She: So what did you do these days? Lay down and watch football?
I: Well…
Una y otra vez, en diferentes contextos, ese momento en que el himno nacional lo canta todo el estadio antes de un evento deportivo es el doble de poderoso que el himno peruano cantado en un desfile escolar. En este caso, más impresionante porque, tratándose de un partido de football interuniversitario, había 90 mil personas en la gradería, era transmitido en vivo en cadena nacional y había 3 helicópteros militares sobrevolando el estadio como parte de la ceremonia previa al partido.
Pensé que este trabajo ya había desaparecido en la segunda década del Siglo XXI, pero parece que no. Ayer, después del almuerzo de Thanksgiving, toda la familia se fue a la casa del lago para una sesión de fotos en que una fotógrafa profesional nos acomodó dictatorialmente en nuestras respectivas posiciones para tomarnos las fotos. Eso no fue lo más terrible. En cierto momento designó a tres personas para que hagan sombra para una de las tomas. Dura tarea mantener la posición por un par de minutos. Eso sí, la nueva casa del lago está increíble y estoy seguro que será tremendo venir durante el verano. En el atardecer tomamos una fotos como para protector de pantalla. Y aunque empezamos a lanzar teorías conspiratorias al encontrar en los estantes algunos libros de Hitler y Marx, nos tuvimos que callar al encontrar algo de Hannah Arendt.
Getting in a plane for thanksgiving traveling and panicking people around for the title of your book (actually titled “The Death and Life of Great American Cities”). It would have been fun, but it didn’t happen. It was a fairly regular trip without any inconveniences. It started at 4 am and ended at 8 pm. A taxi from Cambridge to Boston, a plane from Boston to Denver and a rented car from Denver to Gothenburg. The only irregular thing was to have my mind in a parallel trip that implied a train from Cambridge to Boston, a plane from Boston to Hong Kong, another plane from Hong Kong to Chiba and another train from Chiba to Tokyo.
The contemporary problem I intend to write on is the unorganized growth of cities in the Global South. The failure of the Governments in the planning of such cities is partially due to the lack of a stronger conversation in the field of urban planning in the international scene as the one there is in other fields like architecture, economics, public policy, sociology, medicine or law. I will posit that this is partially due to the narrowness with which urban planning has been discussed and practiced in the United States.
In that sense, the historical road not taken that I will argue that could have changed the course of the aforementioned problem is the separation of the field of urban planning from the activity of the bureaucrats of the United States in the modernist era. I will posit that the building of the urban planning has been so linked to American local issues (such as the period of urban renewal) that it did not feed nor received feedback from the experience of the development of human settlements in other parts of the world.
This narrow space of action of the urban planners in the United States gave room to doubts about the very definition of the activity of planning that went from the “attack” of the profession by Jane Jacobs to the fear of the “triviality” of planning as explained by Campanella. A broader field of urban planning, perhaps not as a proper field but as a specialization within other fields (i.e. architecture, economics, sociology, law) could have generated a bigger discussion among the scholars of different parts of the world and, as a result, better policies for the development of cities of the Global South.
Hacía semanas que me preguntaba dónde se hacían las charlas y las clases de los cursos básicos de literatura, historia y similares que toman los alumnos del pregrado. Hoy durante el día, a pesar del resfriado que me conseguí el fin de semana, lo descubrí. Estuve en una charla del departamento de Economía y en una del Departamento de Historia. Fue la primera la que me dejó la cabeza revolucionada. Era un profesor joven de economía de otra universidad que debe estar haciendo algún programa de doctorado en Harvard, que presentó en un conversatorio su investigación sobre las consecuencias del poder de mercado de las empresas en los indicadores macroeconómicos. Pero fue en el diálogo con el público que se empezó a dar una impresionante conversación a un nivel que a duras penas podía seguir. Para dar una idea, las preguntas eran del estilo de si el resultado al que había llegado la investigación sería el mismo si es que se consideraban activos intangibles y una función homogénea, porque con esos activos la pendiente de la función Cobb-Douglas sería menor y el otro respondiendo que sí, pero con la acotación de que solo podía utilizarse su función en el modelo de Cournot si es que el numerador de la función de producción tiene segunda derivada, porque estamos hablando de una empresa con un costo variable compuesto básicamente por mano de obra. En otras palabras, una sacudida de cerebro de una hora y media. Evidentemente, el lenguaje de la economía actual es la matemática, y es eso lo que le da, a la vez, sofisticación y cierta lejanía de la realidad, así que este es uno de los contextos en los que nada más me contenté con no perder la hilación de la discusión. Realmente era un despliegue de inteligencia (en el sentido más paradigmático del término) como nunca había visto, no solo porque estuvieran sentados escuchando Greg Mankiw o Gita Gopinath, sino porque cada una de las personas que preguntaba parecía tratar de demostrar en ese mismo momento por qué era el próximo genio mundial de la economía. Era una suerte de piscina de tiburones, de la que si sales vivo, tiene que ser valioso lo que has descubierto. Sabía que este tipo de conversaciones estaban sucediendo en algún lugar de la universidad, pero estaba tardando en encontrarlas. Es el Littauer Building, entre Harvard Yard y la Facultad de Derecho. Al salir del edificio, vi que estaba por entrar un señor así que le sostuve la puerta. Cuando agradeció al pasar vi que era Eric Maskin, nobel de economía del 2007.
Razones para no ir a tomar chocolate caliente: Haber comido demasiadas cosas en los últimos días. Volver a tu país hecho un chancho. Que nadie se quiera casar contigo.
Razones para ir a tomar chocolate caliente: El gusto por el karate y por las personas que gustan de las personas a las que les gusta comer mucho.
Grandes Luciana y Clarisa que se mandaron con la organización del viaje como de 40 personas a Yale para ver The Game. El tailgate es un desmadre y básicamente la razón por la que la gente viene a esto. Es hasta cierto punto lógico, porque en ese momento todos toman y comen sin saber quién va a ser el ganador, así que todos celebran por igual.
8-9 Podcast sobre modernismo
9-10 Algún tipo de desayuno
10-11 Recitation de la clase de análisis espacial
11-12 Leer lecturas de historia
12-1 Primera conferencia a la que fui en todo el ciclo en el Joint Center for Housing Studies
1-2 Reunión de planificación sobre la nueva revista de Urban Planning
2-3 Almuerzo con Edu, Monica y Astrid
3-4 Section de Tamer de Historia
4-5 Evento en CGIS sobre Aging Population in Japan
5-6 Conversatorio de los MDES en GSD sobre “Who owns the moon?”
6-8 Crazy beer and dogs de Latin GSD con Mariah enseñándome los bailes maleados americanos
8-9 Dinner en Machupicchu con Vero, Astrid y Edu
9-12 Dibujar en Rhino edificios para el assignment de la clase de análisis espacial
Extremadamente interesante exploración de Mariano Gomez como lecturer invitado en la clase de Neil sobre el tema de la verticalidad de los desarrollos inmobiliarios y la manhattanización de las ciudades. La idea de que un urban planner de un barrio y un diseñador de interiores de un rascacielos tengan que ocuparse de una cantidad semejante de metros cuadrados. O la idea del edificio como una forma de hacerle pagar al terreno por su precio, en buena cuenta, un activo financiero. Innumerables cruces con la investigación sobre el análisis espacial del Derecho.