Regla de la Accesión

[Visto: 786 veces]

Muy pocos profesionales que se dedican al mercado inmobiliario podrán negar que su primera operación en asuntos de bienes raíces fue la compra de un solar en el tablero del “Monopolio”, en alguna lejana tarde de infancia. Antes de dominar el Código Civil y el Reglamento de Inscripciones del Registro de Predios, éramos duchos intérpretes de las reglas del juego de Monopolio. A decir verdad, las reglas del juego de Monopolio no distan mucho de las establecidas en los artículos 1097 y siguientes de nuestro Código Civil, salvo por la regla de la “venta de los desarrollos” en el caso de una hipoteca en la que sí hay una gran diferencia recurrentemente olvidada por la jurisprudencia. Jueces, ésta no es aplicable al Perú. Sigue leyendo

Cantautor Bohemio

[Visto: 1030 veces]

Yo que creía que sería un día infausto, terminé conversando de policiales y detectives salvajes con una médico, aprendí el significado de “vertrag”, el cual no sabía a pesar de haber recontra leído “El Contrato” de Roppo, me alertaron de la dificultad y el reto que representa una breve -revisión de la- historia de Alemania, conversamos con mi padre sobre los abalorios de sacramento, esos que cuestan doscientos cincuenta mil, recordé de nuevo (mexicano yo) a Mara Larrosa, redacté un Informe para un cliente “Brodie”, escondí en mi espalda la biografía de Bin Laden, al cruzar la frontera con el agua hasta la ventana a través de unos ríos profundos, entretanto charlé con el amigo Zaratustra. Sigue leyendo

Ulises

[Visto: 1040 veces]

De dónde se le ocurrió a Mara Larrosa escribir sobre diez mil hombres, como los hunocamayok, escribir de Giovanni Batista Ferri, y el negocio jurídico. De dónde viene esa aura de bohemia, esa foto legendaria, tomada en un día cotidiano. Son solo coincidencias, vómitos no compartimentados. Vómitos tolerados y, en un círculo no tan cerrado, valorados. Las reglas de las reglas. La inadmiración de la real academia. Llevar un libro en la mano o en el bolsillo posterior del jean, a todo lugar en el que se pueda tener un minuto. Treinta segundos en el semáforo sirven para avanzar un párrafo. Sigue leyendo

Contrato de Superficie

[Visto: 2052 veces]

El derecho real de superficie es un mecanismo jurídico actualmente atractivo en el contexto del desarrollo del mercado inmobiliario en nuestro medio. Sin embargo, su sucinta regulación positiva y la escasa doctrina y jurisprudencia nacional al respecto ocasionan un conjunto de debates acerca de este mecanismo, los que muchas veces no se conocen al momento de diseñar un contrato, sino solamente al momento de suscitarse la controversia. Por ello, resultaría una respuesta interesante aplicar las normas de un contrato típico como la compraventa a los contratos de constitución o transferencia de derechos de superficie (en adelante, “contrato(s) de superficie”). Sigue leyendo

E.R.

[Visto: 600 veces]

Demonios que no llegan, odiosos odiosos, cuando llegan todos, y no saben nada, y sólo una persona es cómplice tuya, la que está en la camilla, por la que no darían ni una pastilla, esa te hace un guiño con el ojo, y algo de cordura recobras, sin en ningún momento dejar de ser el malo de la película, el protagonista que va y viene y que sonríe cada vez más falsamente. Gracias por poder escucharme y venir al menos una hora, gracias por eso, puesto que a nadie más se lo contaría. Sigue leyendo

SOPA Strike

[Visto: 668 veces]

El conocimiento es de todos. Gracias Wikipedia por distribuirlo, gracias Google por facilitarlo. Algún día se inició en el pasado el camino titánico que ahora se quiere truncar. Una tarea grande como la Enciclopedia de Tlön, como la Biblioteca de Babel, como la descripción del Aleph. El dinero de los cochinos gringos lobbistas gordos “patanes, búfalos, apristas” que en Estados Unidos buscan censurar no puede progresar. Sigue leyendo

Segregaciones de Tortuga

[Visto: 745 veces]

Cuando esos dos se juntan me segregan. Son ambiguos. Se mueven o no se mueven. Duermen o no duermen. Pero en toda esa revuelta se miran a los ojos, y yo empiezo a salir, por los poros. Y apenas salgo me evaporo, y conquisto el aire. Me muevo con la increible velocidad del aire, del aroma, del olor a chocolate, a zócalo continental, a flor blanca de cuatro pétalos, me escurro en todo ello. Y los hipnotizo. Y cumplo mi trabajo: les provoco moverse como tortugas, pensar como tortugas, mirar como tortugas, y ellos no reparan en ello; piensan que pasó un minuto y, en realidad, yo ya les contabilicé, en mi reloj de muñeca, una sólida hora. Sigue leyendo

Descripción

[Visto: 9249 veces]

Cada oreja puntiaguda, cada cabello ralo, cabello ralo y lienzo, pómulos ambos aerodinámicos, nariz extranjera, cada ojo discapacitado, labios tan bien capacitados, cerebro escritor, cada comisura tan ambigua, cada diente tan independiente, cuello tan con remordimientos, garritas escritoras, patas nuevas en el barrio, movimiento ciempiés, ojos cerrados, labios perfilados, garras estiradas, toda toda te querré un martes. Sigue leyendo

Steve Jobs

[Visto: 645 veces]

Contado por un holandés volador a la sombra de un árbol en una banca de la plaza de armas del Cusco: “what I do in life is to be a philosophic counselor, what is that?, what I do is to help people to put in language whatever they see as a problem in their life, so that they themselves realize what is what they call a problem in order to find the right people or the right step they have to take. Derrida, Lacan, Levi Strauss, Freud, Socrates, Spinoza? Of course, what is the psychology if not philosophy”. Sigue leyendo

Misión Imposible

[Visto: 546 veces]

Entraron por la puerta de la calle Marquéz, sosteniendo firmemente su herramienta deconstructora, la más sofisticada que habían podido truequear en el almacén Derrida, y empezaron a deconstruir las paredes, las letras caían, perdían el orden que el pintor les había impuesto, muchas ya se habían descascarado. Uno de ellos, el asignado, utilizó una carretilla como parrilla, ahí juntó ramas de eucalipto de la habitación vecina y las prendió con fósforos. Las ramas crepitaron unos segundos mientras encendían las brazas, quemaron también una silla de madera enmohecida. Uno de ellos, inexperto, sopló en ayuda una pucuna. En ese fuego minutos más tarde se quemó descuartizada la palabra amor. Sigue leyendo