El amor a los 100 años: de Octavia Vera su madre de Josefina

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Para amar se empieza con la decisión de engendrar un nuevo ser, desde ese óvulo cuyo espermatozoide llega a fecundar, normalmente el que llega primero, en una competencia de miles. Decisión que será una recurrencia en distintos niveles a lo largo de la vida, como gratuidad simple, dependencia de los padres (o quienes hacen las veces), como decisión individual en la madurez, como “dejándose llevar” por quienes nos continuarán. Siempre con el amor que lo tiñe todo de bondad, cariño, compromiso, fecundidad, fruto, gratuidad, belleza, verdad…

El pasado 22 de marzo se celebró en San Jerónimo, Andahuaylas, el centenario de la señora Octavia Vera viuda de Vásquez, madre de nuestra querida compañera de comunidad, Josefina Vásquez. Como muchas fiestas pueblerinas, los festejos duraron “tres días llenos de emoción y cariño, en compañía de sus nueve hijos y muchos de sus 21 nietos, 35 bisnietos y 2 tataranietos” (Micronoticias Jesuitas).

Estuvieron en ella varios jesuitas, como Tato Repullés, Oscar Morelli, Antonio Sánchez Guardamino, Javier Quirós y Sixto Coronel, acompañando a la familia de Víctor, hermano de Josefina, y también hermano Jesuita.

Toda la celebración fue una modesta acción de gracias por la vida de doña Octavia, devota de la virgen del Carmen. Según nos cuentan los participantes… Eucaristía, homenaje, brindis, almuerzo y la infaltable animación musical fueron seguidas con alegría y lucidez por doña Octavia, quien en todo momento se mostró atenta y emocionada, muy agradecida por los acontecimientos del centenario.

Tato Repullés, quien presidió la Eucaristía de acción de gracias por la vida de doña Octavia, durante la homilía tuvo emotivas palabras, plasmadas en un poema para la ocasión:

Cuando esta mañana mientras te cantaban
He visto aflorar en tus ojos lágrimas de emoción
Y entre tus labios rojos se dibujaba una tierna sonrisa

He soñado llorar de alegría, cien años de vida
Un siglo recibiendo y dando amor
El mejor regalo del padre bueno

Desde el día que te creo
Semejante a él, que es el Amor
Naciste llorando como todos

Para sentir que unas manos cariñosas enjugaban tus lágrimas y acallaban tu llanto
Y un beso lleno de ternura llenaba de felicidad tu tierno corazón
Que recién estrenaba y que después iba a seguir creciendo

Al compas de los años y del nacimiento de tus hijos
Esa ha sido tu vida, un cantico de alegrías trasmitidas a tus hijos
Tu sangre generosa y espíritu lleno de ilusión de lindos sueños y amor

Fueron corriendo los años entre lágrimas y risas
Fueron creciendo tus hijos jugando, peleando y llorando
Bajo tu mirada cariñosa y acogidos en tu regazo

Llenos siempre de ternura, reunidos entre tus brazos que engendraban amor
Fuiste feliz cuando los engendraste y las lágrimas limpiaron tu tristeza cuando Dios se los llevó
Y ahora, después de cien años, todos se encuentran anclados en amor gracias a Dios

Gracias por habernos regalado tu amor y alegría
Ya que tu vida ha sido una sinfonía de amor que nunca terminará
Porque será eternamente un camino de amor.

Gracias a la vida que nos ha dado tanto… y doña Octavia es una muestra más de ello.

Guillermo Valera Moreno
CVX Siempre
14 de abril de 2012

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