Callejas polvorientas, de acequias rumorosas, bullicio, cierrapuertas, menudo pie de mozas.
Caricias del recuerdo del ayer, que el viento me regala al rezongar, veo la saya y manto por doquier, de un abanico escucho el murmurar.
La flor de esta Lima Virreynal, fue la limeña de ingenio al hablar, de traviesa mirada, de fino corpiño y garbo al caminar.
Pregoneros que con, potentes voces van, marcando con afán, del reloj el tic, tac.
A las seis es la lechera, y a las siete la tisanera, catay, a las ocho el bizcocho, chumay, a las nueve el sanguito, compay.
A las diez los jazmines, si, ¿muchachita no hueles ya? a las once la chicha , catay, a las doce el sereno, chumay.
¡Ave María Purísima! ¡Viva el Perú y sereno!
Balcones y azulejos, celosias, zaguanes, en Amancaes festejos, San Nicolás sus panes.
Caricias del recuerdo del ayer, que el viento me regala al rezongar, veo la saya y manto por doquier, de un abanico escucho el murmurar. Beatas chismosas suelen fisgonear, a través de un curioso mirador, a la linda limeña de fino corpiño, y garbo al caminar.
La noche cubre ya con su negro crespón de la ciudad las calles que cruza la gente con pausada acción. La luz artificial con débil proyección propicia la penumbra que esconde en su sombra venganza y traición. Después de laborar, vuelve a su humilde hogar Luis Enrique, el plebeyo, el hijo del pueblo, el hombre que supo amar. Y que sufriendo está esta infamante ley de amar a una aristócrata siendo plebeyo él. Y que sufriendo está esta infamante ley de amar a una aristócrata siendo plebeyo él. Trémulo de emoción, dice así en su canción:
El amor, siendo humano tiene algo de divino, amar no es un delito porque hasta Dios amó Y si el amor es puro y el deseo es sincero ¿Por qué quitarnos quieren la fe del corazón? Mi sangre aunque plebeya, también tiñe de rojo el alma en que se anida mi incomparable amor. ella de noble cuna y yo un humilde plebeyo, no es distinta la sangre ni es otro el corazón. ¡Señor por qué los seres no son de igual valor!…
Así en duelo mortal abolengo y pasión en silenciosa lucha condenarnos suelen a grande dolor al ver que un querer porque plebeyo es, delinque si pretende la enguantada mano de fina mujer El corazón que ve destruido su ideal reacciona y se refleja en franca rebeldía que cambia su humilde faz. El plebeyo de ayer es el rebelde de hoy que por doquier pregona la igualdad en el amor. El plebeyo de ayer es el rebelde de hoy que por doquier pregona la igualdad en el amor.
Trémulo de emoción, dice así en su canción: El amor, siendo humano tiene algo de divino, amar no es un delito porque hasta Dios amó Y si el amor es puro y el deseo es sincero ¿Por qué quitarnos quieren la fe del corazón? Mi sangre aunque plebeya, también tiñe de rojo el alma en que se anida mi incomparable amor. ella de noble cuna y yo humilde plebeyo, no es distinta la sangre ni es otro el corazón. ¡Señor por qué los seres no son de igual valor!…
Trayendo a un pobre niño, sujeto de la mano, se presento al sargento, un hombre en el cuartel. el mundo esta perdido, le dijo acalorado, le traigo este muchacho, tan chico y por ladron.
Cálmese y tome asiento, demas esta estrujarlo, que es lo que le ha robado, dijo la autoridad. robo un ovillo de hilo, en una de mis tiendas por eso castigarlo, merece sin piedad…(bis)
La autoridad pregunta, dime carita sucia si es cierto lo que dice, y deja de llorar, el niño le responde, es cierto mi sargento robe un ovillo de hilo, para asi hacer llegar,
A mi blanca cometa, hasta el azul del cielo alla donde se ha ido, mi adorada Mama, no ven que hay una carta, prendida en mi juguete perdónenme si en ella, yo quise preguntar.
Por que mamita linda. por que te fuiste lejos, dejándome tan solo. con mi pobre Papa, por que mamita linda, por que te fuiste lejos, dejándome tan solo. con mi pobre Papa