The Unholy Trinity

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Puedo puedo puedo tomar prestada la mínima parte de la punta del lapicero finepen para dedicar devotos esfuerzos al trazo milésimo y dulce, tan minucioso él, que tus amables patitas atravesarán para llegar por mares y pescados, volando y desempolvando, descabellando, sintiendo la longitud de las brisas hasta aquella isla, isla de gritos uno y otro, hasta 3, hasta el silencio, del dolor de garganta, del dolor del dolor y el puro que no me fumé anoche, el que no me fumé con alguien que no conocí, que solo se acercó con esperanza, esperanza de perderla, hasta un rebote de sol y res, y dejando un bajo en el aire, susurrando el coming to an end, y rebote adicional de mi y dos, alguien up above nos aconseja, nos distrae, incumbe su rostro alrededor, alrededoreándote, mientras tu alrededoreas esa pequeña palmera, de metal, este es el final of the mankind de hacer las cosas, no pienses que el día está terminado cuando algo de merced hay aún para nosotros en esta botella, magnetizada ella y yo, y rebote de re y res, y esa arena de cemento y ese cielo blanco, vacuo, tristemente veo el sparkling de la melancolía rebalsando ese tintineante, ese fue el último imaginario que te dejé, antes de adocenarme en tu dintel y en mis palabras, y al dejarme ir ya has reconocido el lugar y ya te han anunciado, y tu de sordera tienes tanto como de ceguera, por eso solo te alimentas de medio pescado antes de echarte a dormir en acurruque redondo, y confías en ese piano, en esa casaca amarilla. Una vuelta más.

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