Alicia Maguiña
Callejas polvorientas,
de acequias rumorosas,
bullicio, cierrapuertas,
menudo pie de mozas.
Caricias del recuerdo del ayer,
que el viento me regala al rezongar,
veo la saya y manto por doquier,
de un abanico escucho el murmurar.
La flor de esta Lima Virreynal,
fue la limeña de ingenio al hablar,
de traviesa mirada, de fino corpiño
y garbo al caminar.
Pregoneros que con,
potentes voces van,
marcando con afán,
del reloj el tic, tac.
A las seis es la lechera,
y a las siete la tisanera, catay,
a las ocho el bizcocho, chumay,
a las nueve el sanguito, compay.
A las diez los jazmines, si,
¿muchachita no hueles ya?
a las once la chicha , catay,
a las doce el sereno, chumay.
¡Ave María Purísima!
¡Viva el Perú y sereno!
Balcones y azulejos,
celosias, zaguanes,
en Amancaes festejos,
San Nicolás sus panes.
Caricias del recuerdo del ayer,
que el viento me regala al rezongar,
veo la saya y manto por doquier,
de un abanico escucho el murmurar.
Beatas chismosas suelen fisgonear,
a través de un curioso mirador,
a la linda limeña de fino corpiño,
y garbo al caminar.