Archivo por meses: marzo 2012

DECLARACIÓN SOBRE EL CASO PUCP

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En nuestra condición de profesores y miembros de la Comunidad Universitaria, consideramos un deber pronunciarnos acerca de la situación que hoy vive nuestra universidad en relación a la exigencia de la Santa Sede de adecuar su Estatuto a la Constitución Apostólica “Ex Corde Ecclesiae”.

1. La condición de Católica de la Universidad, así como el título de “Pontificia” otorgado por la Santa Sede en mérito a la excelencia de su enseñanza y, sobre todo, a su fidelidad al mensaje evangélico, constituyen sus rasgos distintivos que la identifican como centro de estudios portador de una ética y valores fundados en la fe cristiana, en diálogo permanente con la ciencia y la cultura. Por ello, deben ser preservados, pues la unión de la PUCP con la Iglesia Católica es un elemento relevante de su identidad.

2. Solicitamos por ello a las autoridades y, en particular, a la Asamblea Universitaria, realizar el mayor esfuerzo y promover el diálogo sincero y respetuoso con las autoridades de la Iglesia Católica para encontrar una solución adecuada, que compatibilice las exigencias de ésta con la autonomía universitaria y la vida democrática de la comunidad universitaria. Exhortamos a nuestros representantes, a actuar en este delicado asunto con la máxima prudencia y humildad, valores profundamente cristianos.

3. Asimismo, estimamos conveniente que, sin perjuicio de la legitimidad de los órganos de gobierno válidamente elegidos, estos, —antes de adoptar cualquier decisión que afecte el futuro de la PUCP—, fortalezcan los canales de diálogo y consulta con la comunidad universitaria, la misma que también está integrada por miles de ex alumnos.

4. Expresamos nuestra confianza en el Rector de la Universidad, Dr. Marcial Rubio Correa y en su equipo de gobierno, a quienes les brindamos nuestro apoyo para que realicen todas las gestiones conducentes a consolidar y a garantizar la relación de identidad de la PUCP con la Iglesia Católica, en términos compatibles con su autonomía y libertad académica.

Lima, marzo de 2012

NOMBRE COMPLETO D.N.I. FIRMA
Juan Luis Orrego Penagos

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Nuevo libro sobre las relaciones Perú-Brasil

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INTRODUCCIÓN
ANTECEDENTES
– El pasado colonial: una línea imaginaria
– Dos formas de ser independientes: la República del Perú y el Imperio de Brasil

LA “REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA” Y LA “REPÚBLICA VIEJA”
– La coyuntura del caucho y la revalorización de la Amazonía
– El Conflicto del Acre y el cierre del límite amazónico

HACIA UN NUEVO ORDEN: PERÚ Y BRASIL A MEDIADOS DEL SIGLO XX
– El escenario continental de la primera mitad del siglo XX y el
panamericanismo
– El nuevo papel de Brasil en la década de 1930: el caso de Leticia
– conflicto entre el Perú y Ecuador y el Tratado de Río de Janeiro

EPÍLOGO

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Bicentenario de la Constitución de Cádiz (1812-2012)

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LAS PREGUNTAS DE CÁDIZ
La Constitución de Cádiz, cuyo bicentenario se conmemora hoy, marcó el destino político de España y de América Latina, al abrir la puerta al ciclo de independencias que se desarrollaría a lo largo del siglo XIX. El intento napoleónico de sustituir la dinastía reinante en la Península provocó una crisis de legitimidad del sistema político español, y los constituyentes de Cádiz intentaron cerrarlo mediante un texto que buscó inspiración en otros anteriores y sirvió también de modelo a los que vendrían después. Todavía reciente en aquellos tiempos la polémica sobre las aportaciones de España a la cultura europea, la Constitución de Cádiz vino a recordar que ningún país, ni entonces ni ahora, está genéticamente incapacitado para sumarse a las corrientes políticas y de pensamiento que garantizan mayor libertad a los individuos.

Con la Constitución de Cádiz los españoles dejaron de ser súbditos y se proclamaron ciudadanos, poco importa que los instrumentos para lograrlo fueran incompletos o insuficientes si se contemplan con criterios actuales. La igualdad ante la ley tendría que recorrer aún un largo camino, lo mismo que el derecho al sufragio, los límites entre los poderes separados, la relación de la Iglesia con el Estado o la concepción de la soberanía. No pocos de los avances contemplados por la Constitución fueron, incluso, revisados durante las turbulencias políticas que desde entonces tantas veces sumieron la historia de España en la violencia y el caos. Como aspiración a recuperar o como referente a combatir, el texto de Cádiz hizo de la lucha política una lucha por imponer una Constitución u otra, pero, en cualquier caso, una Constitución. Ello significaba admitir la idea imprescindible para cualquier régimen democrático de que el poder político no puede ser ilimitado frente a los ciudadanos.

No todos los constituyentes de Cádiz eran liberales; lo que sí aceptaron todos, los que lo eran y los que no, fue la idea liberal de que se necesitaba alcanzar un pacto entre concepciones distintas, y hasta contradictorias, para resolver la quiebra de legitimidad causada por la invasión napoleónica. Sería el propio rey Fernando VII quien primero actuó con deslealtad hacia ese pacto, desencadenando el trágico vaivén de la historia de España cuya inercia llegaría hasta la Guerra Civil de 1936. La lección que se desprende al revisar ese pasado sobrecogedor es que ningún sistema político podía ser la imposición de la mitad de los españoles sobre la otra mitad, sino el que todos en conjunto decidieran.

La Constitución de Cádiz tiene vigencia, no porque todas las respuestas que ofreció sigan siendo válidas dos siglos después, sino porque lo son las preguntas que formuló. Son esas preguntas las que conviene no perder de vista dos siglos después de que se las hicieran un puñado de españoles acosados por el ejército más poderoso de aquel tiempo; no perderlas de vista ni en nombre de una tradición que pretende preservar las supuestas esencias de España ni tampoco en nombre de las siempre inciertas elucubraciones sobre el futuro.

El PAÍS, 19 de marzo de 2012

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El barrio de Santa Cruz (Miraflores)

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Ribeyro, al pie del acantilado

Su historia empieza en 1913, cuando fallece Adrián Bielich, dueño de la Hacienda Santa Cruz. Sus hijos se reparten las tierras y comienzan los primeros trazos de lo que sería la futura urbanización. Un año antes se abría el Camino de la Magdalena, hoy avenida del Ejército. Luego, en la década de 1930, una familia negra, descendiente de peones que trabajaban en la hacienda, dejan la chacra que tenían en lo que ahora es la esquina de Mendiburu y José de la Torre Ugarte y compran otros terrenos cercanos, los cuales, poco a poco, van vendiendo, y se empiezan a construir quintas y corralones que terminarían siendo viviendas de obreros y artesanos, contrastando con los ranchos de los migrantes europeos y algunas familias de clase media miraflorina. En todo este proceso de urbanización se derrumban varias huacas, para construir calles como 8 de Octubre o Manuel Tovar.

El doctor Eduardo Portocarrero, historiador del barrio, que llegó con su familia desde Arequipa en 1937, recuerda: “En el año 37 aquí no había agua potable. El ex presidente Leguía tenía cinco propiedades en las primeras cuadras de la avenida del Ejército. Mi padre gestionó para que de ahí podamos hacer una conexión hasta nuestra casa. Los ranchos tenían pozos y quien no tenía pozos compraba la lata de agua por 5 centavos”. Otro vecino antiguo, el profesor Alfredo Fernández, que vivió desde 1946 en la avenida General Córdova, recuerda que esta arteria tenía, por aquellos años, un camino de tierra por la que pasaba un canal, que ahora está sepultado por el asfalto.

Lo cierto es que en Santa Cruz el proceso de urbanización fue lento, en comparación con otras zonas de Miraflores, como San Antonio o el centro del distrito, y la zona era a considerada un “barrio obrero” y de gente humilde, sin oficio conocido y hasta peligrosa: “Los basureros inician por la avenida Pardo su paseo siniestro, armados de escobas y de carretas. A esta hora se ve también obreros caminando hacia el tranvía, policías bostezando contra los árboles, canillitas morados de frío, sirvientas sacando los cubos de basura. A esta hora, por último, como a una especie de misteriosa consigna, aparecen los gallinazos sin plumas” (Julio Ramón Ribeyro). Así empieza uno de los cuentos más emblemáticos y crudos de la literatura peruana. Por ello es que caminando por las calles de Santa Cruz, uno se imagina de dónde salían esos “gallinazos sin plumas” que recogían basura de la calle o de la playa para darle de comer al cerdo de su abuelo. El relato de Ribeyro nos demuestra que Santa Cruz era la otra cara de Miraflores, no el barrio pituco de “hijitos de papá” que narró Vargas Llosa, sino la zona de quintas viejas, callejones, laberintos y corralones que sirvió de inspiración al autor de La palabra del mudo, su vecino más destacado, para crear esos personajes condenados al fracaso, que deambulaban por sus calles, una suerte de gueto entre San Isidro y Miraflores.

Los límites “naturales” de Santa Cruz abarcan desde el último óvalo de Pardo, siguiendo toda la avenida de El Ejército hasta el cuartel San Martín. Su longitud la marcan tres avenidas paralelas (Ejército, La Mar y Mendiburu) con una serie de callecitas viejas que las cruzan. Cuando uno llega a la avenida Córdova, se nota una frontera irónica: edificios muy modernos y otros por construir frente a quintas tugurizadas; asimismo, la avenida del Ejército marca otro contraste con los modernos edificios con vista al mar. Un estudio realizado por Cecilia Montenegro arrojaba que, hasta el año 1991, existían 41 quintas, 80 corralones y 20 callejones, con más de 10 mil personas hacinadas; muchas no tenían agua potable ni desagüe. La delincuencia, producto natural de la necesidad, era uno de los rasgos negativos, junto con el progresivo deterioro de la zona, que contrastaba notablemente con la renovación del resto de Miraflores. Incluso, hasta 1996, en un acantilado existía un pueblo joven de pescadores llamado “El Chaparral”. La Municipalidad los reubicó y los mandó a Ventanilla y en su lugar se construyó el parque “María Reiche”. Otro rasgo que lo distingue como “barrio bravo” son sus pintas o grafittis de algunas barras como “Santa Cruz Grone”, “Miraflores Extascis” o “Los Falcos”. La avenida La Mar, por su lado, siempre se caracterizó por estar llena de talleres de carros. En algunas esquinas, se ubicaban vendedoras de salchipapas, arroz chaufa con alita o papa rellena.

Sin embargo, desde que hace medio siglo Ribeyro retratara a Santa Cruz en sus cuentos, en los últimos diez años el barrio ha cambiado. Muchos callejones han sido demolidos para dar paso a edificios más modernos, mientras que algunas de las quintas han sido remodeladas. En algunas cuadras es común encontrar un edificio “clasemediero” al costado de una casa en ruinas. Restaurantes finos se han ido instalando en la avenida La Mar y doña Grimanesa Vargas con sus anticuchos se ha trasladado desde su tradicional esquina de Enrique Palacios a la tercera cuadra de la calle 8 de Octubre.

Santa Cruz no tiene museos centros comerciales ni galerías de arte, pero su principal atractivo turístico es el boom de restaurantes gourmets en La Mar. Otro aspecto que puede alterar su antiguo perfil es la venta del Cuartel San Martín y el proyecto de crear allí un lujoso hotel (adaptado de Fernando Pinzás, “Miraflores bravo” en diario La Primera, 23 de octubre de 2010). Sigue leyendo

I Taller de Gestión de Patrimonio Arqueológico Inmueble

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Los Talleres de Gestión del Patrimonio Arqueológico Inmueble son organizados por la Municipalidad Metropolitana de Lima con la participación del Ministerio de Cultura, Ministerio de Turismo y Comercio Exterior del Perú y el diario El Comercio. En cumplimento de la Ley Orgánica de Municipalidades, y por la declaratoria municipal de la ciudad como “Lima Milenaria, Ciudad de Culturas” se considera que la organización de los talleres servirán para planificar un trabajo conjunto dirigido al resguardo, preservación, investigación y puesta en valor de los sitios arqueológicos. Puesto que, las mencionadas labores redundarán en beneficios sociales y económicos para los vecinos y vecinas de la ciudad y el buen gobierno de los distritos respectivamente.

LUGAR: MUSEO METROPOLITANO DE LIMA
FECHA: LUNES 12 DE MARZO DE 2012

Cronograma

8:45 a.m. Llegada de los invitados

9:00 a.m. Inicio del I Taller de Gestión del Patrimonio Arqueológico Inmueble
Presentación a cargo de Pedro Pablo Alayza Tijero, Subgerente de Cultura de la Municipalidad Metropolitana de Lima
Palabras de la Comisión Educación y Cultura Municipalidad Metropolitana Lima
Palabras de representante del Instituto Riva Agüero

9: 40 a.m. Presentación de la Campaña Lima Milenaria del diario El Comercio a cargo de Javier Lizarzaburu

10: 10 a.m. Ponencia a cargo del historiador Juan Luis Orregos Penagos.

10:30 a.m. Presentación del Proyecto de restauración del Sitio Arqueológico Huantille de la Municipalidad Magdalena del Mar.

10:45 a.m. Break

11:00 a.m. Presentación del Vice Ministerio de Turismo

11:30 a.m. Presentación del Ministerio de Cultura

12:00 a.m. Sesión de diálogo entre los representantes de Cultura de los Municipios de Lima

12:30 a.m. Cierre del I Taller de Gestión del Patrimonio Arqueológico Inmueble

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Nuevo libro: ‘La Patria no se hizo sola’

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Libro colectivo sobre las revoluciones de independencias iberoamericanas: Manuel Chust e Ivana Frasquet son los responsables de la edición del libro La Patria no se hizo sola. Las Revoluciones de Independencias Iberoamericanas, editado en España por Sílex, 2012, 344 p,, en el cual participamos con un artículo sobre la Independencia del Perú (ISBN : 8477375623)

El índide es el siguiente:
Presentación: “La Patria no se hizo sola, la soñaron unos cuantos…”.
Capítulo 1. La génesis de las Independencias. La complejidad de un proceso histórico de dimensiones universales, por Manuel Chust e Ivana Frasquet.
Capítulo 2. Buenos Aires y el orden político posrevolucionario. De la Roma Republicana a una nueva Argirópolis, por Marcela Ternavasio.
Capítulo 3. La Revolución Novohispana y la Independencia de México, por Antonio Annino.
Capítulo 4. La Nueva Granada, 1810-1815: ¿Patria Boba?,por Anthony McFarlane.
Capítulo 5. La construcción de Colombia, 1815-1831, por Clément Thibaud.
Capítulo 6. El Perú de Abascal: Entre la Constitución de Cádiz, Lima fidelista y la reformulación del espacio virreinal, por Scarlett O’Phelan Godoy.
Capítulo 7. El final del Perú borbónico: De San Martín a Bolívar, por Juan Luis Orrego Penagos.
Capítulo 8. Tan Lejos de La Habana y tan cerca de Saint-Domingue. Santiago de Cubadurante la crisis de 1808, por Juan Andreo García y Lucía Provencio Garrigós.
Capítulo 9. Representación política en el Caribe: integración y exclusión en las colonias españolas del siglo XIX, por Josep M. Fradera.
Capítulo 10. La idea de emancipación de Brasil y de América: lecturas de Raynal y De Pradt, por Joao Paulo G. Pimenta.

Autores.
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