Juan Carlos Baglietto
Sabes hermano lo triste que estoy,
se me ha hecho Vuelo de trinos y sangre la voz.
Se me ha hecho pedazos
mi sueño mejor,
se ha muerto mi niño, mi niño, mi niño,
mi niño, hermano.
No pudo llenarse la boca de voz,
apenas vació el vientre de mi dulce amor.
Enorme y azul
la vida se le dio.
No pudo tomarla, no pudo tomarla,
de tan pequeño.
Yo le había hecho una blanca canción
del amor entre una nube y un pez volador.
Lo soñé corriendo
abrigado en sudor,
las mejillas llenas, las mejillas llenas
de sol y dulzor.
Era en abril, el ritmo tibio
de mi chiquito que danzaba
dentro del vientre,
un prado en flor,
era su lecho y el ombligo, y el ombligo,
el ombligo, el sol.
No busques hermano el camino mejor,
que ya tengo el alma muda de pedirle a Dios.
Qué hacemos ahora, mi dulzura y yo,
con los pechos llenos, con los pechos llenos
de leche y dolor.
Era en abril, el ritmo tibio
de mi chiquito que danzaba
dentro del vientre,
un prado en flor,
y era su lecho y el ombligo, y el ombligo,
el ombligo, el sol.
Estamos pensando, sería mejor,
el marcharnos tres, el marcharnos tres,
que el quedarnos dos.
Era en abril, el ritmo tibio
de mi chiquito que danzaba
dentro del vientre,
un prado en flor,
era su lecho y el ombligo, y el ombligo,
el ombligo, el sol.