Un arquitecto al que le encanta ser polémico, pues claramente esto vende; que tiene interesantes exploraciones acerca del diseño de los edificios en el futuro, pero que es un bebe en pañales cuando habla de modelos económicos y de la majestad del mercado.

Impresionante la calidad de la comida que uno puede encontrar en los eventos, especialmente los del Rockefeller Center. Pero juro solemnemente que no vine por la comida.

This is one that I was expecting to happen. To meet one of those legends of the field of Law and Economics that were so trendy some time ago back in Peru. I remember that for every session of my class in the undergrad in Law and Economics with Alfredo Bullard we had one reading of Mitchell Polinsky. To be fair, I did not enjoy those ones that much because they were usually based on given numbers in order to explain the concepts. I was always doubtful whether the findings would depend on the specific numbers chosen or the findings could really be generalized. Of course I didn’t mention this to him when we talked at the end of the lecture. Anyhow, today that I saw an event with Polinsky as guest lecturer, no matter how jetlagged I was for the flight back to Boston, I thought I totally had to go. He was doing an analysis of how convenient prison would be in comparison to parole for deterring criminal conducts. The method was to assign levels of disutility to the time that a person would spend in prison or on parole, but the analysis included the changes in the level of disutility according to the time when prison or parole would occur, bringing the units of disutility to present values with certain discount rates. A simply beautiful mixing of legal and economic concepts. The only question that keeps bothering me is if the academics that do this kind of analysis are aware that their results are only one of the inputs that policy makers should use, since the economic model is intrinsically based in strong simplifications of reality.

A unas horas de volar al otro lado del mundo empieza a nevar copiosamente. Sucedió exactamente lo mismo el día del viaje a India. Salgo o no el vuelo tendré desayuno asegurado porque llevo unas galletas hechas en casa.

Una donación que posiblemente te alcance para que le pongan tu nombre a un anaquel en la Escuela de Negocios te da el derecho para poner tu nombre a la galería principal de la Escuela de Diseño. Nada malo con ello. Simplemente uno de las cosas que conversamos durante un paseo por el campus con alguien que ha estado a ambos lados del espectro.

La primera admiración que tuve hacia la arquitectura fue por las catedrales que estudiamos hace años en mi curso de Historia del Arte y que luego visité cuando viví en Europa. Especialmente el Duomo en Milán y la Catedral de Colonia. Siempre me pregunté cómo se vería y se sentiría el proceso de construcción de un icono del mundo como esos. Muy difícil saberlo, porque los iconos del mundo o se han construido hace siglos o todavía no se han convertido en iconos. Debe haber pocas excepciones y acabo de encontrarme con una, que es la Sagrada Familia en Barcelona. Hoy hizo una presentación magnífica uno de los managers de la organización que en estos mismos momentos está haciendo historia al construir el edificio, Tristram Carfrae de Arup. Cosas tan impresionantes como que los planos y modelos originales de Gaudi se hayan destruido a comienzos del siglo XX y que tengan a personal asignado de manera permanente para tratar de reconstruir dichos modelos. Simplemente alucinante.

Segundo y esperemos último intento de actividad política en mi vida y nuevamente con suerte. Voy a estar en el Council de los Residence Halls el próximo año así que tengo un espacio asegurado y una jugosa subvención de 300 dólares.

Van apareciendo de a pocos. Un túnel que va desde Gund Hall hasta Memorial Hall.

Vas a una presentación de una investigación de un arquitecto sobre nuevas ideas en el diseño de prisiones para mejorar la vida de los usuarios, los reos y se formula la crítica de que los que comisionan las modificaciones de los edificios no son esos usuarios sino los organismos gubernamentales. Al final de la presentación haces la pregunta sobre cuál es la concepción sobre una prisión que informa la investigación o, en general, cuál es o debería ser la función social de mandar a gente a la cárcel. No hubo mucho éxito en la respuesta. Hay momentos en las discusiones en que es hasta injusto haber estudiado leyes.

La forma más común bajo la cual organizo mis presentaciones o mis publicaciones es primero leer y explorar frenéticamente el tema del que se trate hasta estar seguro que lo conozco en detalle y puedo formular sobre el tema una idea útil y creativa. Luego viene una etapa de arrojar ideas al papel, ordenarlas y presentarlas. Por eso es un reto interesante trabajar para un curso con un asesor cuyo primer paso es poner las ideas, aunque sea prematuras, en un documento y, si es posible, tenerlo impreso. Es esa idea de dar una crítica en base no a conceptos, sino en base a un artefacto.