Son tus ojos dos estrellas que me miran,
y me encienden al fulgor de tu mirada,
mirada que se funde con la brisa,
que se lleva mi tristeza,
convirtiéndose en promesa
promesa de amor.
Tus cabellos, catarata de azabache
que incesante cae sobre tu espalda,
dándole del ébano su brillo
y enigmático estribillo
que se pierde en el silencio,
silencio de amor.
Son tus labios dos pétalos de rosa
esperando el calor de la mañana…
Tan hermosos son tus labios
al soltarme su sonrisa
como el viento que acaricia
caricias de amor.
Armoniosa melodía tu voz tierna y cariñosa,
avecillas cantando en pleno vuelo,
derramando sus anhelos,
su eufórica alegría,
y se llevan mi agonía,
agonía de amor.
Tu andar lento, tus modales de chiquilla,
chiquilla ignorando ser amada,
me recuerdan la ilusión desesperada
por ser sólo una esperanza,
por ser sólo una esperanza,
esperanza de amor.
Tu todo es un recuerdo de un futuro
que quedará por siempre en mi memoria,
recordándome la historia
de tan grande momento
que fue para mi pensamiento
promesa de amor.