Letargo postergado,
límpido fulgor de garabatos,
trazos frustrados,
las manchas de tinta
y los borrones.
Voces entrecortadas,
las manos ocultas
de ajenas miradas,
los pasos recorriendo
la madera y el cemento,
las miradas que se cruzan
y las voces que se pierden…
Siguen los dígitos andando;
el tiempo es inmisericorde,
las luces tímidas
con bosquejo de rayos,
cabezas que se agitan
y dormitar por el patio…
Vive el tiempo,
muere la noche,
cuando parece que
la tarde se está ocultando,
lloran las paredes,
me estremezco
en tu regazo,
pienso tantas cosas
que pasaron en lo alto,
los cabellos que marchitan
los minutos que pasaron…
La sublime sucesión de paradigmas,
los rincones inaccesibles,
los pasos, las miradas que se cruzan,
el silencio de lo alto
y las paredes…
Todo se confunde
nada se comprende… (19/09/85)