En la celda del amor hay un cautivo
Aprisionado entre paredes de concreto y el olvido
Llaman a la puerta, se escuchan mis latidos,
Las manos que golpean el silencio y mis motivos.
Hace muchos años que no escucho tus latidos
Y en esta instante de intimidad,
Pasea mi memoria, retornan los recuerdos,
Cuando sentía el sabor de tus labios,
La ternura de tus brazos,
El calor de tu sonrisa y siento miedo.
Miedo a la muerte, miedo al pasado,
El presente se me escapa
Pero tú estás a mi lado.
Escribo lo que viene a mi mente,
Sin importar los sin sentidos,
Escribo mis pensamientos,
Mis ideas, mis sentimientos.
Me siento estéril, sin vida,
Infecundo.