y hasta llegar a matar por ella. Como ser viviente, con un cerebro encendido, al menos debería tener ideas malas a no tener ni ello. No puede amar menos que algo inerte, pero sí puede odiar más que éste. Como ya se ha diferenciado de cualquier otro animal doméstico y salvaje, y es algo que no está mal, en su lar duerme por encima de las bestias y en el suelo solo por gusto o necesidad. Impedido con eso único que se ha hecho de conjuntos, que se pone ante sus ojos y que le impide ver y a la vez lo cubre de aire y de la lluvia (cosa rara que parece servir y no servir), además de un cristal o vidrio cualquiera, por la poca privacidad que no implica toda maldad, una ventana con una tela que por un uso lleva otro nombre, seguro también para decir que al menos alguien habita allí; alguien quien puede estar con un trapo colgado sin tener que arrastrarlo y mordisquearlo, hacer de una tela cortina, separación hasta por necesidad como la separación del piso con su cuerpo gracias a haber modificado el fierro o la madera; cama que es para una sola persona. Sin ser moralistas para otros sí lo somos un poco para nosotros; es en algo hipocresía? Cada uno mismo debe tener un límite que sin entrar en un exceso se mueve en rangos. No se puede estar formados en filas toda una vida aun siendo continuamente alimentados ni hacer los mismos trabajos ni mucho menos pensar lo mismo, pero tampoco se pueden negar las concordancias. Claro que también que hay quienes deben gustar del guerrear por guerrear. Como las mentiras de las cuales se pueden inventar muchas y muy bien planeadas, es más estrecho seguir algo que es solo de un modo posible. Vivir en un mundo sin disfraces ni por mera jocosidad. Las mentiras son sacar muchos hechos de muchos hechos, es algo que no se puede encontrar a sí mismo. Como alguien sin identidad y sí mucho poder, podría delinquir a sus anchas; tampoco es que a otros ni les impida ni les límite delinquir el tener identidad. Tal vez lo común crea a todo común como ella misma, lo que no es común no se ve a simple vista, a simple vista se ve lo común. No es algo malo ser o estar en lo común, pero si todos quisiéramos ser algo menos comunes y más sobre todo en cosas que estén comúnmente mal, habría tal vez menos puertas con puertas además de una reja. Quién encuentre un grano de un fino diamante en las playas de arena y preferir a una de éstas últimas.