Otra estrategia de redacción: la causalidad

¿Qué sucedería si no pudiéramos explicar los motivos por los cuales suceden los acontecimientos?

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 Uno de los objetivos más importantes que puede ofrecernos una buena redacción es la posibilidad de poder explicar, clara y coherentemente, cómo se generó un determinado problema. Es decir, el autor de un texto tiene, en algún momento, la inevitable necesidad de explicar el porqué (la razón, causa o motivo) de alguna idea. Lo mismo sucede cuando uno tiene la necesidad de desarrollar la consecuencia de un tema particular.

 

Así, dependiendo de la situación, se encuentran modalidades de redacción en donde tenemos que organizar diversas causas o consecuencias, debido a que el texto así lo requiere. En estos casos, el redactor cuenta con distintas opciones para poder ordenar estos elementos, ya que el orden no afecta al desarrollo de las ideas y, por ende, a la comprensión del texto.

 

A esto se le conoce como estrategia causal y lo que busca es crear una secuencia entre los elementos que componen un proceso, es decir, entre todas las partes que colaboraron a que exista un resultado final específico. Es importante notar que, en el uso de esta estrategia de redacción, los factores intermediarios que son parte de dicho proceso son, al mismo tiempo, causas y consecuencias. Esto tiene como base la idea de que nada puede provenir de nada y es por eso que se asume que existen antecedentes que están relacionados con circunstancias posteriores. Recordemos la estructura del esquema de cadena causal:

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El gráfico previo no representa la única forma de construir un esquema causal. Puede elaborarse de distintas formas, siempre y cuando se respete un requisito fundamental: el esquema siempre debe evidenciar el orden lógico que se sigue al establecer una cadena de causas y consecuencias. En otras palabras, debe revelar el cumplimiento de la estrategia. A continuación, se presenta un párrafo de encadenamiento causal:

La DCI y su implicancia en la repitencia académica

La desnutrición crónica infantil conocida como DCI puede generar, como consecuencia a largo plazo, la repitencia en muchos escolares peruanos. Esta situación podría originarse, debido a que muchos padres no pueden brindarles una buena alimentación a sus hijos. Una familia que posee un entorno seguro y estable económicamente tiene acceso a la información y a consumir alimentos saludables. En cambio, los hogares de menores recursos no tienen acceso a ingerir una cantidad suficiente de nutrientes, ya que su economía no les permite acceder a ellos. Esta mala alimentación ocasionaría que el estudiante no reciba los nutrientes necesarios, como hierro, yodo, zinc, entre otros, lo cual afectaría de manera significativa el desarrollo cerebral del niño.  Debido a estas razones, un niño que padece de DCI puede ser un estudiante potencial a la repitencia académica.

Este texto se basa en el siguiente esquema:

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El objetivo de la estrategia causal consiste en exponer al lector el proceso de un tema determinado. En este proceso, intervienen diversos factores que se encuentran encadenados entre sí, como se ha podido observar en el párrafo modelo. Es por ello que este tipo de estrategia se circunscribe a una forma de redacción: aquella que busca explicitar las relaciones de causa y efecto que se construyen a partir de un hecho, fenómeno, situación o problema. Para llevar a cabo esto, se comienza por saber cómo se construye su estructura. Un esquema de cadena causal puede servir de ayuda para tal propósito:

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Fuente de la imagen: https://www.google.com.pe/search?q=preguntas&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=Yl1EU8u

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