Quien diría que tendremos elecciones municipales y regionales con un supuesto ganador en Lima tan anticipado. Porque tener más de la mitad de la intención del voto de modo tan sostenido en el tiempo, hasta aburre. Y Castañeda Lossio, en su momento fue un gran artífice y gestor de las labores al frente del Seguro Social y del propio municipio capitalino… Pero ¿también con él jugamos a “no importa que robe (Comunicore y demás yerbas) si hace obra”?
Pero la gente quiere votar por él, a pesar que el Jurado Electoral Especial le haya dicho, aunque sea de modo circunstancial, que ya no va su candidatura por errar sistemáticamente en su hoja de vida. Quizás por algo casual pero afín también a varios políticos, quienes como Alan García no se inmutan o sonrojan que les corrijan la plana de “doctor” u origen de su formación profesional. En el fondo no es el tema del grado académico sino de fe pública y del grado de tolerancia que podemos tener frente a dichos “detalles” de la vida nostra.
¿Habrá un mejor candidato para Lima? ¿Será posible? ¿Es realmente renovación Salvador Heresi? Conocido ex alcalde de San Miguel, candidato relativamente joven, inteligente, pero ¿con proyecto de ciudad, de país? Muy poco. Volviendo a Castañeda, una de las cosas que llama la atención de su actual postulación es que, teniendo casi la opción electoral asegurada, decidió engancharse en varios distritos a candidatos con propósito de reelección consecutiva y reiterada. Sobre todo casos como el de El Agustino o San Juan de Lurigancho (SJL) que tenían serias sospechas de manejos corruptos. Al punto que el propio candidato Burgos (de SJL) ha quedado fuera de carrera por haber sido desestimada su inscripción por yerros formales en ella.
Ya solo faltaría que Castañeda aparezca vinculado a personajes del sicariato en Lima. Decimos en Lima porque en las regiones hace rato que se comprobó que su organización (Solidaridad Nacional) estuvo involucrada en la red extendida en Ancash por el ex presidente del gobierno regional (Álvarez) y algunos congresistas (lamentablemente como H. Benitez, otrora tenaz defensor de derechos humanos y casos similares). Es llamativo este asunto porque hasta el narcotráfico ha empezado a formalizarse en la política y a reclamar su espacio. No es raro si es tan grande la cantidad que se mueve de Clorhidrato de cocaína, la misma que se descubre de tiempo en tiempo por toneladas y, que se sepa, no quiebra el negocio, salvo el de los “incautos” que caen, algunos burriers y paqueteros de poca monta, para la noticia.
Así y todo, un candidato tan controvertido, convertido en centro de la expectativa. Y ya no estamos en crisis económica sostenida; todo lo contrario, venimos de alrededor de tres lustros de crecimiento sostenido en nuestra economía. ¿Por qué esa situación anómica? ¿Ese desdén por nuestro bienestar y futuro inmediato? Está visto que la honradez no es un pergamino que cuenta a la hora del voto, salvo para algunos “ilustrados”; en general, el “populorum” no suele hacerse eco de virtudes tan sublimes ¿o sí?
Si en Lima a una gran mayoría nos friega el desastre del tráfico, duro de resolverse y tema complejo porque también el parque automotor ha crecido desmesuradamente. Si hace algunos años se vendía por año unos 10 a 12 mil autos, ahora ello se hace en un mes. Cosas del crecimiento económico. El asunto es que no sólo tenemos un problema de arreglo de pistas, de obras de infraestructura mayor que interrumpe temporalmente el tránsito fluido, etc., etc. Hay más cosas, pero es importante que se haya seguido dando impulso a la reforma del transporte, como se dio vuelta de página a la Parada o se ha ido concertando diversas obras como la Costa Verde, con el afán de facilitar su mejor y más universal aprovechamiento, entre otros, por eventos como “Mistura”.
Hay muchas cosas en juego en la elección de Lima. ¿No sería cuerdo pensar en continuidades más que en retrocesos o cambios que diluyan las inversiones ya avanzadas con la actual gestión municipal? La verdad que cada vez me convenzo, incluso por sentido práctico, que Susana Villarán debiera ser reelecta. Además en homenaje de todos los aprendizajes que ha tenido que realizar en su primera gestión, lo cual sería un desperdicio que no se aprovechara de mejor manera. Más aún si, siendo todo lo honesta y tenaz que es, no nos anima a encender los sueños otra vez de una Lima diferente y posible para todos.
¿Por qué no? Votaré por Susana Villarán en Lima Metropolitana. Ya terminaré de ver lo relativo a la distrital…
Guillermo Valera Moreno
Magdalena del Mar, 4 de setiembre de 2014