Una especie rara, un aspecto indefinible, casi subdesarrollado, pero su accesorio demuestra agudeza modernísima, no pronuncia palabra y se le ve intentando fruncir el ceño, no corresponde el color de sus brazos con el de su rostro, ninguno de ellos tampoco corresponde al color de nuestras propias pieles nórdicas, se le ha comparado a las mejores especies que vienen de la India y ciertamente la sumatoria ha arrojado resultados favorables a él. No es posible medirlo con su entorno porque naturalmente el lenguaje lo convierte en un extraño. Indescifrable es su procedencia, se ha pensado en el Japón. No se descarta esta hipótesis. De todos modos, la verificación de ésta no aportaría mucho en el intento de entenderlo.