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El Islam, una religión simple

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º Es todo un descubrimiento la profundidad y lo propio de cada religión histórica. El islam no escapa a ello. Casi podríamos decir que es muy comprensible que los árabes quisieran una religión inculturada en sus tradiciones y experiencias. Ello lo hallaron, en buena medida, en el Corán y en la habilidad de Mahoma (Muhammad ibn Abdallah) para encarnar dicho proceso y establecer un salto cualitativo en la experiencia religiosa tribal de la época, unificándolas.

º Recojo a continuación algunas notas sobre el Islam, a propósito del texto de Karem Amstrong (*) sobre “Historia de Dios” (Cap. 5). En él se hace una presentación de los orígenes del Islam como religión creada por Mahoma el año 622 (año de la hégira), siendo diez años los que seguirán en su prédica hasta su muerte. Muhammad nació en la Meca (actual Arabia Saudita) y fue hijo de comerciantes de la tribu de los qurayshitas. Entonces, la Meca se caracterizaba más como centro comercial, aunque dentro de la ciudad existía también el templo de la Kaaba, como lugar religioso y de peregrinación (hajj).

º Se sitúa algunas costumbres de la época. En aquellos tiempos, en la zona arábiga se daba la existencia de tribus nómadas, donde lo tribal (sentido de grupo) era lo primero y se sobreponía al individuo; todos dependían unos de otros y se estaba obligado a una preocupación por todos sus integrantes (incluidos los pobres y débiles). Compartían una ideología llamada “muruwah” que significaba un sistema de equilibrios basados en la ley del Talión y la obediencia al sayyid (jefe) que proporcionaban cierta estabilidad así como un cierto igualitarismo y hasta un espíritu de generosidad.

º Se señala que, entonces, los árabes sentían una especie de vacío e inquietud espiritual, por no contar con una consistencia religiosa como podían verla en cristianos y judíos. Incluso éstos se mofaban en cierta manera de ello. En la Meca andaban a la búsqueda de “la verdadera religión de Abrahán” (la hanifiyyah). El individualismo presente entre la gente empezaba a minar los rasgos comunitarios de vida. Se sentían habidos de la necesidad de un profeta. En dicho contexto, esa labor excepcional la cumplirá Mahoma, quien también unirá a casi todas las tribus de Arabia en lo que se denominará como la ummah, una “nueva comunidad unida”.

º Se cuenta que la revelación divina se produce en ocasión de celebrarse el Ramadán o fiesta del ayuno (la noche 17), del año 610. Entonces, Mahoma despertó y se sintió envuelto en una presencia divina sobrecogedora. Se le apareció el ángel Gabriel quien le dio la orden de recitar; inicialmente se negó por no ser alguien autorizado para ello, hasta que descubrió que las palabras fluían de su boca, con un especial sonido y profundidad. Dichas revelaciones se producirán en veces sucesivas, dando forma y contenido a lo que después se conocerá como El Corán. Éste (el Corán) viene, pues, de dicho término: qur’an, la recitación; le será revelada de a pocos durante 23 años.

º El Corán es el libro central del Islam. Está compuesto de suras (estrofas) que abordan diversos temas; compiladas de las más largas a las más breves. Hecho más para la proclamación litúrgica (recitación en voz alta) que para la lectura en silencio; busca suscitar un sentido sobre lo divino más que transmitir información. La melodía y sencillez con que pueden recitarse sus estrofas facilitó su rápida difusión; muchos se convirtieron inmediatamente. Incluso se señala el caso de uno de los adversarios más violentos de Mahoma (Omar ibn al-Khattab, el equivalente a Pablo de Tarso), quien se dejó impactar por su fino y noble lenguaje, el cual descubrió a través de su propia hermana y de la recitación directa escuchada a Mahoma en la Caaba. Además del Corán, Mahoma escribió las hadiths (a modo de máximas) que tratan sobre asuntos cotidianos, de metafísica, cosmológicos y teológicos; hablan de la presencia de Dios y las etapas por las que uno accede a Él (observancia de mandamientos y actos voluntarios de piedad). En su espiritualidad, cada musulmán será responsable ante Dios de su propio destino.

º He tenido ocasión de escuchar algunas suras en internet y la verdad que son muy inspiradas, especialmente si se escuchan en su lengua de origen (el árabe). Su melodía y forma de recitación penetra el interior de uno y establece una suerte de paz, inspiración y gusto. Es posible entender que muchas conversiones llegaran solo por la escucha atenta de las mismas. Ello me hacía pensar si el Corán no nos ha querido revelar como signo la importancia que puede tener la recitación de la palabra de Dios en esos tonos (y otros), como forma de pastoral y ejercicio de aproximación al misterio y la revelación. No deja de ser algo sugerente para mí.

º Mahoma no habría tenido la idea de estar fundando una religión universal nueva. No buscaba suprimir los mensajes o intuiciones de profetas anteriores; más bien, subraya la continuidad de la experiencia religiosa de la humanidad; confirmaba y continuaba las intuiciones de sus predecesores. Por ejemplo, el Corán singulariza a los apóstoles que les eran familiares a los árabes, judíos y cristianos (Abrahán, Noé, Moisés y Jesús) y agregan otros como Hud y Salih. De otro lado, el Islam es una palabra Árabe que significa paz, pureza, aceptación y compromiso; como religión lleva a la aceptación y al sometimiento a la enseñanza y consejo de Dios. En la práctica significaba que los musulmanes tenían el deber de construir una sociedad justa y con equidad, donde los pobres y los débiles fuesen tratados con justicia. Alá, el dios de las árabes, se presenta como un dios más impersonal que Yavé (vinculado a la tradición judeo – cristiana). Alá carece del phatos y la pasión del Dios bíblico. El sentido monoteísta del Islam no estuvo muy claro en un inicio, pero se convirtió después en una condición que llevó a la ruptura con los dioses ancestrales presentes en las tribus locales, convirtiéndose la idolatría en el pecado más grave. No aceptó ninguna solución de tipo monolátrica.

º Los cinco pilares (rukh) fundamentales del Islam tienen que ver con: (1) El testimonio (shahadah), la confesión de la fe musulmana, la misma que exige dar unidad a la vida haciendo de Dios el centro y la única realidad prioritaria. (2) La limosna (zakat) es una donación que se establece de la cantidad porcentual de lo que se ahorra en el año; lleva a la purificación personal. (3) La oración (salat); se convoca bajo la expresión ¡Alá es grande! y establece distinción entre Dios y el resto de la realidad y entre Dios tal cual es y lo que podamos decir de Él; se ora cinco veces al día, inclinándose en dirección a la Meca. (4) Ayunar en el mes del Ramadán, por el que se celebra la 1ª Revelación de Mahoma. (5) La peregrinación (hajj) a la Caaba (en la Meca), la misma que se insta a realizarse al menos una vez en la vida; la paz y la armonía son cuestiones significativas en ella y en el santuario se encuentra prohibida toda clase de violencia.

º Aunque existe un sentido de continuidad en la experiencia religiosa de Mahoma respecto a sus predecesores, crecientemente se volvió insegura su vida en la Meca, especialmente cuando rompe con los qurayshitas (su tribu de origen) y con la muerte de su esposa Jadicha. Los árabes paganos de Yatrib “invitaron” a musulmanes a abandonar la Meca, cuestión que los llevó a la llamada hégira y a migrar al mismo Yatrib o Medina (“La Ciudad”). Como estrategia, Mahoma intentó adaptar sus preceptos a las prácticas judías, intentando ganarlos a su causa, cuestión que logra en buena parte de ellos, aunque otros se volverán contra él. De ellos aprenderá, entre otras cosas, la historia de Ismael, hijo mayor de Abraham y su sierva Agar, los cuales habrían migrado allí después del nacimiento de Isaac (hijo de Abraham y Sara). Mahoma elabora una teología de la guerra justa, donde se expone que la única que podría llamarse así es la de autodefensa, siendo en general la guerra considerada como detestable.

º Se reconoce en Mahoma dotes muy significativas en lo político. Al final de su vida logra convencer a muchas tribus de convertirse al Islam, a pesar de que es consciente de que, en el caso de muchas de ellas, se hace de modo superficial o de nombre. El 630 la misma Meca le abre sus puertas e “islamiza” la hajj con lo que se llamó la “peregrinación de despedida”. Un ethos misericordioso y un fuerte igualitarismo caracterizará el ideal islámico, dentro de lo que e incluye la igualdad de los sexos (lamentablemente, dice la autora, la religión quedó en manos de varones).

º El islamismo no escapará a las divisiones de las que han sido objeto otras religiones, siendo la primera de ellas la que se da entre sunnitas y chiitas, originado en el tema de la sucesión. Los tres primeros califas que le sucederán fueron guerreros y recién el cuarto un primo y yerno suyo (Ali ibn Abí Talib, el año 653), desde el cual se asentarán lógicas de sucesión vinculadas a la filiación familiar con Mahoma. Ello llevó a grandes debates sobre quién y qué tipo de hombre debía de guiar la ummah. Los chiitas llegaron a creer que sólo los miembros de la familia de Mahoma (casa de Ali) tenían verdadero conocimiento divino y eran capaces de guiar a la ummah y ser un imam (líder); llegarán a considerarlos como la “puerta de acceso a Dios” y a venerarlos con sentido divino.

De otro lado, hay quienes trataron de aplicar una argumentación racional al Corán y fueron conocidos como mutazilitas, asumiendo también un compromiso político explícito. Asumen un camino intermedio entre las dos facciones. Se generaron discusiones en torno a la predestinación y el libre albedrío; el sentido de un Dios personal; distinción entre esencia de Dios y sus actividades. Hubo momentos de persecución entre facciones como cuando el califa al-Mamun (813-832) se declara mutazilita y comienza a torturar a los tradicionalistas. Los debates derivaron en torno a si se podía probar la existencia de Dios con argumentos racionales o si se podía dialogar de Dios como se hace con otros temas. Sin embargo, se dice que la mayoría de musulmanes llegó a desconfiar del racionalismo en general.

º Por último, debo decir que no ha dejado de sorprenderme que muchas de las prácticas religiosas del islam ya existieran previamente; casi como lo que ocurre con el cristianismo que se “monta” sobre las prácticas religiosas judías de la época y les da un nuevo contenido e interpretación a partir de Jesús. Además, es interesante ubicar que el Islam es una religión con orígenes muy abiertos y respetuosos de las otras creencias, aunque el lenguaje en el que esta escrito aparece algo impositiva. Aparentemente, como ocurre con el cristianismo, no pretendía ser una “nueva religión”, aunque terminará muy encausada hacia ello.

Guillermo Valera Moreno
30 de noviembre 2009
(*) Karem Amstrong – Historia de Dios. Cap. 5 “Unidad: el Dios del islam” (pp.167-206) Sigue leyendo

El adviento: reflexiones sobre Bagua y nuestro país

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1. Lo sucedido en Bagua (Amazonas), el 5 de junio del 2009, socialmente nos marcó “un antes y un después” y quedará grabado como un día del desencuentro en nuestro país. Nos hizo conscientes de los problemas que arrastramos como país desestructurado, poniendo de relieve lo indígena como una problemática y una realidad que muchas veces queremos ignorar o nos incomoda pero esta allí, están allí. Porque se trata de una selva viva, con sus habitantes y naturaleza toda que tenemos y debemos saber respetar. Lo indígena nos remite a la pluralidad, a lo diferente, al sentido de convivencia que tenemos que terminar de aprender a incorporar en nuestra forma de vivir, superando racismos y exclusiones de todo tipo.

2. Una vez más, se hizo evidente que seguimos sin entendernos entre las distintas sangres que conforman nuestra denostada patria, donde ningunear al indígena o al débil ha sido una práctica reiterativa. Podríamos preguntarnos ¿por quién doblan las campanas en nuestro país o por quien las hacemos doblar? Nos inclinamos por el discurso fácil y olvidamos la complejidad y diversidad de vida que tenemos en nuestro país. Sigue siendo una conducta errática la que se impone. Todos recordaremos que hasta se recurrió (entre el Ministerio del Interior y la alta oficialidad de la Policía) a la parodia de las condecoraciones con medallas color caca, como diría el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal .

3. No es para menos la indignación que generan problemas y hechos como los que señalados. Después de todo, debatir más ampliamente sobre los caminos que pueden conducirnos a un mejor desarrollo es parte de toda democracia, incluida la protesta y el desacuerdo con lo que se asume oficialmente. Más aún, si no se consulta debidamente a las organizaciones de base (comunidades awajun y wampis de la selva en éste caso), cuando se trata de asuntos que les van a afectar.

4. Lo anterior no nos inhibe de levantar nuestro tono de preocupación por todas las muertes que acontecieron, tanto de pobladores de la zona como de policías, todas ellas lamentables y que nunca debieron de ocurrir. Pese a que también se levantó un cerco de oscuridad en el momento que se dieron los hechos y sobre el número real de víctimas que hubo, creándose zozobra y reacciones en cadena que se pudo haber evitado.

5. Los hechos sobre los que reflexionamos, nos ha hecho más conscientes que los recursos naturales que posee nuestro país nos pertenecen a todos, pero su explotación tiene que hacerse de manera razonable. Porque no es menos cierto que donde ellos se sitúan, normalmente viven personas que tienen que ser tomados en cuenta, estableciendo soluciones dialogadas, como tiene que ocurrir para todo. Ya sea que se trate de los recursos marinos de nuestro océano o de las minas en las zonas más escarpadas de nuestra sierra o la biodiversidad de nuestra selva. Tenemos que aprovechar los recursos naturales respetando el habitat y, sobretodo, a quienes dependen de él por historia. Por tanto, no puede menos que considerárseles adecuadamente en los beneficios, en su rol de constructores de un país de todos (y para todos).

6. Los conflictos no pueden resolverse con la sola lógica de la imposición de quien tiene el poder y confunde principio de autoridad con falta de diálogo y represión desmedida. Las balas y las bombas lacrimógenas sólo pueden aspirar a producir inútil sangre derramada y luto; normalmente en los más débiles. Tenemos historia de muertes inocentes, por la incapacidad de saber aceptar las razones del otro o de querer aplicar la ley del más fuerte. Aún en contextos de “guerra interna” se tiene que respetar la vida humana; nunca serán aceptables muertes como las ocurridas en Putis (Ayacucho), en los años ochentas. Porque nos degradan como país, nos disminuyen como personas y seres humanos; nos revelan las peores atrocidades, como ya nos lo hizo notar la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Lamentablemente a estas situaciones o a las signadas por la pobreza económica se les suele dar nombres justificativos como “costo social”, “mal menor”, “que muera uno para salvarnos todos”, “chivo expiatorio” y una larga lista.

7. Bagua nos ha hecho notar de manera más clara el fracaso de la política del “perro del hortelano”, por su sentido excluyente, ya que no considera “al otro” como importante o “necesario”. Pero también porque no toma adecuadamente en cuenta al medio ambiente, subordinando la naturaleza a los beneficios del gran capital; no se puede renunciar a estándares medioambientales mínimos en el manejo de los recursos, porque tenemos también responsabilidad por las generaciones futuras y lo que heredarán de nosotros. Además, porque se aspira a subastar el país al mejor postor en lógicas de economía de “enclave”. En tiempos actuales debe predominar el sentido de la responsabilidad social empresarial y no se puede dejar a la “buena voluntad” o el “gran corazón” de los empresarios. Tiene que traducirse en reglas de juego y leyes claras de cómo se opera y se distribuyen los beneficios de manera equitativa y de cómo el Estado se convierte en conductor de un proyecto de desarrollo nacional y de integración latinoamericana.

8. Lo anterior, nos pone de relieve temas colaterales como la honestidad y la lucha anticorrupción. Porque no es coincidencia que, a menos de un año, se hubiera descubierto y generado un gran escándalo en torno a las concesiones de lotes de exploración y explotación petroleras en la selva, con el recordado y tristemente célebre protagonismo del inefable Rómulo León Alegría; hecho delictivo que sigue sin resolverse ni esclarecerse debidamente. En parte, porque es un problema que alcanza los más altos niveles del poder y tiene que ver con diversos ámbitos de su desempeño. No por gusto, seguimos sin contar con una autoridad seria para efectos de lucha anticorrupción y el poder judicial sigue adoleciendo de la autoridad moral para ello.

9. En medio de hechos tan terribles como los vividos en el caso que nos trae a reflexión, hubo dos Santiagos que simbolizaron un sentido de esperanza y nos abrieron a una fe y a horizontes más de justicia y de vida. Uno de ellos fue el de Santiago Manuín, líder indígena awajun que insistió hasta el final en una solución pacífica al conflicto y que fue dado por muerto en el abaleamiento que se desató. El otro Santiago es el propio Obispo del Vicariato de Jaén, Santiago García de la Rasilla, quien siendo una persona poco inclinada a involucrarse en conflictos sociales, halló en éste proceso un camino de identificación inteligente con la población indígena de la cual es su pastor. Un sentido de mayor cercanía a ese pueblo pobre y que sufre la exclusión del poder y el temor a la diferencia, del cual supo ser su pastor en las circunstancias más difíciles.

10. Lo anterior nos lleva a resaltar más ampliamente la labor realizada por la Iglesia local y también nacional, así como la de diversas redes de sociedad civil y Defensoría del Pueblo que se movilizaron en razón de la solidaridad con los más necesitados del momento, tanto la familia de los fallecidos, los heridos y los perseguidos del conflicto, lo cual trascendió positivamente hacia el conjunto del país y a nivel internacional. Un hecho como el de Bagua nos situó sin proponérselo en medio de una inspiración profética que a todos nos corresponde tratar de continuar, desde lo que cada uno esta situado y le toca hacer.

A modo de conclusión:

Algunas cuestiones puntuales son necesarias de remarcar hacia delante, entendiendo que necesitamos construirnos como país integrado, democrático y solidario. Por tanto, se nos plantea como desafíos:

a) Abordar desde las regiones el reto de un desarrollo con bienestar para todos, donde las políticas claves sean establecidos de manera concertada y justa.
b) El tema de la convivencia entre las personas no es algo simple y siempre debemos saber vertebrar, respetando la diferencia y la pluralidad.
c) Crear una conciencia positiva sobre el valor de todos como personas y la responsabilidad que nos cabe en el ejercicio de derechos de todos los sectores.
d) Establecer formas institucionales más creativas para la resolución de conflictos, buscando siempre criterios de bien común, verdad y justicia.
e) Saber estar atentos a toda forma de corrupción que pueda presentarse y recuperar el sentido moral de lo político y de la democracia para toda la población.
f) Estar atentos a cómo Dios nos habla a través de éstos hechos. Porque él no quiere la muerte ni el sufrimiento de nadie; todo lo contrario.
g) La Iglesia puede ser factor de esperanza. Esos caminos de solidaridad es a lo que debemos estar atentos para saber responder en cada momento.
h) Los Movimientos Laicales tenemos el enorme desafío de generar mejores capacidades de incidencia sobre las políticas del Gobierno y a involucrarnos en las organizaciones del pueblo y en las esferas distintas del gobierno para lograr mejores decisiones en favor de nuestro pueblo y los más débiles.

Guillermo Valera M.
24 de noviembre de 2009
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Practicas religiosas en el judaísmo

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º El judaísmo se identifica con una fuerte actividad religiosa familiar, desde la cual se busca preservar la tradición y una serie de prácticas que lo identifican muy directamente. Por tanto, el matrimonio resulta ser una institución muy significativa, pese a no tener una relevancia similar en términos civiles. Siendo la unidad del matrimonio muy importante para la continuidad de la religión judía, sus mentores (rabinos y demás autoridades) han puesto mucho atención y celo de cómo se construyen las futuras uniones, para garantizar que haya continuidad. La presión siempre está en que los judíos se casen entre ellos (endogamia) y que tengan hijos. Por ello, no es fácil o bien venido el matrimonio de parejas “exogámicas”, donde un conyuge sea no judío. En todo caso es más aceptable que la futura madre pueda casarse con alguien no judío, ya que los hijos serían mejor “garantizados” por ella.

º De otro lado, como rito, el matrimonio no requiere de un oficiante muy oficial y se celebra guardando una serie de características como el contar con dosel (“Hupá”); hacer un escrito (“ketubá”) donde se pone la fecha y lugar, las obligaciones del marido para con la mujer y el pago que se haría en caso de divorcio, además de jurarse fidelidad y otros detalles. Es ocasión de alegría y festejo como la mayor parte de las fiestas judías. Además, puede ser ocasión de obsequio de una mortaja (“kittel”) de la novia al novio, la misma que se viste en la ceremonia y será una prenda que acompañe al esposo durante toda su vida.

Hay dos etapas marcadas en la ceremonia: la de los esponsales y la del matrimonio propiamente dicho. El primero supone cánticos, bendición del vino (y es bebido por los novios), entrega de un anillo a la novia y lectura del ketubá. La segunda está hecha en base a siete bendiciones, vinculando el matrimonio con la creación de la humanidad y la futura redención. De allí se bebe más vino y el novio rompe una copa, designando la fragilidad de toda felicidad. Acto seguido se consuma la unión sexual y se concluye con un banquete y baile. El tema del divorcio, aunque no es deseable, se toma con bastante naturalidad.

º Otro acontecimiento muy importante es el nacimiento de un hijo, más aún si es varón. Se llega a considerar una obligación el tener hijos (por mandato de la Torá). La ceremonia de la circuncisión es un signo de identidad, aunque por razones obvias sólo se da con los varones; esto ha llevado a que algunos sectores propicien ceremonias específicas a nacidas mujeres. El rito se cumple, de preferencia, a los ocho días de nacido. Se realiza con un mohel (persona especializada) y es motivo de mucho festejo; en ella se da nombre a la criatura y se le acompaña junto con dos padrinos (una pareja). Se considera la ceremonia como un signo visible del pacto entre Dios y el pueblo judío (“brit milá”).

Sin que nuestra religión cristiana no deje de tener rasgos patriarcales y machistas, se puede ver en el judaísmo una marcada invisibilización de la mujer, un relegamiento muy evidente de ella. Desde que nacen las criaturas, el hecho que sólo se circuncide a los varones es ya un tema de discriminación. Las discusiones en las sinagogas, sólo se procede entre varones. Y así otros aspectos que hacen notar el bajo aprecio hacia el género femenino.

º La primera etapa de toda persona judía se cumple entre los doce y 13 años, momento en la que se alcanza la mayoría de edad (“Bar/Bat Mitsvá”) y se toma sobre sí las obligaciones establecidas en la Torá. A partir de entonces, empezarán a llevar un bonete en la cabeza (la “kipá”) y una prenda interior con flecos (“talit katán”), debajo de la camisa. Oficialmente su educación empieza allí y es de responsabilidad de sus progenitores. Antes estaba centrada sólo para los hijos varones pero ello ha ido cambiando y extendiéndose a las mujeres.

º Sobre la muerte se asume como parte de la vida y aspecto inevitable de la condición humana. Siempre se ve con buenos ojos promover la vida, la salud y todo lo que ayude a encaminarla. No así el matar, cuestión que se considera aborrecible. Tienen un sentido de resignación positiva respecto a la muerte, más aún cuando ésta se presenta inminente. Para ello, la persona implicada recita oraciones acompañadas de una confesión; quienes acompañan suelen rezar concluyendo con las palabras iniciales del Shemá, el cual es el nombre de una de las principales plegarias de la religión judía en la que se manifiesta su credo en un sólo Dios.

º El duelo suele ser otro de los ritos muy marcados entre los judíos. Normalmente se rige de manera estricta, lo cual buscaría proporcionar un apoyo a los dolientes y ayudarlos a resituarse y volver a su vida normal. Suele darse el acto de desgarrarse la ropa en señal del duelo; los hijos lo hacen a la altura del corazón y los demás dolientes en el lado derecho (aunque esta práctica tiende ya a dejarse). Es de un año para el progenitor y de un mes para los demás dolientes. El duelo se da a partir del funeral; supone abstinencia de beber vino, comer carne, placeres, negocios u otros.

El duelo tiene tres etapas. El Shivah, dura siete días y suele darse bajo forma de recogimiento: quedarse en casa; permanecer sentado; no se trabaja ni se tiene sexo; tampoco se bañan, no se afeitan y otros. Se reúnen amigos y se hace oraciones. El Shloshim es una siguiente etapa que dura 30 días; los dolientes siguen sin afeitarse, cortarse el pelo, escuchar música o asistir a bodas o fiestas. La tercera etapa comprende sólo a los hijos del difunto y dura un año; la fecha anual de la muerte suele ser conmemorada, encendiendo una vela y recitando el Kaddish.

Son interesantes las diversas similitudes que existen en la religión judía respecto a nuestro cristianismo, aunque lo termino encontrando sumamente rígido en una serie de procedimientos y ritos. Por ejemplo, la forma de hacer duelo posee algunos aspectos de vínculo como el acompañar a los dolientes, a través de familiares y amigos; hacer un período de duelo; recordar anualmente al difunto. Sin embargo, no nos generamos restricciones mayores ni nos planteamos cuestiones como el dejarse de cortar el pelo o la barba.

º Todo lo anterior tiende a ser asumido con mayor o menor fervor de acuerdo a cómo se sitúen las familias frente a las tradiciones ya que algunos sectores son más abiertos que otros o menos ortodoxos. De todos modos, los ritos y tradiciones tienen el poder de la identidad que acerca más a los judíos a Dios y a sus familias y amigos.

º Por último, no ha dejado de causarme un sentido de alegría el identificar lo importante que es para los judíos la familia y el deseo de festejo que marca la mayor parte de sus fiestas y ritos principales. De otro lado, también llamaba mi atención el rol que ha jugado la familia para proteger las tradiciones del largo ostracismo de la población judía. Un pueblo en el que no termino de entender su tendencia al encerramiento y la diferenciación. El no haber hallado puntos de encuentro y “retorno” con el cristianismo. Si Jesús no vino a crear una religión, ¿por qué se justificó la creación de una Iglesia diferenciada con el judaísmo? En fin, siento mucha riqueza en la aproximación que puede hacerse a otras religiones.

Guillermo Valera Moreno
5 noviembre 2009
Trabajado a partir de la lectura de Nicholas de Lange – El Judaísmo. “La familia” (pp.148-160)
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Religulous: críticas y críticas

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Ha continuación hacemos un comentario a la película Religulous, la misma que esta hecha más en versión documental y se produjo el año 2008.. Desde el nombre mismo de la película (Religulous) se aprecia que hay un intento de crítica a la religión de parte del director (Larry Charles), valiéndose de un conocido presentador y humorista internacional (Bill Maher), para realizar una serie de reportajes y entrevistas a iglesias del entorno cristiano, judío y musulmán.

A pesar de cierto tono irónico, no deja de haber razones para plantearse cuestionamientos e incoherencias que atraviesan las prácticas religiosas. Desde las más individuales que se reflejan en algunas personas, como aquella que aparece con un sentido religioso bastante infantil y mágico (la coincidencia del vaso que se llena con agua por la lluvia), pasando por los seguidores de cualquier charlatán (como aquél que se dice “sucesor” directo de Jesús) y no falta alguna gente que le cree con fidelidad ciega. También, dentro del cristianismo, especialmente evangélico norteamericano, están las apreciaciones religiosas que se ciñen al pie de la letra y tratan de convertir a la Biblia en un texto histórico tal cual esta escrita, cuestión que lleva a generar desencuentros muy vitales con la ciencia y, especialmente, conduce hacia visiones fundamentalistas.

De otro lado, siendo una película al estilo documental, se presentan algunos líderes religiosos haciendo un llamado a vivir en paz, cuando lo que muchas veces se promovería es la guerra, especialmente desde el Corán y la religión musulmana, pasando por el judaísmo y de lo cual no escapa el cristianismo. Parecería ser que, en nombre de Dios, hacemos la guerra: se promueve justificaciones de política exterior (aparece G. Busch diciéndolo); en parte, la violencia entre palestinos e israelitas; o las mismas acciones terroristas provenientes de algunos grupos musulmanes radicales que tienen un halo religioso justificatorio para sus promotores.

También está el tono autoritario de muchas religiones y su ánimo de imposición de dogmas diversos que tienen poco sentido, como la “virginidad” de María. Olvidando quizás cuestiones más fundamentales como la manera y el lugar desde donde se debiera predicar de manera más testimonial. En el caso de los católicos, también se pone en cuestión al Vaticano como sede central de la Iglesia. ¿Es propio estar en medio de grandes monumentos y riquezas, o se debiera compartir más directamente desde los sectores más pobres?

Todo lo anterior tiene sentido plantearlo a consideración crítica. Sin embargo, a los promotores del documental habría que decirles que las creencias religiosas y ritos de la gente merecen nuestro profundo respeto y no parece ser muy constructivo el convertirlos en objeto de simple burla. Pese a ello, nos dejan algunos desafíos sobre cómo abordamos los distintos sentidos religiosos presentes en los distintos pueblos del mundo, desde una opción de diálogo interreligioso y sentido plural. Cómo nos planteamos abordar la educación “religiosa” para los niños del mañana; cómo queremos que procesen éstos temas más allá de cuestiones de fe dogmática o del “carbonero” que puedan incorporar desde otros espacios. Cómo se trabaja todo ello desde los medios de comunicación social o desde ámbitos más circunscritos como la familia, sin pretender que haya una respuesta homogénea para todo.

Guillermo Valera M. Sigue leyendo