Yo fui un PPKuy y morí en el intento

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El confeso ex PPKausa, Oscar del Valle, realiza un análisis desde su experiencia personal sobre el fenómeno “PPK” para la revista Ideele. Afirma que no votó por el candidato en primera vuelta, pero que llegó a ser un ávido entusiasta de la candidatura de Kuczynski, a quien defendió frente a toda critica.

Del Valle narra desde su primer encuentro con el PPKuy, hasta los sucesos que lo obligaron a colgar sus pulseras y realizar su desligue final del movimiento.

A continuación, su experiencia:

Aunque no voté por PPK en primera vuelta, el llamativo mundo PPK me pareció un fenómeno interesante de examinar. Este artículo, escrito a modo de sátira, pretende recoger las experiencias, comentarios y frustraciones de varios amigos que con mucho entusiasmo siguieron a PPK durante la campaña electoral y que por diferentes razones terminaron el recorrido con el mismo sinsabor que siempre les dejó la política. No es más que un calco irreverente y burlesco de la realidad.

El cuy es un roedor de la familia Caviidae originario de la Cordillera de los Andes, aunque también se le conoce como Conejillo de Indias. Creo que es esta última definición la que ayuda a entender mejor el síndrome PPKuy. ¿What?

Se llama “conejillo de indias” a las personas que son utilizadas como medio para perseguir un determinado fin. ¿Más claro ahora? Después de muchas idas y vueltas, de argumentos desgastados, casi entronizados, y de varias discusiones entre sordos, me doy cuenta de que PPK lo tenía muy claro; quizá no al inicio, pero luego de cada paso que daba, el público se lo duplicaba y así empezaba a recibir un fulminante apoyo que supo explotar hasta la saciedad, hasta roer el hueso del cuy.

Claro que no me refiero al apoyo de sus amigotes empresarios: ellos siempre estuvieron coreando el “sube sube” con entonación constante y sonante. Tampoco me refiero a la prensa, que se encargó de ponerlo en escena cuando ni daba la talla con un 5% frente al 26% de Toledo. Me refiero a los mejores agitadores en una campaña, a los groupies, cuasi fans derockstar, algunos incautos estudiantes preuniversitarios y harto cachimbo que habita en Las Tías, Elos, Shandy’s y otros bares universitarios a cualquier hora del día. Ahora, distanciado de la campaña, veo las cosas con claridad y creo que eso fuimos, conejillos de Indias, un simple medio para llegar al poder y no un fin por el cual mostrar compromiso y respeto debidos.

Pero no siempre fui tan crítico. #Yoconfieso que tiempo atrás fui un PPKuy. Fue en una conocida discoteca de Larcomar donde tuve mi primer contacto con el movimiento PPKuy. Celebraba el santo de un amigo entre el bullicio y el retumbar de la música, cuando un muñeco lanudo y dientón llamó mi atención. “Ah, es el Cuy del BCP”, recuerdo haber pensado. El mismo que merodeaba en las fiestas en Asia, donde el roedor salía a menear las caderas en la llamada “hora loca”. Pero esta vez me percaté de que vestía un polo fucsia y repartía pulseritas. “¡Es el PPKuy! ¿Yo quiero unaaa!”, gritaba una chica a mi lado. Mi curiosidad me llevó a acercarme al reparto de pulseras, y sin meditarlo mucho ya estaba engrilletado con una de ellas.

Desperté al día siguiente, y por alguna razón que en ese momento desconocía, mis padres me miraron con buenos ojos, a pesar de los visibles estragos que la juerga había dejado en mi cuerpo. Ya nada importaba; tener la pulserita era como gozar de inmunidad. A partir de ese día empecé a interesarme por PPK. Comencé en el Facebook con un grupo de amigos que colgaban videos —curiosamente, todos estudiaban carreras de números—. Yo también decidí comentarlos y compartirlos. Veía en PPK a un viejito decidido, con mucha habilidad para conectar con una juventud ávida de conocimiento, de voz, en la búsqueda de un cambio, del retorno de la decencia a la política. Sí, eso fue lo que vi, ignorando una fuerte miopía, agravada por la burbuja del #mundoppkausa en la que viví inmerso en tiempos de campaña. Por supuesto, me uní a varios grupos como “PPK Presidente”, “PPKuy Página Oficial” y “PPK no es un voto perdido”. Consumía PPK todo el día: sus videos, sus discursos, sus presentaciones y souvenirs.

“Es un banquero de Wall Street”, “Es un gran técnico”, “No nos va a robar porque es millonario”, “Se parece mucho a mi tío”. Todas esas cosas pasaban por mi cabeza y no podía creer en qué pensaba el resto del país que no votaba por él. Cuando escuchaba críticas por su nacionalidad, lo defendía: “¡Ya está en trámite!”; cuando me sacaban el robo al BCR para favorecer a la International Petroleum Company, me ponía saltón: “¡Guerra sucia!”; cuando me decían que no representaba al Perú, respondía: “¡Sube sube PPK!”. Todo me parecía muy absurdo.

Ahora que lo pienso, fue un fenómeno bien extraño. PPK representó una especie de modelo de éxito; como diría Jorge Bruce, un “modelo aspiracional”. Era economista, un profesional con títulos académicos importantes, con una trayectoria de cargos de alto nivel, adinerado y blanco. Sí, las fibras del racismo también se movieron y muchos apostamos por él no solo por su trayectoria personal sino también por su aspecto físico. Siempre pensamos que las primeras impresiones importan, y él nos dio a muchos esa primera impresión, y la lección que rescaté surge de otro adagio popular: “Las apariencias engañan”. Aprendí que los prejuicios son un arma de doble filo.

Volviendo a la campaña, fue muy divertido acompañar en esta onda eufórica a las manadas de PPKuyes —¿existe un sustantivo colectivo para los cuyes?— intentando acercarse para tocar a su líder. Había sido una larga batalla, por decir lo más, pues dura podría considerarse una con los medios, el empresariado y el poder en contra. Finalmente, PPK lo logró a punta de cojones. Y eso es cierto: para muchos, el toqueteo de entrepierna fue el punto de inflexión en su campaña. Empezó un poco tarde el ascenso porque ya no faltaba mucho para las elecciones de primera vuelta, pero con esta amañada táctica —que, luego se descubrió, fue astutamente contratada— PPK se convertía en un sex symbol, algo que pasados los setenta resulta ser bien pretencioso salvo que seas Hugh Hefner. La cuestión es que se disparó hacia arriba y ya todos coreábamos el “Sube sube PPK” con mucho más entusiasmo.

“¡Pero en segunda vuelta no le gana a Humala!”, nos decían los toledistas desesperados también (a santo de qué, no sabía). Los PPKuyes respondíamos: “Humala nunca va a ser presidente, hay que ser huevón para no darse cuenta”. El pez por la boca muere. A escasos días del 10 de abril, la incertidumbre nos embargaba a todos; era como la sensación de unmatch point para ganar el campeonato de vóley peruano. Toledo le había propuesto a PPK salvar al país a través de un pacto que este último se negó a aceptar porque lo consideró una maniobra para hacer a un lado a su partido. En ese momento una alianza me pareció lo más sensato, pero también me quedaba bastante claro que PPK no aceptaría ser, por segunda vez, un subordinado de Toledo. Ocurrió lo que tenía que ocurrir en un país donde los partidos están fragmentados, en un país donde todo puede pasar: Keiko Fujimori y Ollanta Humala pasaron a la segunda vuelta. El mundo se me vino abajo, agarré mi Blackberry y empecé a chatear con todos mis amigos PPKuyes. Todos estaban desconcertados. Mis tías, que se habían puesto la camiseta desde un inicio con donaciones, y mis primas, con el volanteo en la tranquera de Casuarinas, estaban devastadas. Tanta energía y dinero gastados —aunque nunca equiparable al gasto en tinta negra del diario Correo cada vez que Aldito se asusta.

Pasado el bache, que nos hizo saltar a todos y meternos un porrazo, PPK salió a hablar — aguanta, ¿no que ha perdido?— de la democracia, de los valores, de la vigilancia, y sacó un papelito anunciando los puntos por la democracia. Al principio eran seis, pero creo que llegaron a ocho; ya ni sé: todo el mundo quería agregar sus puntos. Todos los PPKuyes querían imponer su plan de gobierno. Por otro lado estaban los PPKuyes más necios, los que querían que se haga un referéndum para volver a votar en una suerte de “segunda primera vuelta”. Otros querían que el referéndum sirviera para hacer una segunda vuelta, pero solo entre Humala, Keiko y PPK, es decir, con un colado. La facción radical PPKuy, un extremo del cual me mantuve lejos, llegó a publicar un mapa de la casa de Humala para amedrentarlo. Era el golpe de Estado civil en marcha.

Si hubiera que responder en un examen de opción múltiple, nos quedaría marcar “ninguna de las anteriores”. Nada de eso se podía hacer, y esta vez papito no podría arreglarlo. Entre tantas cosas, PPK dijo que su compromiso era desinteresado, que no pretendía ponerse ni del lado de Keiko ni del lado de Humala, menos aun aceptaría un cargo público. Finalmente, con autoestima de predestinado, prometió velar por la democracia en el Perú.

Todos sabemos bien cómo termina esta historia. Con PPK trepado en el estrado fujimorista, no negando la posibilidad de trabajar con Keiko en el futuro y gritando arengas recordativas hacia el patriarca del partido naranja, preso en la DIROES. Ah, ¿y qué hay de la renuncia a su nacionalidad norteamericana? Su respuesta fue categórica, aunque también reveladora: “¡Dejen de ser tan idiotas!”.

Y es precisamente lo que hice y la razón por la que me animé a contarles mi historia. Por supuesto, dejé de ser un PPKuy, colgué mi camiseta PPKuy y me quité la pulserita PPKuy, que ya había perdido sus súper poderes. Lo único que no he dejado de hacer es parar con las chicas PPKuys: no se imaginan lo guapas que son. ¡Ni idiota!

En http://lamula.pe/2011/07/07/yo-fui-un-ppkuy-y-mori-en-el-intento/jimenard (más…)

Equidad, serenidad y ponderación

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Tania Ynes Huancahuire Díaz (*)

Hace algunos meses me tocó calificar una denuncia en el Juzgado Penal de Turno Permanente que en su momento fue muy dramático y controvertido. Este juzgado resuelve la situación jurídica de un detenido preliminarmente, es decir, allí se decide si la persona va a la cárcel o se ordena su libertad mientras dure todo su proceso judicial, dependiendo de los hechos denunciados por la Fiscalía, quien a su vez denuncia según las investigaciones policiales realizadas.

En el caso que reseño el detenido había atropellado a un menor de edad cuando cruzaba la pista intempestivamente, sin tomar ninguna medida de cuidado y este descuido ocasionó el accidente que causó su muerte instantánea. Cuando llegó la denuncia la primera impresión que se tuvo cuando se vio que la víctima era un menor de edad fue que el denunciado no debería manejar más, e ir a la cárcel.

Sin embargo, al revisar el caso me di con la sorpresa de que el detenido era un señor que bordeaba los cincuenta años de edad, nunca tuvo suspensión de brevete, ni antecedentes penales, y trabajaba para una empresa de transporte de carga más de diez años. A nivel policial manifestó que no tuvo la culpa de causar la muerte del niño ya que éste hizo su aparición intempestivamente por el medio de la pista y por más que hizo maniobras para evitar el accidente de tránsito, no pudo frenar a tiempo y atropelló al menor quien murió en el acto.

Revisé el atestado policial y el informe técnico que emitió la policía cuando ocurre un accidente de tránsito a fin de verificar cuál era el factor determinante del accidente. En este caso, el informe técnico indicaba que la imprudencia fue exclusivamente del menor peatón. Es decir, el niño cruzó la pista irresponsablemente y por una vía no permitida. Al leer esto me pregunté ¿sería justo encarcelar a este señor?, ya que las pruebas legales demostraban una situación distinta a lo que los hechos señalaban en la denuncia. Al final decidí darle libertad con reglas de conducta.

Posteriormente, luego de varios meses que duró el proceso la propia Fiscalía solicitó archivar el proceso penal seguido contra esta persona, al advertir que el chofer del vehículo no atropelló culposamente, no violó las reglas de tránsito, ni muchos menos tuvo la intención de cometer el lamentable accidente, por lo cual también se procedió a su archivamiento y que en su momento nadie apeló.

La enseñanza que deja este caso a la comunidad es que el Juez dicta una resolución previa meditación y reflexión; alejándose de actuar bajo impulsos emotivos que impidan decidir razonadamente; solucionando los conflictos con equidad, serenidad y ponderación, y es que para el Juez todos los casos requieren reflexión y prudencia, porque en sus resoluciones muchas veces está en juego la libertad de una persona.

(*) Jueza Penal. Programa Social “Justicia en tu Comunidad” de la Corte de Lima. (más…)

Acceso a la Justicia y Despacho Judicial

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por Héctor Enrique Lama More

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Reflexiones sobre Justicia Penal

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Magali Valer Fernández (*)

La Justicia Penal como sistema adoptado por un gobierno es una materia de constante preocupación jurídica y política en la que juristas y políticos evalúan indistinta o conjuntamente, la eficacia de la justicia penal. Los juristas la analizan a nivel teórico-legal, en tanto que los políticos la abordan en el aspecto práctico de la sensación de inseguridad ciudadana, criminalidad y violencia.

Aunque parezca sencillo su estudio, no es así; pues salen a relucir cuestionamientos de la forma como una gestión gubernamental enfoca el tema. La mayoría de gobiernos y legisladores consideran que la criminalidad e inseguridad ciudadana se controla, e incluso se erradica, a través de leyes drásticas, la tipificación de nuevos delitos, o el aumento de penas. ¿Resultará ser cierto? Considero que no, y es que no sólo debe trabajarse sobre sistemas de represión ya existentes, sino plantearse políticas de prevención, e investigar soluciones, no sanciones, sobre las causas del aumento de la criminalidad y de la inseguridad ciudadana.

Los gobernantes tienen como reto la búsqueda de soluciones correctas ante la criminalidad, la inseguridad ciudadana, la violencia, y todo lo que de ellas deriva. Se dice, por ejemplo, que la Policía no se abastece para reprimir la violencia ni la delincuencia; que los jueces son débiles al sancionar; que las penas legales son bajas; que se beneficia al “delincuente” y se abandona a la “víctima”. ¿Qué puede estar sucediendo? ¿No será necesario cambiar el método de diálogo utilizado en él, y el enfoque de justicia que se presenta a la ciudadanía?

El ciudadano desconoce temas técnicos del Sistema de Justicia Penal. Lo que espera son soluciones a su temor de inseguridad; esto exige un giro en la perspectiva de las medidas que deben instalarse desde las organizaciones más sencillas de la sociedad, comunidades, vecinos, municipios, etc., mesas de diálogo y análisis sobre la problemática concreta que viven frente a la criminalidad y buscar un método de acercamiento a la realidad; para ello, requeriremos de un aspecto técnico y legal, pero sin olvidar el social.

Resulta importante que muchos señalan que “en el Perú hay desconfianza, por cuanto hay exclusión”. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo hace unos años informó que “la estructura del sistema de justicia así como el marco normativo peruano no ha satisfecho las demandas sociales de protección y seguridad jurídicas. Ninguno de estos aspectos ha sido capaz de evitar violaciones de derechos provocadas por actos de violencia estatal y de particulares ni de otorgar al ciudadano seguridad en el ejercicio de muchos de sus derechos económicos y sociales básicos, pues al contrario éstos se han tornado altamente inciertos (por ejemplo, desde la visión del ciudadano común no se han deslindado con claridad los límites a la inversión privada respecto de los derechos de los trabajadores o de otros competidores).” Este informe nos exige una reevaluación de nuestro sistema y aún más de los métodos de represión a la violencia y criminalidad.

Un tema a reflexionar es la justicia restaurativa o reparadora, ésta plantea que el delito es esencialmente un daño a una persona concreta y las relaciones interpersonales entre víctima y agresor, a diferencia de la justicia penal actual que es retributiva y plantea que el delito es una lesión de la norma jurídica, en donde la víctima principal es el Estado.

(*) Juez Contencioso Administrativo. Programa Social “Justicia en tu Comunidad” de la Corte de Lima. (más…)

El tercero registral

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Protección registral del tercero. Buena fe registral vs. oponibilidad de derechos
Por José Luis Gonzales Loli

En http://www.cal.org.pe/pdf/diplomados/proteccion_registral.pdf
20110629-proteccion_registral.pdf

(sic) Pública Registral y el Criterio Adoptado Por las Salas De Casación: Una mirada reciente. Revisión de Sentencias dictadas de Junio 2007 a Junio 2008
Por Carlos Furuken Zegarra
20110629-LA_FE_PUBLICA.pdf

FE PUBLICA REGISTRAL y ……… ¿seguridad jurídica?
Por Pedro Ortiz Pasco
En http://ipc.pe/notarial/Fe_Publica_y_Seguridad_Juridica.ppt
20110629-Fe_Publica_y_Seguridad_Juridica.ppt

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LA CONCILIACION JUDICIAL Y EXTRAJUDICIAL PROCEDE ANTES DE DICTARSE UNA SENTENCIA

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Corte Superior de Justicia de Lima

Nota Informativa N° 033-2011-OPII-CSJL

LA CONCILIACION JUDICIAL Y EXTRAJUDICIAL PROCEDE
ANTES DE DICTARSE UNA SENTENCIA

“La Conciliación Extrajudicial es una alternativa no jurisdiccional para dar solución a los conflictos, que procede de manera obligatoria antes de iniciar un proceso judicial”, sostuvo el doctor Jaime David Abanto Torres, Juez del Primer Juzgado Civil de Lima durante la entrevista realizada en el programa “Apuntes Legales del Doctor Jesús Dongo” en Radio María.

Indicó que, para ello, los interesados deben recurrir a los Centros de Conciliación Extrajudicial que existen en Lima, Callao, Lima Norte, Arequipa, Trujillo, Piura, Santa, Cañete, Huaura, Huancayo y Cusco.

Añadió que son materias de conciliación extrajudicial: el régimen de visitas, alimentos, tenencia, división y partición de bienes, liquidación de sociedad de gananciales, obligación de dar suma de dinero, ocupación precaria, vencimiento de contrato por falta de pago, indemnización. e incumplimiento de contrato por pago de alquiler, entre otros.

El magistrado, autor del Libro titulado “La Conciliación Extrajudicial y la Conciliación Judicial: un puente de oro entre los MARC’s y la justicia ordinaria”, señaló que tanto la conciliación judicial como la extrajudicial proceden en cualquier estado del proceso siempre y cuando no se haya dictado sentencia en segunda instancia.

Agregó que la conciliación judicial y la conciliación extrajudicial pueden celebrarse cuando el proceso está en trámite. Si las partes llegan a un acuerdo el Juez da por terminado el litigio.

“Incluso, si existiera sentencia con autoridad de cosa juzgada las partes pueden realizar una audiencia de conciliación extrajudicial, que de concluir con un acuerdo total, podría ser considerada por el Juez como un acto jurídico posterior a la sentencia y una vez que se haya ejecutado totalmente lo acordado, procede ordenar el archivo definitivo del expediente”, refirió el magistrado integrante del Programa Social “Justicia en tu Comunidad”.

Lima, 13 de junio de 2011
OFICINA DE PRENSA E IMAGEN INSTITUCIONAL
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JUECES DE LA CORTE DE LIMA IMPLANTARÁN VALORES DEMOCRÁTICOS A LA COMUNIDAD

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Corte Superior de Justicia de Lima

Nota Informativa N° 017-2011-OPII-CSJL

JUECES DE LA CORTE DE LIMA IMPLANTARÁN VALORES DEMOCRÁTICOS A LA COMUNIDAD

El doctor Miguel Ángel Díaz Cañote, magistrado del Sexto Juzgado de Familia, e integrante del Programa Social “Justicia en tu Comunidad” de la Corte de Lima, sostuvo que a través de este sistema de trabajo se buscará “implantar valores democráticos a la población”, y se realizarán actividades de prevención.

Así lo dio a conocer en el programa televisivo “En Tiempo Real” que se transmite a través del Canal Willax TV.

En la emisión de este espacio, Díaz Cañote presentó las propuestas y objetivos del Programa de Proyección Social y agregó que en las jornadas de acercamiento a la población se les brindará orientación sobre sus deberes y sus derechos, “ya que su desconocimiento los puede convertir en infractores”.

Añadió que es necesario que la comunidad comprenda el rol del Poder Judicial, pues muchas veces por ignorar el uso de las herramientas adecuadas, se dificultan los procesos que fácilmente podrían ejecutarse. “En caso de alimentos hoy en día trabajamos con formatos y es mas fácil tener accesibilidad a ellos”, puntualizó Díaz.

Otro aporte importante destacado en la entrevista televisiva fue el referido a extender el Programa “Justicia en tu Comunidad” a todos los niveles de edad. “Nosotros trabajaremos con la Casa Hogar San Martín que alberga personas de la tercera edad, quien conjuntamente con PROSODE (Proyección Social de Derecho) de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), asesoraremos en temas de pensiones”, resaltó el magistrado.

Por último Díaz cañote subrayó que lo importante es difundir la cultura de paz y no recurrir a la justicia por mano propia. “Vivimos en una sociedad organizada donde las autoridades tienen que aplicar justicia y conociendo sus derechos ésta será eficiente. Con este programa social queremos acercar al juez y que conozcan como administra justicia”, finalizó.

Lima, 24 de mayo de 2011
OFICINA DE PRENSA E IMAGEN INSTITUCIONAL
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Corte Superior de Lima llevará a cabo proyecto social ‘Justicia en tu Comunidad’

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Como finalidad de crear espacios informativos de capacitación, coordinación y concertación, para la difusión de valores democráticos y el respeto de los derechos humanos, Carmen Julia Cabello, Magistrado de la Corte de Lima informó que se llevará acabo un programa de proyección social “Justicia en tu comunidad” de la Corte Superior de Justicia de Lima.

Dijo que los objetivos es propiciar relaciones de confianza y acercamiento entre la población y el sistema de administración de justicia.

Explicó que con ello la Corte pretende incentivar la participación de jueces y juezas del Distrito Jurisdiccional de Lima, con la colaboración del personal jurisdiccional y administrativo de este distrito judicial.

“Mediante este programa de proyección social se desarrollarán actividades tendientes a brindar servicio de apoyo a la comunidad en armonía con la función pública al Poder Judicial” manifestó.

El programa se ejecutará desde tres líneas de acción estratégica:

Primero será en una “Proyección educativa”, explicó que ello contribuirá a la consolidación de un sistema educativo integral y sostenido, que garantice la preparación de los menores de edad y jóvenes en el ejercicio de una ciudadanía, al interior de un marco de prevalencia de los valores democráticos y de la práctica de una cultura de paz.

Así podrá ser efectivo para prevenir y tratar los conflictos ínter subjetivos y la violencia social, a través de la participación de los operadores de justicia en actividades educativas en centros escolares, organizaciones de base, líderes de las organizaciones educativas y sociales, ciudadanos organizados y no organizados.

En segundo será un “Proyección informativa” por medio de la cual se dará a conocer el quehacer de la administración de justicia en los diversos medios de comunicación social, así como en la realización de campañas comunales locales con la participación de jueces de paz letrados, y visitas de orientación a los diferentes órganos jurisdiccionales, entre otros.

En tercer lugar y últimos estará la “Estrategia interinstitucional” la que fortalecerá el desarrollo institucional del sistema judicial mediante la articulación de esfuerzos públicos y privados para el mejoramiento del servicio de la administración de justicia.

Finalmente la Presidenta de la comisión a cargo del programa “Justicia en la comunidad”, Carmen Cabello dijo que se logrará la participación activa de la Corte Superior de Justicia de Lima en los planes referidos a temas de Cultura de Paz, como parte del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana.

http://www.radionacional.com.pe/locales/43023-la-corte-superior-de-lima-llevara-acabo-proyecto-social-justicia-en-tu-comunidad.html (más…)

Justicia en tu Comunidad

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Es un programa institucional de acercamiento a la población con la finalidad de contribuir al fortalecimiento del Estado Democrático de Derecho y la protección de la vigencia de los Derechos Humanos.

Se busca reforzar la relación de los jueces con su comunidad, en base a las estrategias de proyección educativa, social e interinstitucional; creando espacios informativos de diálogo, capacitación, coordinación y concertación, a través de los cuales se difundan los valores democráticos y el respeto de los derechos humanos.

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Contacto directo

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Héctor Enrique Lama More (*)

Estimados amigos, muchas veces se observa a las autoridades del Poder Judicial con cierta distancia, e incluso algunos no se acercan a los magistrados porque tienen una percepción equivocada de que es muy difícil acceder a ellos. En realidad, apreciado lector, los magistrados del Poder Judicial son funcionarios que no solo tienen la obligación de decidir sobre los conflictos que se presentan ante ellos, sino también tienen el compromiso y el deber de atender personalmente al ciudadano, escucharlo e informarle sobre el estado del proceso y sobre las medidas adoptadas por su Despacho para una rápida atención al caso que tiene a cargo.
Así como el ciudadano acude ante el Juez en busca de la solución al conflicto existente, el magistrado también está dispuesto a acercarse a la ciudadanía a efecto de evidenciar ante ella su disposición de contribuir con el esclarecimiento sobre los derechos y deberes que le corresponden a las personas, permitiendo con ello labores de prevención oportuna evitando el inicio de procesos inútiles. El magistrado demuestra con ello una función transparente, integrándose con la ciudadanía y compartiendo sus inquietudes y preocupaciones, que son también las suyas.
Ante esta realidad nuestra Corte Superior de Justicia de Lima ha creado el Programa de Proyección Social “Justicia en tu Comunidad”, a través del cual realizamos diversas actividades de educación, orientación e información sobre el funcionamiento del sistema judicial. En el marco de este Programa, los magistrados están visitando colegios de Lima, y a través de charlas absuelven inquietudes sobre diversos temas de interés de la comunidad, como violencia familiar, pandillaje, drogadicción, robos, etc.
De igual manera, con estudiantes de Derecho y Periodismo de las diversas universidades, se viene organizando visitas guiadas a la Corte de Lima, con el fin de que los futuros profesionales conozcan de cerca cómo funciona la administración de justicia. Asimismo se han programado campañas sociales distritales para el fortalecimiento de los Derechos a la Identidad, Alimentos, y Sistema Pensionario de la población entre otros.
En ese mismo camino también estamos propiciando la relación de confianza y acercamiento entre la población y la Corte de Lima, contamos con líneas de trabajo de Proyección Educativa, Informativa e Interinstitucional. Con ello pretendemos contribuir en la consolidación de un sistema educativo integral, difundiendo el quehacer de la judicatura y reforzando la articulación de esfuerzos públicos y privados para el mejoramiento del servicio de la administración de justicia.
Agradecemos a los directivos del Diario Expreso por brindarnos semanalmente este nuevo espacio bautizado como “La Columna del Juez” en donde los magistrados de las distintas especialidades llegarán a ustedes con artículos de opinión, explicando el funcionamiento, acciones y roles de sus respectivos Despachos Judiciales.
(*) Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima
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