Hoy fui a un evento en HLS con Matthew Layton, el managing partner de Clifford Chance, una firma de abogados internacional bien conocida. Me hizo pensar en lo mismo que me daba vueltas en la cabeza en Lima al trabajar en una firma similar: mientras más vas subiendo en el escalafón de estas organizaciones más debes ocupar tu tiempo en temas que llamaría “meta-jurídicos”, es decir, en la administración de la organización para posicionar la marca y optimizar la rentabilidad de la práctica diaria de los abogados. Esto implica que los managing partners y los que se encuentran en puestos cercanos a ellos ocupen gran parte de su tiempo en aspectos como, por ejemplo, la necesidad de hacer más LGTB-friendly el ambiente de la organización. El managing partner de Clifford -entendible- solo dedicó 4 segundos de su exposición a su propia práctica: “por cierto mi especialidad es private equity” mencionó en algún momento de la rueda de preguntas. Aún quiero averiguar si algo similar sucede con las firmas de arquitectos: me preocuparía más poner a un arquitecto que un abogado a manejar la organización. Me hace más lógica que esa estructura funcione en una firma con expertise económico como Mckinsey, aunque, por lo que leí, Zaha Hadid también estaba bien involucrada en el manejo de su firma. Mi idea es que la administración del negocio podría dejarse a una línea de carrera paralela y diferente a la de los abogados, de modo que sea decididamente un MBA el que se encargue de la gerencia de la firma, incluso a nivel global. En otras palabras, tendría que dejar de haber un managing partner de las firmas y ser sustituido por un managing manager(!). Así se dejaría libre una linea de carrera para los abogados en que la posición máxima esté dada predominantemente por el conocimiento de una determinada área de práctica, algo equivalente a lo que sería un starchitecht en el mundito del diseño. Naturalmente habría que pensar en la estructura precisa de la idea, porque en el management también se encuentra el atractivo del poder y ello genera un trade-off interesante en el que muchos abogados optarían por ese atractivo por sobre el reconocimiento de su expertise legal. Adicionalmente, en el caso de las firmas, los socios son también los dueños, de modo que la idea sería reducir la participación de los abogados en el management y mantenerla en la propiedad y en el contenido del negocio. Zapatero a tu zapato, abogado a tu Código Civil.
Clifford Chance
Deja una respuesta
[Visto: 555 veces]