Los orígenes del San Bartolo moderno se remontan a principios del siglo XX y están vinculados a los pescadores de Chilca. Uno de ellos fue Román O. Gentile Huapaya, hijo de un inmigrante italiano y de una chilcana. Gentile solía recorrer la playa de lo que entonces solo se conocía como Curayacu. En 1921 le mostró las playas a un antiguo amigo suyo, Juan Borea Carboni, y juntos decidieron fundar un pueblo en sus alrededores. Cuenta la tradición oral que Borea quería ponerle San Bartolomé, en memoria de su padre, pero Gentile argumentó que ya existía un pueblo con ese nombre y que, por tanto, era mejor ponerle San Bartolo, y así se quedó.
Juan Borea Carboni fue quien se encargó de hacer los trámites ante el gobierno y convencer a inmigrantes italianos, españoles y alemanes a establecerse en el nuevo pueblo o al menos construir una casa de veraneo. Uno de los primeros inmigrantes en veranear fue Klaus Schmitz. A partir de 1934, un nuevo grupo de pescadores, en su mayoría provenientes de Chilca, llegaron a San Bartolo para quedarse. Entre ellos sobresalieron Flaviano Manco -y su esposa Eulogia Navarro Carrillo-, Antonio Carrillo Huapaya, y Emiliano Huambachano Ramos. El matrimonio Manco-Navarro fue la priemra pareja en establecerse permanentemente en San Bartolo y fueron los dueños del primer restaurante, “El Patillo”.
Cuentan que cuando Gentile y Borea recién comenzaban a ejecutar sus planes para el desarrollo del nuevo balneario, organizaron una misa para bendecir la playa y darle el nombre de San Bartolo. Luego de la misa, colocaron una cruz de cemento y fierro en el “Cerro del Bufadero”, como una forma simbólica de tomar posesión de la playa. La cruz fue hecha por el italiano Cayetano Gaona. Cuentan que, alrededor de 1957, la cruz desapareció, según algunos por orden de la municipalidad, según otros porque se cayó sola producto del paso de los años. La tradición oral cuenta que Román Gentile subió al cerro y, excavando, encontró los restos de la Cruz y se los llevó a su casa. La población le pidió que la Cruz original fuera repuesta y así se hizo (Carlos Augusto Rivas, vecino de San Bartolo, dice que la Cruz original se encuentra deteriorada y que no es posible su restauración).
En los años cuarenta, Juan Enrique Campero crea la Rural Sociedad Anónima que comienza a urbanizar San Bartolo con el objetivo de convertirlo en lugar de veraneo para familias limeñas. Así comienzan aaparecer las primeras casas de “material noble” y algunos antiguos veraneantes se establecen de forma definitiva. En 1946, San Bartolo se convierte en distrito y Juan Enrique Campero es su primer alcalde. El edificio municipal, que mantiene un impecable estilo barco, fue construido poco después.
Con el crecimiento de San Bartolo aumentaron las necesidades de sus habitantes, quienes estaban cansados de tener que viajar hasta Chilca o Lurín para escuchar una misa. Fue así como los vecinos decidieron construir la Ermita de San Bartolo. Fue inauguarada en 1949 y la madrina fue nada menos que María Delgado de Odría, esposa del presidente del Ochenio. Así empieza el “romance” del general Odría con San Bartolo. Al “General de la Alegría” le gustó tanto el nuevo balneario que decidió construirse una casa para pasar el verano y dejar la vieja residencia de la Perla en el Callao. Además, Odría ordenó construir pistas en todo San Bartolo, incluyendo aquellos lugares donde aún no había casas. Pero para que no lo acusaran de favoristismo, también impulsó la urbanización -como vimos- de Punta Negra y Punta Hermosa (la casa de Odría está muy cerca de la Municipalidad).
A medida de que el balneario iba creciendo, se vio la necesidad de que los vecinos se asociaran. Así se fueron creando los primeros clubes, como el Club Deportivo San Cristóbal, fundado por Teodoro Rodríguez Javier. Pero sin lugar a dudas, el club más importante fue el Club de Pesca y Deportes Náuticos de San Bartolo, fundado en 1954 por iniciativa de Carlos Leigh Barreto y Carlos Pastrana Vélez. El Club fue el centro de las fiestas del carnaval y de otras actividades de esparcimiento de residentes y veraneantes. Más tarde, en 1959, Arturo Pie, Arturo Fulema y Juan Cabreizo, entre otros, fundaron el Club de Golf Cruz de Hueso (1959); este club se ubicaba en la Quebrada de Cruz de Hueso, en el límite con Punta Negra.
En los años ochenta, un grupo de pilotos de la antigua empresa de aviación Aeroperú decidió organizar la Asociación de Aviones Ultralivianos del Perú. A partir de ese entonces, el vuelo de aeronaves ultraligeras se convirtió en parte del paisaje no solo de San Bartolo sino también de otros balnearios de la zona. Un detalle curioso acerca de los clubes de San Bartolo es que a pesar de ser un balneario donde se practica mucho el surf, el Club de Tabla de San Bartolo recién se creó en 2004. Sin lugar a dudas, las playas de San Bartolo presentan varios atractivos. “Playa Norte” es ideal para la práctica del surf; por su parte, “Curayacu” y “Playa Sur” presentan paisajes extraordinarios; uno de los atractivos naturales más distintivos es el célebre “Bufadero”.
Vista parcial de la playa y del Club Náutico de San Bartolo
Lafamosa casa del general Odrìa tal como luce hoy
La Ermita de San Bartolo, inauguarada en 1949
El palacio municipal, interesante ejemplo de la “moda barco” de los años 50
En este local funcionaba el antiguo cine de San Bartolo
(fotos de Juan Luis Orrego)