A Jimmy Carter y a Gustavo Gutiérrez, testigos magistrales de nuestro tiempo de oscuridad y de luz.

El diario La Jornada de México publica hoy un artículo de Donald Macyntire, periodista del prestigioso cotidiano británico The Independent, donde se transparenta que la ofensiva político militar sangienta de Israel está articulada con la administración Bush y está orientada a minar la iniciativa del presidente Jimmy Carter en su visita a Israel y a Palestina. Los civiles inocentes masacrados por el ataque con misiles de Israel son nuestros muertos, como siempre víctimas del horror de la violencia.

Carter está plenamente conciente de que trata con adversarios de los extremos fundamentalistas altamente militarizados, ha preparado prólijamente su viaje y contra viento y marea seguirá insistiendo en la paz y no en el apartheid y el terrorismo en el Medio Oriente. Él es lúcido de que la solución no está en la otra esquina, pero insistirá con su idea cardinal de que la política: o es una ética de la vida y la libertad, o es una carroña de la amoralidad y la violencia.

La famosa editorial internacional Simon & Schuster publicó el libro de Jimmy Carter, PALESTINA, PAZ NO APARTHEID (2006), que se ha hecho un best seller y que ha suscitado una controversia sin parangon en el mundo. El escrito de Carter es una narración que ofrece un diagnóstico solvente y una propuesta creativa respecto de Israel, Palestina, la paz y el apartheid. De los que escriben, Carter es uno de los que mejor escribe, su textum está tejido con talento y coraje. Lo recomendamos a todos los hombre y mujeres democrátas que tienen como estilo y proyecto de vida la verdad, la justicia y la paz contra todos los extremos fundamentalistas de la sangre.

Divulgamos en esta entrega el artículo del día de hoy 16 de abril, de Juan Miguel Muñoz, corresponsal en Jerusalén del prestigioso diario español El País. La publicación peridiodística muestra el intento de golpear duramente a Carter en sus esfuerzos por tender puentes de diálogo democrático y por plantear un proyecto de paz con justicia en el lugar geopolítico más violento del mundo.

La ofensiva de aislamiento, desprestigio y calumnia contra el ex presidente Jimmy Carter por la administración Bush e Israel -contra Shalom- no se ha hecho esperar, quieren crear la imagen en la comunidad internacional y en la opinión pública masiva de Carter como un apestado. Ciertamente esta es una de las luchas por la verdad, la justicia y la paz más complejas y díficiles a las que Carter ha tenido que dar la cara. Lo que está en juego, parafrasendo a Hannah Arendt, es la inteligencia astuta de David contra el factum brutum de los extremos fundamentalistas de la sangre y el Apartheid del Goliat contémporaneo.

La visita a Cuba del ex presidente Jimmy Carter y los ecos de este acontecimiento, han tenido un gran significado para esta y otra América mejor. Carter es el único mandatario estadounidense que históricamente ha sido invitado por la Cuba de Fidel Castro, dirigiéndose con transparencia y realismo a todo el pueblo cubano.

Carter tomo el toro por las astas frente a Castro. El discurso de Carter, Los Estados Unidos y Cuba: Una Visión Para el Siglo 21, del 14 de mayo del 2002, en la Universidad de la Habana, marcó un antes y un después respecto de las relaciones de Estados Unidos y Cuba, planteando un proyecto de envergadura para un salida concertada, libre de toda violencia y respeto irrestricto a los derechos humanos. Con la grave enfermedad de Fidel Castro y las sucesión de su hermano Raúl Castro, esta propuesta adquiere una actualidad palpitante.

Las fuerzas de la verdad, la justicia y la paz no pueden ser ingenuas. Influyentes fuerzas político e ideológicas y poderes fácticos, dentro (el propio Partido Comunista de Cuba) y fuera de Cuba (la administración estadounidense y los grupos cubanos de extrema derecha) pueden precipitarla al abismo de los senderos de la sangre, este es un camino empedrado altamente probable sino se anda por la huella que con lúcidez y realismo planteó Carter para el pueblo y la nación cubana.

Nobel Lecture, Oslo, December 10, 2002

Las muestras de opinión pública revelan que el respaldo al presidente Hugo Chávez sufrió en el reciente referendo consultivo, así mismo padeció ante los problemas de inseguridad ciudadana y del alza del costo de vida en la vida diaria de los venezolanos y venezolanas. Como consecuencia de la violación de la soberanía territorial de Ecuador por Colombia, para cercar y aniquilar a un líder y a una base de las FARC, las conexiones de Chávez con las FARC se hicieron más transparentes, estas no lo favorecen ni en la opinión pública nacional ni en la internacional. Lo que dudamos seriamente leyendo los análisis de encuestas de la oposición es que Chávez se encuentre en “una tendencia a la caída libre”.

El populismo simbólico y fáctico hacia los estratos pobres y extremadamente pobres de los venezolanos, el uso como arma política de una mixtura de una estrategia de expansión hegemónica y de bonanza petrolera a escala nacional e internacional, confrontando con unos y negociando con otros, lo coloca en un teatro de operaciones con un margen de maniobra donde puede revertir sus sinsabores. El paraíso de la caída libre de Chávez no está en la otra esquina.

Esta es una reflexión que desarrollamos el año 2005, con motivo de la lectura del notable libro del periodista estadounidense que residió durante varios años en Colombia, Steven Dudley, Walking Ghost: Murder and Guerrilla Politics in Colombia. Rutledge. Nueva York y Londres: 2004. Sabemos que la cuestión cardinal de la guerra y la paz en Colombia ha sufrido mutaciones como lo muestra el reciente Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la Situación de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario en Colombia para el año 2007. El motivo de fondo de la publicación de este boceto inédito es nuestra indignación más honda por la agonía de Ingrid Betancourt (y de todos los seres humanos cruelmente secuestrados por las FARC), pero así mismo por la esperanza de su liberación.