Un inmenso gracias, Javier!

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En las responsabilidades suele haber un principio y un final. Ello se da periódicamente en los cargos del Consejo Nacional CVX o de un Núcleo CVX. Con menos frecuencia, también se da en los roles de Asesor o Asistente Nacional CVX, como es el caso que toca hoy a nuestro querido Javier Uriarte sj. Después de 13 años, 5 asambleas nacionales y tres asambleas mundiales CVX, Javier cambia de espacio, deja esa dedicación especial que tuvo a la CVX Perú.

Por la solvencia que había adquirido en su desempeño de Asesor, nos hubiera gustado que continuase involucrado desde Jaén (Vicariato San Francisco Javier, al norte de Perú), su nuevo destino. Ya verá si el manejo de sus tiempos se lo permiten. Yo estoy seguro que sí, para dar forma a nuevas experiencias de CVX en zonas rurales (uno de esos sueños que mantiene) y, en aquella zona tan querida por él como es San Ignacio. Ya lo iremos viendo, aunque no será cosa breve ni inmediata.

Un inmenso gracias Javier por tu cariño y dedicación a la CVX en todo éste tiempo, donde no sólo te gozamos en Perú sino en algunos países de Latinoamérica, en especial Ecuador. Un inmenso gracias por tu manera de relacionarte, dejando siempre un sentido de libertad para obrar desde el discernimiento y el seguimiento de Jesús, construyendo siempre experiencias de comunidad en todos los niveles que era posible, convencido de la importancia de vivir la fe en comunidad, de hacernos “amigos en el Señor” desde la cercanía comunitaria, aunque siendo muy claro de no encerrarse en el “claustro” de la comunidad, porque intentamos vivir como comunidades para la misión, en misión y desde la misión.

Un inmenso gracias por tu cercanía, amistad, sentido afectuoso. Porque así queríamos hacer de la experiencia en CVX, sabiéndola limitada, imperfecta, necesitada aún en muchos aspectos de talladores. Pero creciendo en la experiencia, en la necesidad de la formación y de los ejercicios espirituales. Construyendo caminos diversos desde la diversidad de realidades que tocaba abarcar. Reconociendo historias de origen que se han logrado unir en un mismo tejido común.

En mi caso, junto con Javier, nos tocó compartir la reactivación del Consejo Nacional CVX, allá por el 2002, punto de partida de un proceso que se fue institucionalizando y alcanzando continuidad en el tiempo. Proceso que se ha mantenido hasta la actualidad y es cosa muy importante en una realidad como la nuestra, que ha tendido a ser más bien discontinua. Compartimos el Consejo CVX durante 7 años continuos, dentro del cual me tocó también asumir el rol de Presidente de CVX Perú. Qué buenas la experiencias de Ejercicios Espirituales como equipo de Consejo; gratas las reuniones del Consejo, discernidas desde la oración comunitaria; la experiencia de 2 asambleas mundiales que nos tocó compartir, tanto en Nairobi (Karibu!) en Kenia, como en Fátima (Portugal).

Ese buen gusto por el arte mostrado en tus aproximaciones diversas, haciendo uso de la música, la pintura, la fotografía y otros recursos para garantizar tan buenos ejercicios espirituales, algunos cursos o charlas o la visita de algún museo, como el recorrido que hicimos en Madrid, España, el cual culminó en ese almuerzo incluyendo arroz con calamar en su tinta. Fue una delicia como sabías pasar el rato, deseando no olvidar por cierto tu siesta de inicio de la tarde o el dormir temprano (relativamente, cuando se podía) para reponer el esfuerzo del día.

Realmente un honor haber compartido algunos tiempos, momentos, instantes… muy convergentes con el quehacer de nuestra querida CVX. Pero también por casa. Porque resultaba que siempre has sido muy amigo de Nila, mi esposa, porque resulta también la coincidencia que ella es de San Ignacio y fuiste en su momento su profesor, espiritual y director en ese colegio llamado Tito Cusi Yupanqui. Tu paso por casa no la olvidará nunca mi hijo Luis Fernando, con eso de su “risa de pendejo”, cosa que le provocaba más risa y empatía. Más recuerdo de ti en su vida.

Ahora volverás a estar cerca de San Ignacio, en el Seminario de Jaén. Una gran cosa para alguien tan cultivado en su espiritualidad y alguien tan solvente en procesos de formación y discernimiento. Ya habrá tiempo de que organices tandas de Ejercicios Espirituales en Jaén, para tener más motivo de visitarte y seguir aprovechando de tu sabiduría y don de formador. Sigue así, sigue adelante, sigue también con nosotros desde donde te toque estar.

Un gran abrazo, Guillermo.

Guillermo Valera Moreno
6 de febrero de 2015

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