El agradable sabor de un vino amargo
servido en el dorado cáliz
de la esperanza,
el reflejo del dorado fulgor del sol
sobre una cristalina gota
de rocío matinal,
el tintineante cosquilleo en los oídos
anunciándose como el ruido
del silencio,
El suave andar de las olas marinas
al tocar y besar suavemente
la tímida playa,
la suave caricia del viento primaveral
anunciando al mundo
tiempos mejores;
Ser ruido y silencio a la vez,
ser fuego y ser lluvia a la vez,
ser caricia y zarpazo a la vez,
ser grito y murmullo a la vez,
ser todo y nada a la vez;…
Ser tuyo es todo eso.