Archivo por meses: noviembre 2011

Eros: amor humano hasta lo desconocido

Hacer el amor, siempre hasta la agonía, hasta la muerte.

No hay amor de a de veras, sin los secretos de alcoba, sin la intimidad insondable.

Kamasutra posmoderno: ritual de seducción de la pareja en el deseo inagotable.

Es un derecho de los amantes, respetarnos y amarnos a la vez: gozo y dignidad.

Te deseo como un humano, ternura, y como un animal, brutalidad (Te tomaré por donde lloras y por donde ríes).

No juguemos con las palabras de animales humanos, son un tratado de acogida.

Noches, semanas, meses…de placer, no hay tiempo ni espacio, nada existe, sino: eros.

La consagración de las rosas de la primavera, la estación de la esperanza.

Manuel Piqueras, “Tu me sedujiste y yo me deje seducir”, en Las paradojas de la soledad. Lima. 2011.(inédito) Leer más »

Salvo para los niños no hay pared

“Yo te bendigo, Padre, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños”. Mateo, 11-25.
Bello poema de Tomas Tranströmer, Premio Nobel de Literatura 2011, muestra una inteligencia poética esencial: salvo para los niños no hay pared.

“Duele atravesar las paredes, uno se pone enfermo de eso
pero es imprescindible.
El mundo es uno. Pero las paredes…
Y la pared es parte de ti mismo:
uno lo sabe o no lo sabe, pero así es para todos
salvo para los niños. Para ellos no hay pared.”

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Los zombis en sus harapos de última moda

Antonio de Orihuela, Murcia, España, publicamos este excelente poema tomado de su textum, Todo el mundo está en otro lugar, de su poemario reciente, Puerta del Sol (2011).

El mundo de los zombis deshumanizados invade la Tierra y el cosmos, pero una pequeña comunidad se rebela porque reconoce el rostro del otro. En la posmodernidad: “Los zombis (….) deambulan solitarios, angustiados, desconsolados, taciturnos, maquinales, envueltos en sus harapos de última moda.”.

“Los zombis no sólo llenan las pantallas,
también las casas, las calles y los centros comerciales
están llenos de millones de zombis,
solitarios,
angustiados,
desconsolados,
taciturnos,
maquinales,
envueltos en sus harapos de última moda,
balbuceando palabras podridas por el dinero,
alargando sus brazos en pos de la mercancía,
todos los zombis juntos
hacia la gran nada prometida por los creativos del fingimiento,
con una sola idea en la cabeza,
un solo objetivo,
millones de zombis tambaleantes camino del mercado,
pero
como en las películas, también en el mundo real
sobreviven pequeñas células resistentes,
asamblearias,
organizadas,
ellas intentan lo imposible en el mundo de los zombis,
romper el silencio,
reconocer al otro,
constituirse,
movilizarse,”.

(Antonio Orihuela, Todo el mundo está en otro lugar, Baile del Sol, 2011).

http://insolitosjp.blogspot.com/2011/11/antonio-orihuela.html?spref=fb
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