El 26 de marzo de 1990 murió, a los 40 años, Alberto Flores Galindo o simplemente Tito, como lo llamábamos quienes tuvimos la suerte de ser sus alumnos o asistentes de investigación. Han pasado 20 años y en estos días se han sucedido artículos, homenajes y reuniones recordando la enorme influencia que Tito ha tenido entre nosotros. Tengo varios recuerdos de él que me acompañarán siempre. Por ejemplo sus clases que esperábamos con ansia en los pasillos del pabellón de sociales para salir luego siempre asombrados de su erudición y brillantez. También de su sencillez y amistad que lo llevaba a tomar un café con sus alumnos o comernos un cebichito como muestra la foto que acompaña esta nota y donde están entre otros Felipe Portocarrero, Flavio Figallo, Luis Tejada, Luis Torrejón, Carlos Franco y yo.
