Crecer en lo humano y en comunidad

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El siguiente es el texto que presenté en la asamblea de mi comunidad, recogiendo lo vivido el año 2013.

Informe anual del Coordinador
CVX Siempre 2013

El año que culminamos en nuestra comunidad estuvo marcado por el tema del Ser Humano. No sólo por el tratamiento que decidimos priorizar desde los equipos (comunidades pequeñas) con el libro del mismo nombre (hubo hasta 6 sesiones en el año), sino porque fue sin habernos propuesto una manera de sintonizar con los nuevos tiempos que el Papa Francisco viene marcando para nuestra Iglesia y el modo de ser Iglesia, con un sentido más humano, con actitudes más de Jesús en nuestras vidas, conscientes de que la Iglesia la hacemos todos y cada uno de los cristianos y necesitamos dar testimonio fiel de ello y de vivir la alegría de ser cristianos y el seguimiento de Jesús.

A ello se añadió la feliz coincidencia que la Mesa de Movimientos Laicales lo escogiera también como tema central de su curso anual de formación, cuestión que también ha significado una motivación significativa para los diversos movimientos laicales que somos parte de éste espacio, así como en nuestra propia CVX nacional. Lo señalado nos deja una tarea abierta respecto a cómo seguir en el 2014 con el sentido de lo humano para nuestras vidas y cómo traducirlo en gestos concretos de modo individual y comunitario.

Otra cuestión clave fue la conmemoración de los 450 años de las comunidades laicas ignacianas, lo cual tuvo su apertura en la celebración del día mundial CVX (25 de marzo), así como en las diversas actividades de preparación de la asamblea mundial que correspondió a cada Núcleo CVX (entre ellos Siempre), la realización de la Asamblea mundial en Beirut (donde estuvo Pilar, Víctor y Javier), recordándonos también los problemas del Medio Oriente (tan lejano pero tan cerca en lo que nos afecta como personas); por último, la actividad del 8 de octubre que se realizó con ese sentido especial de sentir y vivir mejor la experiencia de ser parte de una trayectoria comunitaria enraizada en una historia muy larga, originada en las Congregaciones Marianas.

Creo que en éste último año también reforzamos el sentido e importancia de lo comunitario, pese a las irregularidades que ha habido en algunas asistencias por diversas razones, muchas veces de trabajo o viajes. Cuidemos de todos modos que las buenas razones que podamos tener no nos ganen en el sentido que significa participar de una comunidad CVX; no estamos en un club social ni en un grupo más; no se trata de una reunión más a la que le damos “tiempo”. Entendamos que lo comunitario y la reunión semanal que nos damos busca darle centralidad a nuestra vida, a ayudarnos a vivir nuestra fe en comunidad, a construirnos en ese sentido de “amigos en el Señor”, a buscar trascender nuestros individualismos, con profundo respeto, cariño y exigencia. No venimos a cumplir sino a formarnos mejor como personas, a aprender de la gratuidad de los demás, a gozar de descubrir la presencia del Señor en nuestras vidas. Ciertamente también a desarrollar una agenda debidamente preparada que es uno de los mecanismos como también nos formamos comunitariamente en responsabilidad y libertad.

De ese mismo modo, es muy importante que la comunidad nos ayude a crecer en el acompañamiento a distintos niveles, tanto individual y comunitario. A saber acompañarnos mejor unos a otros, no dejando por ejemplo que pasen desapercibidas las ausencias; no por un sentido normativo sino porque nos interesan cada uno de nuestros integrantes, porque queremos que las personas sean lo primero en la vida de la comunidad. Desde Coordinación se ha venido tomando en cuenta ello de modo más sistemático pero debemos seguir ampliándolo y mejorando. También para aprender a acompañar otras comunidades y personas, como ya se viene haciendo por algunos integrantes con jóvenes, familias, Núcleos CVX, Magis, entre otros.

Una cuestión adicional es el interés que vamos poniendo en los jóvenes, quizás todavía tentativo, a través de lo que Patricia Torres colabora con el Consejo Nacional. A ello se ha sumado Alberto P. con aportes para el plan de formación; también Armando y Patty H. en el acompañamiento que iniciarán de una comunidad en Fátima. Así, creo que debemos pensar en extender un compromiso con la formación especial de los más jóvenes, lo cual es un gran desafío en la realidad actual de las nuevas tecnologías y cambios. Reto que por cierto es compartido por todos los movimientos laicales con los que nos relacionamos en la Mesa laical y al que el propio consejo nacional CVX le ha puesto atención central. Por tanto, esperemos que sea algo que sigamos encaminando con mayor empeño y profundidad el 2014.

También debo llamar la atención sobre dos documentos que dimos lugar en el último año, a propósito de temas que lo hicieron necesario. Uno, relativo a los criterios de incorporación de nuevos integrantes (“Requisitos y procedimiento a seguir para el ingreso de nuevos miembros”), procedimiento que lo hemos recogido de la experiencia desarrollada en los últimos años. Lo segundo, “Criterios para la gestión de la Tesorería CVX Siempre”, lo cual se hizo necesario por los diversos casos de atención económica que se presentaron entre integrantes de la comunidad y pedidos de solidaridad fuera de ella, los cuales se pudieron canalizar de la mejor manera y a tiempo.

Finalmente, debo de agradecer a mi equipo de coordinación (y a nuestro asesor, Alberto Simons sj) en ésta grata tarea de gestar una comunidad de gobierno, donde lo central no es lo “gerencial” ni la mayor o menor cantidad de actividades que hagamos, o lo puntual de nuestra presencia (por cierto siempre necesaria). Con sencillez debemos siempre tener en cuenta que somos las personas las que hacemos la comunidad y en ellas debe estar puesta la primera mirada y la más significativa. Para saber cuidarnos unos a otros, sin apapacharnos, pero considerándonos cada uno en la persona que es y cómo nos ayudamos a crecer. Sabiéndonos exigir en lo que podamos dar; sin considerarnos jueces ni cosa similar pero sí con el deseo de hacernos mejores servidores y realizadores de la voluntad del Señor.

Gracias a toda la comunidad por la confianza y deseos de crecer.

Guillermo Valera Moreno
Magdalena del Mar, 14 de diciembre de 2013

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