16.- Al maestro amigo
Te recuerdo entrando en el aula
con muchos años sobre la espalda,
las arrugas de tus manos
contaban los años
que habías pasado.
Tu mirada espiaba furtiva
nuestras mil chiquilladas tardías;
las gafas oscuras
contemplaban locuras
que ahora añoramos.
Tu sonrisa pegada en los labios,
cuando salían bien nuestras cosas;
los ojos llorando
de rabia y de furia
si no escarmentábamos.
Tus palabras eran consejos
caso omiso nuestras acciones
a la larga vería
nuestra terquedad
que tenías razón.
Con nosotros siempre tú estabas,
en las buenas como en las malas;
en las horas de pena,
dolor y tristeza
nunca nos fallaste.
Eras tan humilde y tan bueno,
nunca nos negaste lo imposible,
siempre nos ayudabas
aunque a veces
ni te dábamos gracias
Te recuerdo como maestro,
como maestro de la vida;
Te recuerdo como amigo,
como amigo del alma dolida;
Te recuerdo como padre
que nunca me falló;
Más que maestro, un amigo,
más que amigo, un padre
que hoy quiero recordar. (más…)