Apuntes sobre la Mesa de Movimientos Laicales (MML)

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Origen e integrantes

El encuentro de organizaciones laicales afines como es la Mesa de Movimientos Laicales (MML) no es nueva. De hecho, ha habido diversas experiencias anteriores de encuentro de organizaciones locales afines. Algunas de ellas tuvieron afinidades más ideológicas o sociopolíticas; otras, el deseo de participar mejor en las reuniones que se convocaban por la CEMA (Conferencia Episcopal de Movimientos Apostólicos); en algún caso, la organización de los cursos o semana de Adviento; entre otros. Sin embargo, el año 2006, Después se tomaría una nueva iniciativa que ha perdurado de modo importante y que hemos ido valorando crecientemente.

Se empezó con un curso de formación (febrero 2006), organizado por tres movimientos (EDOP, MPC y CVX) y el IFC (Instituto de Fe y Cultura), gestado desde los meses previos. Dicha experiencia significó una marca especial en nuestro quehacer. Se convirtió en la principal actividad durante los años sucesivos. Además, nos dio una pista clave (la formación) y de mucha utilidad, donde todos teníamos interés común de desarrollar juntos.

Se dio lugar a una labor en red cuya riqueza también fue el intercambio de experiencias. Sentir que se podía ser un buen referente de iniciativas y factor inspirador para las propias organizaciones componentes, pese a que no fuera un ente regular o muy constante en sus reuniones, ni muy sólido en su organización. Se fue creciendo y haciendo que la Mesa de Movimientos Laicales – MML, abarque hoy a 9 organizaciones (CHC, CVX, EDOP, JOC, MANTHOC, MIANSI, MPC, MTC, UNEC), particularmente como presencia más limeña. Se estuvo siempre abierto a la participación de otros movimientos, aunque no todos decidieron su incorporación.

Iniciativas diversas

En su trayecto, se dio lugar a iniciativas diversas: (a) El eje de la formación: fue lo más importante, como apuesta sistemática y necesaria de la formación laical, ya fuera cursos, conversatorios, charlas diversas; participación en iniciativas de formación de otras entidades como el IBC y el IFC (sobre los cursos anuales, hay detalle aparte). Ponemos de relieve también el curso de formación de acompañantes que se ha iniciado desde el 2014, a iniciativa de EDOP.

(b) Difundir ciertos mensajes que se consideraron importantes, como aspiración a ser una “iglesia laical”, en tanto Iglesia concebida como “pueblo de Dios”, como nos lo recordó en profundidad el Concilio Vaticano II. La aspiración a trabajar desde los pobres y excluidos, con quienes nos anima un sentido de esperanza en que otro mundo es posible de verdad. Reflexiones y aportes al documento de Aparecida, entre otros.

(c) Compartiendo preocupaciones comunes para nuestro país y nuestra Iglesia. Siendo lo propio de nosotros el opinar como laicos o desde esa perspectiva. Teniendo la aspiración de renovar la política en nuestro país y el mundo de hoy. Convencidos que la política no puede seguir siendo sinónimo de coima, robo, aprovechamiento, factor de venganza y tanto mal acumulado. Persuadidos que nos toca recuperar la política como factor de bien, como sentido de servicio a todas las personas y como búsqueda de la mejor convivencia posible.

(d) Compartir nuestra fe y modo de vivirla según carismas diferentes. Donde compartir una Eucaristía anual entre todos se convirtió en un gesto de convergencia y compartir, aprovechando el inicio del adviento en cada año. Aspirando a que sea fuente fecunda en el conjunto de nuestras labores a todo nivel; que nos ayuden a profundizar nuestra propia fe y a integrarla mejor en el conjunto de nuestra vida. Para mejor amar y servir.

(e) Acciones de solidaridad diversas: fondos para una casa de ancianos en algunas navidades; solidaridad con el P. Gastón Garatea frente a su impedimento de oficiar misa en la Arquidiócesis de Lima. Carta de solidaridad para los profesores de Teología de la PUCP que habían sido afectados en su normal desempeño académico por el Arzobispado de Lima

Cursos que hemos realizado anualmente

1. “Bases para una Iglesia laical hoy en el Perú” (2006)
2. “Bases para una Iglesia laical: La identidad del discípulo” (2007)
3. “Laicos y Aparecida: desafíos” (2008)
4. “Transformar desde adentro: Los laicos ante un mundo en cambio” (2009)
5. “Una Iglesia abogada de los pobres: Responsabilidad política del Laico/a” (2010)
6. “Renovar la política, tarea de todos” (2011)
7. “Reflexionar la vida con Vaticano II” (2012)
8. “Desafíos actuales para el ser humano hoy” (2013)
9. “La alegría del evangelio en nuestra vida” (2014)

Algunos de estos cursos dieron lugar a algunas publicaciones (impresos o DVDs) en razón de buscar una mayor difusión de los temas abordados y su aprovechamiento para la formación en cada organización.

Elementos significativos y de proyección

° Compartir miradas distintas de ser comunidad y de vivir la fe, siendo que todos nos reclamamos seguidores de Cristo, con énfasis en aspectos variados.

° Reconocer problemáticas comunes como la importancia del acompañamiento comunitario a todo nivel; profundizar en nuestra oración y vida de fe; integración fe y vida, fe y compromiso político; funcionamiento y continuidad de nuestras comunidades.

° La necesidad de renovar nuestras prácticas comunitarias y hacerlas más cercanas a los jóvenes y a los pobres. Explorar nuevas prácticas de lo comunitario desde la diversidad y los nuevos modos de ser Iglesia en el mundo que buscamos construir creativamente.

° Valorar referencialidades vitales como son el día del Trabajo; el día del Maestro; Pentecostés y el Adviento; otras fechas. Compartir alguna de las actividades (o asamblea) que normalmente desarrolla cada movimiento, abriéndola de modo común para todos, como una manera de integrarnos mejor y aprender de lo que hace el otro.

° La vida como testimonio: saber ser actores y vivir con convicción; aprender a mirar con otros ojos; asumir nuestra responsabilidad social frente a los problemas que se dan en nuestro país; ser críticos de nuestro propio actuar.

° Saber comprometernos con el cambio: expresado en la opción preferencial por el pobre, la defensa de la vida y el reclamo de la justicia; en saber involucrarnos con la realidad de los más necesitados.

° Cuidar la casa de todos que es la tierra. Construir desde el trabajo con jóvenes y la interculturalidad Saber vincularnos con todos aquellos que trabajan solidariamente.

° Tomar atención a los nuevos aires en nuestra Iglesia, a propósito del Papa Francisco, lo cual nos lleva a pensar y actuar más en grande.

° Tomar en cuenta otras experiencias similares de éstas mesas laicales en Ayacucho, Chiclayo, Arequipa y otras regiones, lo cual es un factor más de alegría y motivación.

Guillermo Valera Moreno
Lima, 23 de mayo de 2015

Nota: El presente documento cuenta con los aportes de diversos integrantes de la Mesa de Movimientos Laicales, entre los que destaco los hechos por Gino Huerta.

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