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Tania Ynés Huancahuire Díaz (*)
Dentro de la criminología se ha desarrollado una nueva ciencia penal como es la victimología que busca concentrarse en analizar dentro del crimen cuál es el grado de afectación emocional, moral, psicológico y otros que se causa en la víctima. Está disciplina es importante para reflexionar sobre qué está sucediendo en nuestra sociedad respecto a la prevención de violaciones sexuales, de qué depende que no se cometan más abusos sexuales en agravio de menores de edad, y por qué no se toma conciencia de lo grave que es este delito.

En una oportunidad iba por la calle en un taxi y se acercó un señor con una bolsita de caramelos, tenía los ojos rojos, aparentaba estar ebrio con olor a alcohol, su rostro sucio, descuidado. Hasta ahí pensé y dije: pobre hombre, será su forma de vida, sin embargo grande fue mi sorpresa cuando me di cuenta que a su lado estaba una niña de cuatro añitos de edad aproximadamente, descuidada con su ropa sucia, entonces mi forma de pensar cambió y dije: ¿Quién será su madre que irresponsablemente deja a su hija en manos de ese hombre? ¿Cuáles serán las razones de esa madre? no lo sabemos; pero nada tiene justificación de ese descuido para con su hija. ¿Cómo exponer a una indefensa niña a que abusen de ella sexualmente, teniendo como primera plana en los medios de prensa casi todos los días de las agresiones sexuales que se cometen?

Qué medidas de prevención en política criminal se deben tomar para frenar estos abusos, teniendo en cuenta que estadísticamente está comprobado que más del noventa por ciento de esta clase de delitos se cometen dentro del entorno familiar.

Nosotros como sociedad debemos tomar conciencia que no solo el juez es quien tiene en sus manos toda la responsabilidad para con estos sujetos que cometen este tipo de delitos, sino que es hora coadyuvar para que no se sigan cometiendo. Es hora de que las madres de familia protejan a sus hijos menores de edad, ya que solamente ellas pueden darle la protección debida y si no se sienten capaces de hacerlo existen casas hogares conducidos por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MINDES), que albergan a niños donde se les da la protección debida; pero qué difícil resulta esta tarea verdad, no es difícil, es simplemente amar a los hijos que trajimos al mundo, ellos no pidieron venir, uno decidió traerlos y cómo entonces pueden existir madres que dejan a sus hijos con terceras personas, vecinos, padrastros, amigos, y otros.

Es hora de tomar conciencia y por ello este mensaje está dirigido especialmente para las madres de familia que tienen hijos menores (hombres o mujeres) tomen conciencia y digan basta de tanta agresión sexual, no descuiden a su hijos, protéjanlos, sean cuidadosos, porque muchas veces el agresor se encuentra en el mismo entorno familiar, nosotros como operadores de la justicia no podemos prevenir para que este tipo de delitos no vaya en aumento, lo único que podemos hacer es sancionarlos de la manera más imparcial, pero ni aún imponiéndole la pena más severa a estos sujetos, ¿la víctima habrá alcanzado justicia o quedará conforme?, su tranquilidad, su estabilidad emocional, y su paz interna nunca será la misma.

(*) Jueza integrante del Programa Social “Justicia en tu Comunidad” de la Corte de Lima

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