Archivo por meses: abril 2017

El kairós del lazo trinitario de amor

 

Desde nuestro encuentro más íntimo  hemos compartido un tiempo cronológico corto. Sin embargo, vivimos un tiempo kairológico de una intensidad sorprendente que trasciende largamente los años, los meses, los días y las horas.

¿Cómo se crea un lenguaje de amor, una forma de expresarlo bella y honda? Juntos lo hicimos, como un niño o una niña se aproximan a tientas al misterio.

Y nació la confianza, nuestra fidelidad  y nuestra lealtad inquebrantable.

Intuyo que algo nos quiere decir el entretejido trinitario que esbozamos juntos:

Primero, el descubrimiento de nuestros ancestros comunes, la maravillosa relación de cariño entre ellos, la de nuestros abuelos especialmente;  la de nuestros bisabuelos es el telón de fondo, de donde proviene prístino el eco de la voz interior de nuestros padres. Vamos descubriendo entrelazos de historias de amor entre ellos, es como beber en un pozo de querencia y de creatividad, que embriaga nuestras almas.

Segundo, nuestras experiencias de vida largas, con sus luces y sombras, el asombro de un hombre y una mujer de corazón limpio que se han hecho independientes y autónomos en busca de la felicidad y de la redención, a contrapelo. La belleza y la creación artística son esenciales en nosotros porque nos hacen libres para amar.

Tercero, el amor a Dios, al prójimo y a la naturaleza, que es un enigma envolvente de los dos entretejidos señalados anteriormente. Hemos dialogado sobre lo insondable de nuestro universalismo, de nuestra mente abierta, de nuestra aventura humana cosmopolita con su apertura a todas las espiritualidades de la humanidad, desde el Cristo cósmico hasta el Buda cósmico que –intuyo- es una fuente esencial de la vida del espíritu.

Estas cartas de amor trinitario siempre rematan en ese bello poema de San Juan de la Cruz: “Éntreme sin saber: y quédeme no sabiendo, toda ciencia trascendiendo”. En palabras del gran narrador peruano, José María Arguedas: “Es mucho menos lo que sabemos que la gran esperanza que sentimos”. La magia del kairós del lazo trinitario de amor es un quédeme no sabiendo por siempre.

MP

Coda:

“Nupcias

El cielo y la tierra se complementan…todo en el cosmos es un misterio…y he comprendido ser parte de un solo cuerpo, el espíritu lo envuelve todo y ahí estamos libres sin egos como niños…en el eterno presente…Te quiero”.

MM

Cuadro: Marc Chagall, El Concierto.          

Los entretejidos: “el Amado en la Amada transformado”.

Un cuento de Semana Santa

Sin intención alguna e imprevistamente, un hombre y una mujer de corazón limpio se encontraron envueltos en un amor mágico, como en los más bellos cuentos que  acompañan a la humanidad desde la infancia, sorprendiéndolos y desconcertándolos. Este breve relato gira en torno a la narración del lavatorio de los pies de Jesús de Nazaret a sus discípulos, en la Semana Santa.

El lavatorio de los pies, un ritual sagrado, se inició en la habitación blanca del jardín secreto, con la lectura por la amada del Evangelio de Juan 13: 1- 20, luego el amado lavó los pies de la amada y la amada lavó los pies del amado. Culminando está sencilla y bella ceremonia, la amada ciñó con un juramento colocándole un anillo sagrado al amado y el amado ciñó con un compromiso poniéndole una pulsera sagrada a la amada.

En la inspiración tan interiormente sentida, ambos fueron a escuchar luego, Resurrección del magistral músico Gustav Mahler, la amada se recostó sobre el amado a semejanza de un colchón en el sillón romántico del jardín secreto, envueltos en la bella música del poeta de la resurrección. Sus mentes entraron en el vacío de la contemplación de la belleza de Dios.

En la noche oscura quisieron ver una bella obra maestra del cine japonés de inspiración budista, pero algo misterioso paso que no fue posible. Entonces sucedió algo imprevisto, el amado y la amada se entretejieron en un amor sin barreras, que los llevo de la mano hasta el amanecer a un dulce sueño y a un maravilloso despertar.

Cuadro: Paul Klee, Insula Dulcamara, 1938, Paul Klee Center, Bern.

 

La retórica abyecta de la “guerra justa”

A propósito de la guerra en Siria

La “guerra justa” sólo puede existir en la retórica más abyecta en la era nuclear, se supone que se trata de una guerra limpia. Todas las guerras son sucias y violadoras de los derechos humanos en el Siglo XX largo, acaban todas en genocidios, holocaustos, masacres y asesinatos, especialmente de la población civil que es el chivo expiatorio. Como señala con una lógica irrebatible, Jimmy Carter, Premio Nobel de la Paz 2002, en su discurso al recibir el premio, citando al Nobel de la Paz Ralph Bunch: “sugerir que la guerra puede prevenir la guerra es un juego de palabras abyecto. El mundo tiene pruebas de que la guerra sólo engendra más guerra”.

La violencia es nuestra epidemia más mortal, nuestro punto de visión sobre la violencia es que es una tragedia; una catástrofe mortal para las relaciones entre los seres humanos, en la intimidad y en la sociabilidad, en lo privado y en lo público, en la sociedad y en el estado, entre las naciones y para toda la humanidad. Pero, en tanto es una relación social y personal -una ideología y una acción humanas-, puede ser prevenida.

Desde estas páginas libres, coincidimos con una de las reflexiones más profundas sobre toda violencia, moderna y posmoderna: “La violencia estructural es también la principal causa de la violencia conductiva, en una escala epidemiológica y socialmente significativa (desde el homicidio y el suicidio hasta la guerra y el genocidio). La pregunta sobre cuál de las dos formas de violencia -estructural o conductiva- es más importante, peligrosa o letal es debatible, porque ellas están inexorablemente relacionadas entre sí, como causa y efecto. (James Gilligan, Nueva York: 2000).”

El problema de fondo −real y no discursivo−, es que la estrategia del choque de las civilizaciones de Samuel Huntington predomina sobre la estrategia de la pluralidad de los diferentes de Amartya Sen. La intolerancia sobre la tolerancia. El simplismo sobre la complejidad. El manual sobre la lucidez.

Foto: carátula, Solidaridad frente a homicidio, por Manuel Piqueras. Ideele. Lima: 2003.

 

Los caminos misteriosos del amor humano

Al Ángel de bella luz del tiempo sin tiempo 

“Sólo me interesa el amor, y estoy solo en contacto con las cosas que giran en torno al amor”. Marc Chagal.

I. La seducción en el gran poeta Jeremías nos coloca frente a la paradoja del amor: “Me sedujiste y me dejé seducir”, se revela como un combate espiritual, es su enamoramiento sin intención e imprevisto “del amado y la amada” que lo coge por sorpresa y lo desarma dejándolo mudo y desnudo. En contraposición muestra su resistencia a aceptarlo, hasta que iluminado por el misterio del amor se declara vencido: “Fuiste más fuerte que yo, y me venciste”. Este modo de escribir poéticamente sobre el amor y la pasión es de una belleza y profundidad inigualables, porque es envolvente y total. ¡Y no hay remedio!

“¡Me sedujiste y me dejé seducir! 

Fuiste más fuerte que yo, y me venciste.”. Jeremías, 20:7.

II. La unidad de la masculinidad y de la feminidad conduce a lo eterno, poetiza el sabio chino Tao Te King, revela que quien conoce lo masculino y sin embargo celebra lo femenino, se convertirá en un ser que “acumula las fuerzas del mundo”, como una fuente que no podrá ser separada de la fuerza eterna del amor. Es el amor unificado, interior y exterior, que conduce hacia la iluminación. Dios es visto como papá y mamá, no el uno sin la otra, ni la otra sin el uno, es la otredad de Dios. Como diría desde otra cultura San Juan de la Cruz: el «Amado en la amada transformado» son lazos indesligables. Lo quebrado y escindido sólo conduce al desamor y a la muerte envueltos en la confusión opuesta a la iluminación. Solo siendo uno−la virilidad y la femineidad−, sólo así de entrelazados se puede retornar al estado de la infancia, que es la cumbre más alta del amor en el fenómeno humano y en el medio divino.

“El que conoce la virilidad pero contiene la femeneidad

se convertirá en una fuente donde se acumula la fuerza del Mundo

Como es una fuente para el mundo, no podrá ser separado de la fuerza eterna,

y así podrá volver al estado de la infancia.”. Tao Te King, XXVIII.

Cuadro: Marc Chagall, Los amantes de las lilas

“Así caminaremos juntos en la vida, en la juventud eterna del amor. “Y no hay remedio”.

Al Ángel de bella luz del tiempo sin tiempo

Haikú: Amor y pasión/Piel con Piel

“No hay remedio niña antigua

entre el otoño y el invierno

te eternizaste en mi columna vertebral,

en mi médula, en mi sueño espinal,

el rictus de un rostro de dolor amor apasionado,

niña antigua, solo queda morir

para vivir mañana en el clímax de una noche de placer,

morir uno dentro del otro, en la esperanza.”.

Post Scriptum:

Imagine/Woman/Beautiful Boy, de John Lenon: trilogía de la más extraordinaria música rock y de la más bella poesía, una historia de amor sublime. Nos conduce siempre al silencio que se escucha, a una espiritualidad maravillosa en el trasfondo de la aventura humana. Gran metáfora de la Generación de 1968, mi generación, pero que la trasciende más allá del tiempo y del espacio, en el aquí y ahora eterno.”.

https://www.youtube.com/watch?v=DVg2EJvvlF8

https://www.youtube.com/watch?v=ZhfWiU8wGCc

https://www.youtube.com/watch?v=L_j-tpmdPlI