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LUIS ALBERTO HUERTA GUERRERO
Doctor en Derecho. Profesor de Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Una universidad se distingue por sus investigaciones, por lo que es muy importante promoverlas, en especial a través de las tesis de sus alumnos y alumnas. Por eso debe resaltarse que la Escuela de Posgrado haya decidido realizar ceremonias de graduación de quienes han sustentado sus tesis de Maestría y Doctorado. En la ceremonia realizada a finales del año pasado, el 5 de diciembre del 2013, fui invitado a realizar el discurso en representación de los estudios de posgrado en Letras, en el cual reflexioné sobre la importancia de las tesis en un centro de formación universitaria. Lo comparto con los seguidores de este blog, con quienes tienen la enorme responsabilidad de asesorar el desarrollo de tesis, tanto a nivel de Facultad como de Posgrado, y con quienes se encuentran actualmente desarrollando sus trabajos de investigación. Después de haber sustentado tres tesis en la Pontificia Universidad Católica del Perú (Licenciatura, Maestría y Doctorado)*, solo me queda dar las gracias por recibir una educación de calidad. A continuación el texto del discurso:
“Muy buenas noches.
Sirvan estas palabras para agradecer a la Escuela de Posgrado de la Pontifica Universidad Católica del Perú por esta ceremonia de graduación, la misma que tiene un doble significado.
El primero y más evidente lo constituye el hecho de ser un espacio de celebración de una meta obtenida: el grado académico de Magíster o Doctor. Esta meta ha sido resultado de años de estudio, de tiempo dedicado a las clases, permisos para salir más temprano del trabajo, de clases y exámenes de idiomas, de ahorros para pagar la boleta a tiempo. Pero sin duda lo más importante es que la meta ha sido obtenida luego de la sustentación de una tesis.
El segundo significado de esta ceremonia se relaciona precisamente con la importancia de todas las tesis que han sido sustentadas.
Como es sabido, una de las más evidentes deficiencias estructurales de nuestro país es la ausencia de diálogo y la falta de capacidad para debatir ideas y propuestas sobre la base de argumentos, situación presente tanto en el ámbito público como privado. Un drama nacional preocupante.
Ante ello, la universidad tiene un papel clave y trascendente que asumir.
La carta de presentación hoy en día de una universidad no es tanto la forma en que se enseña o la manera en que se transmite conocimiento, menos la cantidad de alumnos, sino sus trabajos de investigación, en especial las tesis, pues a través de las mismas se refleja la capacidad de sus estudiantes –debidamente orientados por sus docentes- para formular una hipótesis y dedicar tiempo a encontrar todas aquellas fuentes que permitan sustentarla.
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