Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE 2015), inferir se define como “sacar una consecuencia o deducir algo de otra cosa.” Por tanto, se debe entender que la lectura inferencial se refiere al momento en el que se completa la comprensión de la información que se ha leído en una primera instancia (lo que se denomina lectura literal) con suposiciones o ideas que se pueden deducir del texto. Es decir, se exige, en este nivel, la interpretación o deducción de información implícita. Para lograr esto, al finalizar la lectura, se deben plantear preguntas inferenciales; en otras palabras, formular interrogantes que sirvan para captar el significado del texto y que estén orientas a esbozar hipótesis. Esto debe realizarse teniendo en cuenta los saberes previos del lector. Además, también se tiene que tratar de relacionar las diversas partes del texto entre sí. Estos ejercicios están orientados a deducir qué es lo que quiere decir el texto y qué es lo que no dice de manera explícita. En este sentido, podría indicarse que la lectura inferencial comprende tanto lo explícito (lo que se dice) como lo implícito (lo que no se dice). Por ende, debe generarse un “diálogo” entre el texto y el lector que simplifique la elaboración del conocimiento.
Como se mencionó, la lectura inferencial debe realizarse empleando estrategias de deducción, pero también de inducción y de discernimiento. Deducir implica “sacar consecuencias de un principio, proposición o supuesto” y, además, se debe también considerar que deducción es “método por el cual se procede lógicamente de lo universal a lo particular” (RAE 2015). Por ejemplo, si se presentan las siguientes oraciones:
- Los mamíferos son animales vertebrados.
- El caballo es un animal vertebrado.
Lo que se deduce de ambas ideas es que, efectivamente, entonces, el caballo es un mamífero. Se ha partido de una idea general (todos los mamíferos son vertebrados) a una particular (el caballo es un mamífero porque es un animal vertebrado).
Del mismo modo, según la RAE (2015), inducir implica “extraer, a partir de determinadas observaciones o experiencias particulares, el principio general que en ellas está implícito”. Siguiendo esta explicación, la inducción como estrategia de la lectura inferencial es un proceso en que se establece una generalización a partir de varias ideas planteadas en los párrafos de un texto. Esto supone que, si se presentan dos o más elementos comunes entre diferentes ideas durante la lectura, será posible plantear ideas nuevas que contengan dichos elementos compartidos. Por ejemplo, leamos los siguientes enunciados:
- La legalización de la marihuana en Holanda provocó un incremento de los casos de esquizofrenia.
- Desde que se incluyó a la marihuana entre las drogas de uso legal en Alaska, se han presentado mayores casos de esquizofrenia.
Se puede proponer una generalización tomando en cuenta los casos mencionados: En algunos países, la legalización de la marihuana está relacionada con un aumento del índice de pacientes con esquizofrenia.
Finalmente, la tercera estrategia se relaciona con la noción de discernir, es decir, “distinguir algo de otra cosa, señalando la diferencia que hay entre ellas” (RAE 2015). De este modo, el discernimiento es un proceso que implica una interpretación en la que se toma como base el análisis de las ideas, así como la vinculación que existe entre ellas y su contexto. Mediante esta estrategia es posible determinar las ideas más importantes, así como una jerarquía entre ellas. Es importante considerar que el discernimiento incluye dos etapas: la identificación de la información en el texto y la selección de la información relevante según el tema establecido. Por ejemplos, en el siguiente texto, ¿qué es lo más importante (en función de lo que propone el título)?
Consecuencias sociales de los videojuegos en los niños
Los videojuegos se han convertido en una forma de entretenimiento cuestionable por los potenciales peligros que entrañan. Es cierto que, si su única diversión es jugar con la consola, el niño se volverá un adicto. Esta dependencia también originará que deje de relacionarse con sus amigos y de prestar atención a su entorno. Además, los niños pueden quedar expuestos a contenidos no aptos para su edad, porque algunos videojuegos contienen escenas de sexo, violencia y emplean lenguaje soez. También, existe riesgo de sobrepeso u obesidad debido al sedentarismo. Finalmente, conectarse con otros jugadores a través de Internet, puede provocar que los infantes conozcan gente indeseable o que faciliten datos que no deberían.
(Adaptado de http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/educacion-infantil/aspectos-positivos-y-negativos-de-los-videojuegos-para-los-ninos-60)
Si el título se enfoca en las consecuencias sociales, el lector tendría que discernir que la información relevante es aquella que alude a la idea de aislamiento por parte del menor y su desinterés creciente por lo que sucede a su alrededor. También podría rescatarse lo que se menciona en relación a los contenidos de los videojuegos, ya que afectaría a su vida social futura.
En conclusión, se puede resumir todo lo explicado anteriormente a través del siguiente cuadro:
Fuente de imagen:
http://eltamiz.com/elcedazo/wp-content/uploads/2011/08/El-Rey-de-la-deducci%C3%B3n-l%C3%B3gica.jpg
Bibliografía
ANDRADE, Martha.
2007 “La lectura en los universitarios. Un caso específico: Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca.” En Tabula Rasa, número 7, Bogotá: Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, pp. 231-249.
<http://www.redalyc.org/pdf/396/39600711.pdf>
KABALEN, Donna M. y Margarita A. DE SÁNCHEZ.
1995 “Texto básico. Unidad 2 (c). Lecciones 18, 19 y 20”. En La lectura analítico-crítica: un enfoque cognoscitivo aplicado al análisis de la información. México: Trillas.
<http://postgrado.una.edu.ve/habilidades/paginas/kabalen_c_181920.pdf>
Elaborado por Claudia Duharte y Diego Márquez