Jaime Abanto Torres (*)
El domingo pasado nuestro país celebró el Día Universal del Niño y Niña, día dedicado para la promoción del bienestar y de los derechos de los niños; sin embargo, pese a la celebración, en nuestro país contamos con un problema social grave: el trabajo infantil.
En todo el mundo existen cientos de miles de niños que trabajan. Muchos de ellos lo hacen en entornos peligrosos, esclavitud o trabajo forzoso, incluyendo actividades como hurto, narcotráfico, prostitución, y, en casos extremos, participando en conflictos armados. Para combatirlo, la Organización Internacional del Trabajo instituyó en el 2002 el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
Desde entonces cada 12 de junio celebramos dicho acontecimiento, para poner de relieve la gravísima situación de los niños trabajadores. En una ceremonia dirigida por el presidente de la Corte de Justicia de Lima, Dr. Iván Sequeiros Vargas, un grupo de jueces conmemoramos esa fecha que culminó con el reparto de volantes alusivos de la ceremonia al público.
Es una realidad que muchos niños peruanos trabajan a edad muy temprana. Algunos niños abandonados trabajan para subsistir, pero hay muchos otros que son víctimas de inescrupulosos explotadores, obligándolos a trabajar o a mendigar. Debemos ser conscientes de que, si queremos mejores ciudadanos, los niños trabajadores de hoy tienen que ser tratados realmente como niños. A ellos les toca recibir nuestro amor, protección, comprensión, educación y respeto a sus derechos. El trabajo llegará cuando tengan edad para ello.
El Estado tiene una cuenta pendiente con los niños trabajadores; si bien los magistrados, en forma silenciosa y desde hace buen tiempo, hemos puesto nuestro granito de arena ministrando justicia guiados en el interés superior del niño, empero, deben elaborarse políticas públicas multisectoriales que erradiquen eficazmente el trabajo infantil para que este problema social grave desaparezca.
(*) Juez integrante del programa social “Justicia en tu Comunidad” de la Corte de Lima
Expreso, 22 de agosto de 2013