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Se acerca el adios y lo sabemos.
Y es fácil sentir pena y ponerse tristes
cuando perdemos algo que queremos.
Pero cuando ese “algo” no lo es,
sino que se transforma en alguien.
entristecerse es mucho más fácil todavía.

Pero pensemos en el sol
¿acaso no tiene que dar paso a la noche
para volver al amanecer?
¿acaso una madre no sufre por ver
a su niño nacer?

Pues bien, tú no te vas
porque nadie podrá arrancarte
de mi corazón.

Por que el amor es perpetuo
y moriré amándote.
porque el amor no conoce límites
ni sabe de barreras,
porque el amor no se cohibe
con la distancia,
porque el amor no se somete
al tiempo.

Y si llega la hora de partir
y mis razones no te convencen,
acuérdate de quien al irse
con nosotros se quedó para siempre.

***

Horas más.
Palabras.
Sonrisas.
Recuerdos.
Horas más y vendrá el adiós,
horas más y estaremos lejos
el uno del otro.

Horas más y estaré sobre
tus antiguos pasos,
por el mismo camino,
por la misma calle
y con la misma gente.

Horas más.

Horas más
y el maldito tiempo dirá
“ya es hora”
y luego tendrás que partir.

Horas más
me reiré del tiempo que es un envidioso.

Horas más y estaremos juntos
para siempre,
porque el tiempo necio
solo puede separar los cuerpos;
nos podrá poner muy lejos,
a mi en en la tierra
y tí al final del universo,
a tí en el cielo
y a mi en las redes del averno;
a mí me hará morir
y a tí te hará nacer de nuevo,…
pero siempre estaremos juntos.

El recuerdo no lo mata nadie,
el olvido apenas lo adormece,
mas cuando despierta lo vivimos de nuevo;
¡cómo enseñarle al tiempo en vano
que lo que haga será inútil,
que cuenao se ama no existen distancias?
¡como decirle al tiempo débil
que su lucha será en vano,
que siempre lo vencemos?
Tú yo y ël.

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