La Buena Mente

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Repetidamente dicen ellos las propiedades de la mente. Yo te dije que les creo y que pobres de nosotros de no amaestrarla para nuestro trabajo de médicos. Es el rudimento de nuestra medicina que es equiparable al de nuestra organización. Y sabes que yo soy pesimista, que no me gusta el dolor y que no tengo fuerzas. La respuesta entonces a esa pregunta ya la sabes. De todos modos, el resto del conjunto tiene lo que yo no. Y son muchos y heterogéneos. Conforme van transcurriendo los años, ellos se van acercando. Antes fue un tío abuelo, luego el padre de un amigo cercano y esta vez una amiga cercana. Salta una mueca en el rostro cuando pienso en la finitud que le ha tocado. Ese tiempo, que es cierto que otros ni siquiera tienen, no es un regalo de dios ni mucho menos. El verdadero regalo sería la certidumbre, que es lo que seguramente falta en la ecuación de ella. Uno juega con tijeras cuando piensa en lo convencional del cotidiano. En lo poco noticioso de cada día que pasa. Pero no hay que desear cualquier cosa, que lo noticioso en este país es solo lo negativo. Y hoy estamos de algún modo en las noticias. Y en las estadísticas de todas maneras. A pesar de bajar de los treinta años, a pesar del sexo femenino y de la falta de previo aviso. Hoy estoy sentado aquí en su mismo lugar, apoyado en su misma mesa, observando lo que ella observaba. Recuerdo el episodio del choripan y el de la publicación, y esa pequeña comunidad. Eso es todo lo para afuera y quedará en el tintero lo para adentro.

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