Aquí en este país no he votado en elecciones por ningún candidato o alguna propuesta de referéndum. Aquí ni en cualquier otro lugar. Todos mis votos han sido y serán siempre nulos y viciados. Y cuánto influencian otros para que este continente, al menos, y como otros, puedan considerarse una unión? En todo caso, bajo nuestra perspectiva y poquísima experiencia, tenemos en todos lados políticos desfasados. No es posible que pocos busquen una verdadera unión. Tal vez podría ser por el miedo a perder un puesto. Luego no es más que desidia y mucha falta de voluntad. El pueblo, el electorado, por lo general borrego, en unos sitios más que otros, sólo sigue lo que otros dirían, más si sabrían que con ello vienen beneficios. Sus patriotismos se los han inculcado todos esos mismos que deberían ser un solo conjunto. Algo como una unificación de divisas y productos todos en un precio más equivalente y no con precios tan desiguales a como los que hay en la actualidad. Un mismo uniforme para toda policía. Ah!, viejo mundo, quizás seas un escollo o alguna especie de luz! Si no es una preocupación política la igualdad social, mucho más amplio, menos lo es una preocupación mundial. Este mundo, este bendecido o maldito mundo tiene que ser un solo país de alguna buena vez. Viejo mundo, tus reinos y sus reinados tendrían que ser de verdad ya viejos muy viejos. Cómo puede funcionar un reino dentro de un país dentro de una unión? Cómo eliminar sus influencias? Porque es claro que aún la tienen, aunque no sean tan reinos unidos. Mucho o todo pasado parece no ser otra cosa muy parecida a una merma. Además queda el patriotismo, e incluso y peor, los anacrónicos vasallos de esos que desde hace mucho tiempo ya deberían ser productos descartados, inservibles, pérdidas. Otra vez lo partido, como cada partido político, partido son cada uno de los países por su cuenta, a pesar de sus tratados y convenios que puedan existir entre uno y otro. Estos sólo ven hasta sus límites y es como si luego de todo sólo importa su clase de partido, pero jamás lo que es su verdadera base y misión. Primero un país dividido, luego todo un planeta. Hace mucho pero mucho tiempo tendríamos que haber dejado cualquier patriotismo por un planetismo, lo verdaderamente importante. El nuevo mundo no pudo ser viejo mundo, el nuevo mundo sólo fue una colonia a su suerte. Los partidos tienen que pensar en ellos mismos y luego en quienes tienen que servir, qué poco eficaz preocuparse por dos pudiendo y debiendo ser solo una la preocupación. Sí, todo lo partido es muy ineficiente e ineficaz; su existencia no es más que conveniencia, beneficio de pocos y desmedro de muchos.
Con miedo y hasta con mucho asombro mirarían a sus caballos, a sus arcabuces, sus corazas de hierro. Para algunos es ya pesado tener que soportar distintos gobiernos, variedad de líderes, demasiados presidentes. Aunque nunca apoyemos a ninguna forma de política que solo quiera dividir y hasta dividir por dividir, nada más que por molestar, sería preferible un solo gobierno en un solo país, en un solo planeta, unos mismos ciudadanos. Tal vez sea cierto que si nos olvidamos del otro, nos olvidemos a nosotros mismos; a su vez, si nos olvidamos a nosotros mismos, olvidamos al otro. No es acaso contradictorio que un humano en un territorio tenga unos derechos y en otros, otros? Podrían venir distintos organismos mundiales, distintos partidos políticos, pero sería todo lo mismo, siguen muriendo personas, siguen habiendo toda clase de delincuentes. En vez de pelear entre países, deberían pelear contra toda esa delincuencia, crear verdadera paz en sus ciudadanos. Cero desperdicios en vano.