Entrevista a Karem Robertson

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En esta oportunidad, el equipo del blog ha entrevistado a una anterior jefe de práctica de los cursos de Introducción a la Comunicación Escrita (ICOE), y Redacción y Comunicación (RYC). Ella, actualmente, se encuentra dictando ICOE y RYC como profesora, y hemos aprovechado esta circunstancia para preguntarle sobre las diferencias entre su experiencia como docente y como JP.

1. ¿Cómo describirías tu experiencia como jefe de práctica en los cursos de ICOE y RyC?

Personalmente, disfruté mucho el tiempo en el que fui jefe de práctica de dichos cursos. De hecho, esos fueron los primeros dos cursos que enseñé. Al inicio, como en todo, me sentía muy nerviosa por no saber qué clase de alumnos tendría, si serían responsables o despreocupados, si irían a clase o no. Sin embargo, tuve mucha suerte y los primeros alumnos a los que les dicté eran realmente buenos (siempre preguntando, atentos y muy divertidos); la pasábamos realmente bien. Y, la verdad, ahora que lo analizo en retrospectiva, siempre disfruté ser jefe de práctica en EE.GG.CC.

2. ¿Cómo describirías la predisposición de los alumnos de EE.GG.CC. frente a estos cursos?

He tenido todo tipo de alumnos en EE.GG.CC. Normalmente, los alumnos que acaban de ingresar a la universidad son muy preocupados, siempre intentan llegar temprano a clases y siguen las recomendaciones que uno les da. Sin embargo, cuando ya están más aclimatados a la vida universitaria, siento que muchos empiezan a relajarse y ahí suceden las “bajas” en los cursos, especialmente en los nuestros, que no son considerados por ellos como relevantes en su formación académica. Creo que ese es el mayor reto que los jefes de práctica y docentes de ambos cursos deben enfrentar, la predisposición que tienen los chicos a pensar que estos cursos son irrelevantes para su formación académica, cuando realmente es lo contrario.

3. ¿Qué diferencias encuentras entre su labor como docente y jefe de prácticas?

En realidad, la mayor diferencia es tener que preocuparme no por 20 alumnos, sino por 60. No solo es más sencillo manejar un grupo pequeño como jefe de práctica, sino que ahora como docente uno debe pensar en estrategias distintas para que la mayoría entienda los conceptos tratados en clase, especialmente en RYC, que es un curso más teórico. Por más que uno quisiera saber si cada uno entendió, es imposible. Ahí depende ya del alumno y de cuántas ganas tenga de aprender. Y, claro, corregir sesenta pruebas por salón… uno envejece en el proceso.

4. ¿Cuáles son las expectativas que tienes respecto del desarrollo de los cursos que dictas actualmente en EE.GG.CC.?

Mis expectativas están relacionadas a la necesidad de que los alumnos comprendan lo necesario que son estos cursos para su formación académica y profesional posterior. Cuando yo ingresé a la universidad, recuerdo que casi no existían cursos como estos; uno debía ir aprendiendo sobre la marcha. En cambio, ahora los alumnos cuentan, además de estos cursos básicos, con talleres, asesorías personalizadas, pero son muy pocos los que realmente los aprovechan. Creo que la universidad ha mejorado mucho en el espacio que le brinda a cursos como estos, pero son los alumnos quienes deben empezar a valorarlos y a dejar de verlos como innecesarios.

5. ¿Consideras que tu experiencia como jefe de práctica te ha servido de base para planificar tus clases?

¡Claro! Era una experiencia necesaria por la que tenía que pasar. En ese tiempo aprendí muchísimas cosas valiosas que me sirven ahora que enseño como profesora. Es decir, desde hacer un examen, fijar sus criterios de calificación, diseñar una clase, hasta tratar con miles de tipos de alumnos. Especialmente en EE.GG.CC. aprendí todo eso; realmente me dieron una base sólida en la que apoyarme ahora y seguir aprendiendo.

6. ¿Qué consejo brindarías a los estudiantes o jefes de práctica para el desarrollo adecuado de las clases?

Mi recomendación a los estudiantes es que nunca pierdan de vista el porqué están en la universidad; es necesario que recuerden la etapa en la que anhelaban estar dentro. Creo que cuando pierden de vista el punto de inicio y el punto final es cuando se dejan llevar por la corriente y se pierden. Sin duda, deben vivir todas las experiencias que la universidad les da, sería una pena que no lo hicieran, pero siempre recordar su papel como estudiantes. A aquellos que llevan los cursos de ICOE y de RYC deben recordar que, si bien quizá no necesiten las herramientas que les proporcionamos ahora, en el futuro van a ser totalmente necesarias en su desempeño profesional; van a marcar una gran diferencia entre poder afrontar con éxito la sustentación de su tesis o pasar una entrevista laboral, hasta redactar apropiadamente un informe de trabajo.

Para los jefes de práctica, solo que logren un balance en clase: deben ser capaces de trasmitirles los conocimientos necesarios y ser exigentes con ellos, pero sin perder de vista que hay un vínculo necesario que los alumnos esperan desarrollar con sus docentes. Cuando esto último suceda es cuando más fácil será que los chicos comprendan los contenidos que intentamos transmitirles y tendrán la confianza de ser críticos con el conocimiento impartido.

Entrevista realizada por Willy Zárate, Juan Calderón y Rocío Huatuco
Fuente de la imagen: Cortesía de Karem Robertson

Puntuación: 4 / Votos: 9

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