Toda Universidad está llamada a aportar con investigaciones académicas. Así nos lo hizo notar la Universidad del Pacífico, quien fue anfitrión y dio sustento al Conversatorio Educación: Mejorando el gasto público. Aportes al estudio costo/efectividad de los colegios públicos (martes 3 de diciembre), buscándose situar algunas explicaciones en torno a la gestión educativa, el mejor uso de los recursos y la convergencia hacia la calidad educativa.
Betty Alvarado fue quien nos presentó su trabajo, en el marco del Conversatorio de Consigna, el consorcio de organizaciones educativas de la Compañía de Jesús. Ella nos hizo caer en la cuenta de cuestiones elementales como la necesidad de contar con buenos insumos en la educación para pensar en mejores resultados en dicho ámbito. Se vio que tenemos una problemática que no es fácil de solucionar; pese a que hemos triplicado la inversión en educación en los últimos 12 años, no se logra aparentemente mejoras significativas.
De allí que la inversión pública (y privada) tiene que ser acompañada de una serie de otros factores. No sólo se requiere un modelo más eficaz de escuela, sino una metodología que ayude a mejorar la distribución de las escuelas en el territorio y su gestión. Es necesario un mayor liderazgo de los directores y focalizar mejor la formación docente (y su aprovechamiento), promoviendo niveles de mayor autonomía en la gestión de los colegios, motivando el compromiso de los padres de familia y una serie de factores no monetarios que conduzcan a fortalecer la labor educativa. En ello, Fe y Alegría es una experiencia muy destacable.
Por su parte, Fernando Bolaños, Vice Ministro de de Gestión Institucional del MINEDU, llamó la atención sobre la escasez de información para una mejor toma de decisiones; encuestas como la ECE son importantes pero no lo único. Se vio necesario en avanzar en un paquete normativo educativo más satisfactorio y razonable para la escuela, diferenciado por regiones. Necesario de rescatar el enfoque territorial en la gestión y atender la brecha aún existente en infraestructura educativa, la cual sigue siendo grande. En ello no es sólo un tema de recursos, porque ¿quién quiere hacer un colegio en Purús u otra zona alejada? Es necesario pasar a planes más efectivos y acciones más decididas.
En su intervención Hugo Díaz, integrante del Comité Directivo del Consejo Nacional de Educación, se preguntaba si no tenemos una red de colegios demasiado grande (90,000 centros), frente a 22 mil de Chile o 23,500 de Colombia. Más aún, en áreas rurales, el 90% son unidocentes o multigrado. La gran pregunta es si la escuela brinda lo que necesitan los jóvenes. Sería bueno revisar los indicadores de eficiencia académica y cómo se afronta mejor los temas de la repitencia y abandono escolar; se debe mejorar las tasas de promoción y continuación o cuellos de botella que se presentan en las metodologías de enseñanza. Puso de relieve la experiencia de Fe y Alegría y la necesidad de que experiencias como ella se extiendan como política pública.
Se plantearon varios desafíos que se entienden son caminos lentos. Se mencionó que así como Fe y Alegría, existe otro 2 ó 5% de colegios que tienen una buen accionar y que habría que identificar para apoyarse en ellos y posibilitar mejores condiciones de gestión y aprendizajes desde experiencias exitosas, estableciendo redes de soporte y trabajo educativo en cada localidad, promoviendo sinergias mejores entre ellos y una mejor colaboración y apuesta del sector privado por la educación y su mejor gestión y calidad.
Guillermo Valera Moreno
Lima, 5 de diciembre de 2013