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No me dejes ser un ángel fabricando sentencias,
ni me vuelvas un áulico andante por todos lados,
que por la pus de la decadencia no sea contagiado
ni dejes que me ganen la apatía y la indiferencia.

Déjame ser un juez especializado en lo civil,
sin condecoraciónes, honores, ni agasajos,
hazme cumplir fielmente mis horas de trabajo
sin ser un esclavo, ni un pongo, ni un servil.

No me dejes caer en las garras de los Bietos,
los faenones, las ratas de dos patas,
los mermeleros, carceleros, ni piratas
ni los abogánsters me tengan inquieto.

Mira que en este peculiar ajedrez,
cada ficha tiene su plan propio,
tácticas, estrategias, como el opio
no es un ejército regular como ves.

Más bien es una tropa de mercenarios,
de asesinos a sueldo, de corleoneses,
que los trámites alargan meses de meses,
para aparecer como héroes solidarios.

De la pereza y la coima ponme a distancia,
ponme entre los jueces independientes,
aunque abarrotado por miles de expedientes,
siempre a tu servicio en cualquier instancia.

Ayúdame a atender al litigante y al abogado
sin hacer caso de queja, denuncia o investigación,
líbrame de la multa, suspensión y destitución
mira que mi vocación es ser magistrado.

Lo mejor de mis colegas aprenderé,
y enseñaré lo que sé a quien me lo pida,
esa fue mi elección, mi camino de vida
con tu ayuda, Padre mío, lo lograré.

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