Como saben aquellos que siguen este blog, uno de los temas de interés a los que me dedico con especial motivación es al que tiene que ver con los tarapaqueños peruanos. Las diversas situaciones por las que pasaron muchos peruanos que vivían en Tarapacá y que vieron radicalmente modificadas sus vidas a fines del siglo XIX, han merecido muchas publicaciones en este blog, incluyendo un ebook sobre mi familia que se asentó en esta zona tras migrar desde Ancona, Italia. Dicho ebook se encuentra en reelaboración con nueva información obtenida en Chile e Italia. De momento les comparto el enlace con la primera edición.
A pesar de estar ubicado en pleno desierto de Atacama y ser asociado con la producción salitrera, la zona de Tarapacá fue durante muchos años una región de gran producción vitivinícola y de otros frutales gracias a la presencia de oasis como los de Pica, Quisma y Matilla. Prueba de ello es el gran desarrollo que tuvieron en esta zona los sembríos de limones, naranjas, huayabas y mangos. Asimismo, durante el siglo XVIII, cuando esta zona era territorio del Virreinato del Perú, se consolidó como una región de producción de vinos muy importante, la cual sin embargo, se vio interrumpida por decisiones gubernamentales. Así fue como, hacia 1930, Pica, Quisma y Matilla perdieron su prestigio como productores de vinos de gran calidad. Pueden acceder a información sobre este tema a través de esta “RESEÑA LAGAR DE LOS OASIS
PICA, QUISMA Y MATILLA”, cuyo autor es el ingeniero agrónomo enólogo Sergio Jara.
En los últimos años, a partir de los trabajos de varios ingenieros e investigadores históricos, entre los que destacan los señores Jorge Moya y Felipe Loayza, se viene realizando un esfuerzo en búsqueda de la revitalización de las cepas y los conocimientos vitivinícolas. Es así que la región de Tarapacá ha iniciado un proceso en el que está redescubriendo los viejos viñedos que convirtieron a esta zona en el corazón de la producción de vinos del norte de Chile.
Un amigo de este blog, el señor Verne Angel Butrón, gestor cultural, guía turístico, técnico en arquitectura e historiador por vocación, me comparte un hallazgo por demás interesante: una botella de vino que fue encontrada enterrada y que presenta una etiqueta con diseños alusivos a Perú los cuales podrían corresponder a mediados del siglo XIX. Dichos diseños, desconocidos hasta ahora, han sido reconstruidos digitalmente y se puede apreciar las banderas y escudos antiguos. Falta investigar más sobre el origen de dicha botella, la cual sin embargo no deja de ser sugerente e interesante para los amantes de la historia de Tarapacá.