Archivo por meses: octubre 2010

Día de la canción criolla


Felipe Pinglo Alva (Lima, 1899-1936)

A inicios de siglo XX, el vals criollo era la música de las jaranas de callejón y sus exponentes eran compositores e intérpretes aficionados; esa fue la época de la llamada “Vieja Guardia” del criollismo. Fue la generación de Felipe Pinglo Alva la que consolidó al vals peruano tal como lo conocemos hoy. Según algunos testimonios, Pinglo, autor de El plebeyo, estrenado en un teatro del Callao en 1930, se hizo conocido, primero, como ejecutante de fox-trots y, después, como compositor de música criolla. De este modo, le fue fácil introducir al vals ritmos foráneos dándole identidad e imponiéndole una característica melódica propia.

Con la generación de Pinglo, apareció también una nueva modalidad de producción y difusión musical. Empieza la especialización de las tareas. El compositor se separa del arreglista, y el cantante no es siempre el que compone las canciones. Aparecen empresarios artísticos y casas editoras. Ahora se desarrollan complejas alianzas contractuales. La relación entre el compositor y su audiencia se vuelve masiva y cada vez más lejana, todo ello condicionado por los nuevos medios de difusión como la radio. Esta “profesionalización” hizo que los exponentes del vals criollo dejaran de ser considerados solamente como bohemios o aficionados. Además, la radio consumía a gran velocidad el repertorio de los artistas, lo que obligó a los autores a componer con mayor rapidez.

Como vemos, la radio cumplió un papel vital en este proceso. En 1935, por vez primera, la radio difundió valses y polcas. La primera emisora que transmitió música criolla fue Radio Lima, ubicada en la avenida Abancay. A partir de los años cuarenta, esta emisora, junto a otras como Miraflores o Mundial, acapararon una audiencia multitudinaria estimulando la aparición de nuevos músicos. Fue en estos años cuando la música criolla dejó de ser exclusiva de los sectores populares. La clase media y los sectores altos la incorporan a su manera. De este modo, surge un espíritu criollo alrededor de esta música que se presenta como “nacional”.

De otro lado, a fines de los años treinta llegan a Lima los primeros discos de música criolla grabados en México y Argentina. Esto obligó a los artistas a abreviar las canciones. Debieron limitarse a dos estrofas (antes, las composiciones eran muy largas, con cinco estrofas) por una cuestión de tiempo: el disco de acetato sólo permitía tres minutos.

Hacia los años cuarenta el bolero mexicano, de corte muy romántico, ejerció una notoria influencia en el vals criollo. Los famosos tríos mexicanos, como “Los Panchos”, causaron gran efecto en los grupos que nacían en el Perú, como “Los Morochucos”, “Los Chamas” o “Los Embajadores Criollos”. Surgieron entonces temas recurrentes -el amor imposible o el amante traicionado- que cobraron gran popularidad en las voces, sobre todo, de los “Embajadores Criollos”, tanto así que éstos empezaron a ser conocidos con el apelativo de “los llorones”.

La gran acogida de la música criolla hizo que varias instituciones realizaran una campaña, en 1944, que logró que el gobierno de Manuel Prado institucionalice el “Día de la Canción Criolla”, el 31 de octubre, en un acto público en la plazuela Buenos Aires de los Barrios Altos. En 1950, Chabuca Granda (1920-1983), compositora que le dio al vals una variante más poética y culteranista, escribe La Flor de la Canela, famosa pieza difundida, en 1954, por el trío “Los Chamas”. Durante la dictadura del general Manuel Odría, finalmente, “Los Troveros Criollos” son recibidos con honores en Palacio de Gobierno.

¿Cuál es el trasfondo de toda esta secuencia? Al parecer los sectores medios y urbanos, y la clase dominante de la sociedad limeña, tendieron a buscar su propia versión del criollismo frente a la cada vez más creciente llegada de migrantes andinos a la Capital. No aceptaron que los “serranos” ofrecieran su arte y cultura como símbolos populares de la nacionalidad peruana. Al mismo tiempo, necesitaban alguna raíz propia, alguna base donde apoyarse para legitimar culturalmente su peruanidad.


Jarana limeña en los años 20, según composición de Mariano Osorio

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José Faustino Sánchez Carrión

Durante los meses que duró el Protectorado de José de San Martín en Lima, hubo un sistemático esfuerzo por instalar un gobierno monárquico en el Perú, bajo la figura de un príncipe europeo. Frente a tal despliegue, se formó un frente liberal-republicano, encabezado por José Faustino Sánchez Carrión, el “Solitario de Sayán”, quien, desde unas cartas firmadas con ese seudónimo, se opuso firmemente a los planes del Libertador argentino y sus más cercanos colaboradores. Para Sánchez Carrión, la monarquía era contraria a la dignidad del hombre: no formaba ciudadanos sino súbditos, es decir, personas cuyo destino está a merced de la voluntad de un solo hombre, el Rey. Sólo el sistema republicano podía garantizar el imperio de la ley y la libertad del individuo. Reconocía que la república era un riesgo, pero había que asumirlo.

Sánchez Carrión nació el 19 de febrero de 1787 en el pueblo de Huamachuco, en la sierra norte del Perú. Fue hijo de un antiguo minero de la región que llegó a ser alcalde del pueblo en un par de ocasiones. Inició su formación con maestros privados, seguramente clérigos del lugar, y luego cursó estudios de latín y filosofía en el Seminario de San Carlos y San Marcelo de Trujillo (1802), con la intención de llevar una vida religiosa. Luego se trasladó a Lima a continuar sus asignaturas en el Real Convictorio de San Carlos (1804), dirigido entonces por el sacerdote liberal Toribio Rodríguez de Mendoza. Allí abandonó su vocación religiosa y se convirtió al liberalismo. Decidió estudiar leyes, fue profesor de filosofía en San Carlos, apoyó la Constitución de Cádiz y sus ideas, trasmitidas en discursos y conferencias, llegaron a ser conocidas por el virrey Fernando de Abascal, quien le prohibió cualquier actuación pública. Pero el joven estudiante no se doblegó, logró el título de abogado y, en 1819, el Colegio de Abogados de Lima le encargó de la defensa de las personas sin recursos en calidad de “abogado de los pobres”. Su radicalismo le valió el destierro de Lima, ordenado ahora por el virrey Joaquín de la Pezuela, y se retiró a Sayán, un pueblo al norte de la capital del Virreinato.

Allí se encontraba cuando San Martín proclamó la independencia y fundó la Sociedad Patriótica, que tenía como objetivo promover la monarquía como la salida más eficaz a las condiciones de la población del país. Fue en ese contexto que escribió una serie de cartas en las que argumentó su rechazo a tal proyecto. En una de sus misivas afirmó: “Un trono en el Perú sería acaso más despótico que en Asia, y asentada la paz se disputarían los mandatarios la palma de la tiranía”. Su diferencia con los monárquicos es que mientras éstos pensaban que el tipo de gobierno debía adaptarse a las circunstancias, el “Solitario de Sayán” sostenía que debía orientarse en cambio a neutralizarlas y combatirlas. En otras palabras, el viejo debate entre la concepción de la política como “resultado” de una sociedad o como “instrumento” de transformación de la misma. Asimismo, ironizaba del principio que los países de gran territorio se gobernaban mejor con reyes: “¿tan grandes son los reyes que necesitan tanto espacio?” Según este tribuno republicano, en un territorio extenso el monarca apenas se enteraba de los que pasaba en el interior y el poder efectivo, en realidad, lo tenía un enjambre de burócratas intermedios. También rebatió el criterio de los monárquicos en el sentido de que la mayoría de peruanos carecía de ilustración para un gobierno liberal-republicano: “Qué desgraciados somos los peruanos! Después de pocos, malos y tontos”. Respondió diciendo que “nadie se engaña en negocio propio” y que la religión y la cultura de la ilustración atemperaban la ignorancia. Finalmente, su radical alegato colocaba como referencia lo que ocurría, en esos años, en la América meridional: si ya la Gran Colombia, el Río de la Plata o Chile parecían encaminarse al sistema republicano, ¿para qué desatar recelos en los vecinos?

Su férrea oposición le valió un odio profundo a Bernardo de Monteagudo, el ministro monárquico de San Martín. Pero el “Solitario de Sayán”, en realidad, no estaba solo. Sus ideas eran también compartidas por Toribio Rodríguez de Mendoza, Francisco Javier de Luna Pizarro, Manuel Pérez de Tudela y Mariano José de Arce, entre otros. Ellos también desplegaron toda una retórica en favor de la república y sus ideas quedaron expuestas en el periódico La Abeja Republicana; también fue colaborador de El Correo Mercantil y El Tribuno de la República Peruana.

Sánchez Carrión formó parte, como diputado por Trujillo, del primer congreso peruano y fue uno de los inspiradores de la Constitución liberal de 1823. Como constituyente, se opuso a la designación de la Junta Gubernativa porque confundía los poderes públicos y propuso que se comprometiera a Bolívar la continuación de la guerra contra los realistas, en vista de los reveses militares y el caos político. Por ello, en junio de 1823, viajó con el poeta José Joaquín Olmedo a Guayaquil a invitar a Bolívar a venir al Perú. Bolívar le confió, en marzo de 1824, la Secretaría General de los Negocios de la República Peruana y, en tal virtud, fue su acompañante en la triunfal marcha hacia Lima. En ese contexto, tuvo el privilegio de cursar las invitaciones a los países americanos para la celebración del Congreso de Panamá. En una carta a Sucre, Bolívar lo describió así: “El señor Carrión tiene talento, probidad y un patriotismo sin límites”. Por todo ello, se ganó su confianza y lo nombró en el consejo de gobierno, junto a Hipólito Unanue y José de la Mar, y ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, en 1825, cuando se retiró del Perú.

Agobiado por la labor realizada durante los difíciles años de la guerra por la independencia, y con su salud muy debilitada, resolvió renunciar a todos sus cargos y recluirse en el pueblo de Lurín, a la hacienda “Grande”, propiedad de los padres del oratorio de San Felipe Neri, donde murió el 2 de junio de 1825, a los 38 años de edad.
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Sello postal del Bicentenario

El Ministerio de Exteriores de España y los servicios españoles de Correos lanzaron hoy el segundo sello conmemorativo del bicentenario de la independencia de las repúblicas iberoamericanas, que cuenta con una tirada de 315.000 ejemplares. El secretario de Estado español de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Pablo de Laiglesia, y la directora comercial y Marketing de Correos, Benigna Cano, presentaron en el Palacio de Viana -sede del Ministerio- el sello de la serie “Efemérides” que conmemora el bicentenario.

Se trata del segundo sello de esta serie filatélica dedicado al bicentenario, una conmemoración de ámbito internacional promovida por los países americanos miembros del llamado Grupo Bicentenario y España. Nueve países (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Paraguay y Venezuela) forman parte del Grupo Bicentenario para promover y organizar la conmemoración conjunta, entre 2009 y 2011, de los procesos de independencia. España es miembro invitado desde el 2009.

Con un valor facial de 0,78 euros, el sello presentado hoy se encuentra ya en circulación y cuenta con una tirada de 315.000 ejemplares. Su diseño reproduce el logotipo del Grupo con la inscripción “200 Libres y Unidos” y muestra el colorido de las banderas iberoamericanas, como alusión al impulso de todos los países implicados. Los dos sellos emitidos en homenaje al Bicentenario son un ejemplo más de la estrecha vinculación entre los operadores postales de los países iberoamericanos, según señala Exteriores en un comunicado (tomado de EFE).

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Conferencia: ‘Independencias conectadas’

Independencias conectadas: regionalismo, nacionalismo y visión continental del proceso emancipador en la América Hispana (1808-1826)
Martes 26 de agosto, 6 p.m.
Auditorio de Humanidades, PUCP

Las celebraciones por el Bicentenario de las independencias latinoamericanas han comenzado y, en respuesta a estas efemérides, la historiografía debe proponer visiones críticas y actualizadas de este hecho fundacional para la región. La Independencia en la América Hispana es un proceso marcado por “conexiones” entre los espacios coloniales que formaron parte de una misma realidad macropolítica: el Imperio español. A pesar de ello, y paradójicamente, las revoluciones de independencia fueron un momento de impulso para la formación de regionalismos que, con las particularidades de cada uno de los espacios coloniales, derivaron en la formación de los Estados nacionales latinoamericanos. En ese sentido, pensar en las “revoluciones conectadas” implica prestar atención a la formación de regionalismos y nacionalismos desde una visión continental de las independencias hispanoamericanas.

Panelistas:
Georges Lomné (IFEA)
De las revoluciones comparadas a las revoluciones conectadas
José Ignacio López Soria (OEI)
Las independencias y el proyecto de modernidad
Juan Luis Orrego (PUCP)
El Perú como territorio durante las guerras de Independencia
Cristóbal Aljovín (PUCP)
El imaginario constitucional de Manuel Lorenzo de Vidaurre
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XX Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia (PUCP)

PROGRAMA

LUNES 25

CEREMONIA DE INAUGURACIÓN
Auditorio de Humanidades PUCP, 18.30 hrs.

Moderador: Sr. Diego Luza, Coordinador Comisión Académica

Mesa de Honor:
Dra. Pepi Patrón, Vicerrectora de Investigación
Dr. Krzysztof Makowski, Decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Dra. Claudia Rosas Lauro, Profesora Asesora
Srta. Milagros Valdivia, Coordinadora General
Sr. Ricardo Bracamonte, Coordinador General

Lección inaugural: Dra. Penelope Harvey (University of Manchester, UK.)
“Estado, ingeniería y globalización: abriendo perspectivas desde la antropología y la historia de la ciencia”.

Cóctel de inauguración

MARTES 26
Auditorio de Humanidades PUCP

MESA 1: Enfermedad, miedo y sociedad. Las epidemias y la salud en la historia.
9.30 hrs. – 11.00 hrs.

Moderador: Sr. Fernando Contreras (PUCP)

Juan José Pacheco Ibarra (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Guamán Poma y la teoría Hipocrática. De la iconografía europea a los Andes del siglo XVII.
Edgar Villegas Vásquez (Pontificia Universidad Católica del Perú)
El Sida en Imágenes durante su estallido: Representaciones colectivas de la epidemia durante su llegada a Lima (1983 – 1987).

Comentaristas: Mag. Julio Nuñez (PUCP) y Srta. Milagros Valdivia (PUCP).

MESA 2: El indigenismo y la formación de la nación en el Perú.
11.30 hrs. – 13.00 hrs.

Moderador: Srta. Fernanda Adrianzén (PUCP).

Aníbal Gálvez Rivas (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Apuntes sobre los proyectos integrales de legislación tutelar indígena y su importancia para el estudio del indigenismo jurídico (1905-1946).
Elvira Milagros Valenzuela Saldaña (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
El Perú antiguo como mediador cultural para la formación de la Nación. La influencia indigenista de Elena Izcue y Nelly Fonseca Recavarren a inicios del siglo XX.

Comentaristas: Dra. Margarita Guerra (PUCP) y Sr. Rolando Iberico (PUCP).

MESA 3: Los monumentos: crítica, construcción y destrucción en el Perú.
15.30 hrs. – 17.30 hrs.

Moderador: Sr. Marcos Alarcón (PUCP).

Manuel Pablo Marcos Percca (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Patria, Estado y Nación en la “crítica” de monumentos y objetos de arte (Lima, 1790-1877).
Luis Rodolfo Monteverde Sotil (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Proyectos estatales para erigir un monumento público a José de San Martín (Lima, 1822-1921).
Luis Martín Víctor Bogdanovich Mendoza (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Destrucción de monumentos en el Centro Histórico de Lima – Período 1822-1879.

Comentaristas: Arq. Adriana Scaletti (PUCP) y Sr. Diego Luza (PUCP).

MESA MAGISTRAL:
Independencias conectadas: regionalismo, nacionalismo y visión continental del proceso emancipador en la América
Hispana (1808-1826)
18.00 hrs. – 20.00 hrs.

Panelistas:
Dr. José Ignacio López Soria (Coordinador Regional del Centro de Altos Estudios Universitarios OEI)
Dr. Cristobal Aljovín (PUCP)
Dr. Georges Lomné (Director IFEA)
Mag. Juan Luis Orrego (PUCP)

Moderador: Sr. Juan Miguel Espinoza (PUCP)

MIÉRCOLES 27
Auditorio de Humanidades PUCP

MESA 4: El Inca Garcilaso de la Vega y las crónicas de la conquista del Perú y de México.
09.30 hrs. – 11.00 hrs.

Moderador: Sr. Oscar Cáceres (PUCP)

Diana Roselly Pérez Gerardo (Universidad Nacional Autónoma de México)
Garcilaso de la Vega y Fernando de Alva Ixtlilxóchitl.
Jesús Salazar Paiva (Pontificia Universidad Católica del Perú)
El contraste como argumento para la historia: la utilidad de la correlación entre Pedro de la Gasca y Francisco de Toledo en la Segunda parte de los Comentarios Reales.

Comentaristas: Dra. Liliana Regalado (PUCP) y Srta. María Lucia Valle (PUCP).

MESA 5: Sociedad, mestizaje e identidad cultural en el periodo colonial.
11.15 hrs. – 13.15 hrs.

Moderador: Sr. Christopher Cornelio (PUCP)

Jorge Luis Rojas Runciman (Pontificia Universidad Católica del Perú – Universidad Nacional Federico Villarreal)
Los bailes del Señor: un breve análisis de una danza en Mangas colonial (1662).
Claudio Ogass (Universidad Andrés Bello – Universidad de Chile)
El proceso de blanqueamiento social de Blasa Díaz, siglo XVIII.
Daniel Osvaldo Moreno-Bazaes (Universidad Nacional Andrés Bello, Chile)
Un cargamento de muerte, horrores y desolación. La llegada del Navío San Pedro Alcántara y la peste de la viruela al Obispado de la Concepción (1785).

Comentaristas: Dr. José de la Puente Brunke (PUCP) y Lic. Eduardo Barriga (PUCP).

MESA 6: Independencia y transición del mundo colonial al republicano en Colombia.
15.30 hrs. – 17.00 hrs.

Moderador: Sr. Ronald Reyes (PUCP)

Judith Andrea Forero Vargas (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)
La ciencia como justificación de la hegemonía de los criollos de la generación independentista y de sus descendientes, las élites gobernantes, en el territorio de la Nueva Granada.
Daleth Restrepo Pérez (Universidad Nacional de Colombia)
Fiesta y poder: transición del mundo festivo de lo colonial a lo republicano.

Comentaristas: Dr. Jesús Cosamalón (PUCP) y Sr. Alonso Campos (PUCP).

MESA MAGISTRAL:
La fiesta del sabor peruano. Gastronomía, identidad nacional e historia del Perú

18.00 hrs. – 20.00 hrs.

Panelistas:
Sra. Rosario Olivas Weston, Historiadora e Investigadora
Srta. Mariela Balbi, Periodista e Investigadora
Sra. Sandra Plevisani, Especialista en Gastronomía
Mag. Alejandro Málaga, UNAS-Academia Peruana del Pisco

Moderador: Sr. Ricardo Bracamonte (PUCP)

JUEVES 28
Auditorio de Humanidades PUCP

MESA 7: Procesos en la historia política contemporánea del Perú.
09.30 hrs. – 11.30 hrs.

Moderador: Sr. Abel Tiravanti (PUCP)

Julio César Abanto Chani (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
La Universidad de San Marcos y la Guerra del Pacífico.
Carlos Javier López Medina (Universidad Nacional Federico Villarreal)
El movimiento gremial peruano y las relaciones peruano-chilenas bajo el gobierno de Guillermo E. Billinghurst.
Cayetana Adrianzén Ponce (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Las elecciones de 1950.

Comentaristas: Dr. Carlos Chávez (PUCP) y Sr. Juan Miguel Espinoza (PUCP).

MESA 8: Aproximaciones a la historia de Colombia desde el arte y el urbanismo.
11.45 hrs. – 13.15 hrs.

Moderador: Srta. Daniela Hernández (PUCP)

Rayiv David Torres Sánchez (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)
Martirio y Mortificación en la Iconografía del Barroco Colonial: Ontología Religiosa de los Siglos XVII y XVIII.
Oscar David Sánchez Torres (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)
El desarrollo urbano de Bogotá de 1950.

Comentaristas: Dr. Joseph Dager (PUCP) y Sr. Ricardo Bracamonte (PUCP).

MESA 9: Las contradicciones del proceso de Independencia en las regiones de Hispanoamérica.
15.00 hrs. – 16.15 hrs.

Moderador: Srta. Alejandra Cuya (PUCP)

Jorge Luis Vallejo Castello (Pontificia Universidad Católica del Perú)
El hombre entre dos mundos: Don José Tadeo Efio ¿un norteño virreinal o republicano? Historias locales entre el siglo XVIII y el siglo XIX.
Lady Amadis Bolaños Vallejo (Universidad de Nariño, Colombia)
Subordinación bajo el signo de la religión y el comportamiento autónomo de San Juan de Pasto, pueblo en contravía de la independencia.

Comentaristas: Dr. Antonio Zapata (PUCP) y Sr. José León-Barandiarán (PUCP).

MESA 10: Movimientos sociales y justicia en América Latina contemporánea.
16.30 hrs. – 18.00 hrs.

Moderador: Sr. César Bonilla (PUCP)

Julián José Galvis Parra (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)
El proceso de nacimiento del comité regional indígena del Cauca – CRIC (1971-1975).
Lizeth Wendy Limachi Mamani (Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia)
Justicia comunitaria y sus efectos en el Estado boliviano.

Comentaristas: RP. Jeffrey Klaiber SJ. (PUCP) y Sr. Juan Pablo Ronco (PUCP).

MESA MAGISTRAL:
Clima e Historia: desafíos del medio ambiente en la historia del Perú
.
18.30 hrs. – 20.00 hrs.

Panelistas:
Dr. Fernando Rosas (URP- PUCP)
Dr. Lorenzo Huertas (URP)
Dr. Carlos Carcelén (UNMSM-URP)
Mag. Lizardo Seiner (UL)

Moderador: Sr. Víctor Álvarez (PUCP)

VIERNES 29
Auditorio de Humanidades PUCP

MESA 11: Centenarios de independencia y conmemoraciones en Hispanoamérica.
9.30 hrs. – 11.30 hrs.

Moderador: Sr. Rolando Iberico (PUCP)

Luisa Miranda García (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México)
El Porfiriato: Centenario de la Independencia.
Mauricio Albeiro Montoya Vásquez (Universidad Nacional de La Plata, Argentina)
Historia vs. Memoria. Miradas y disputas en torno al primer centenario de la independencia de la República de Colombia.
Luis Carlos Malca Caballero (Pontifica Universidad Católica del Perú)
El 8 de septiembre: la apoteosis de Leguía.

Comentaristas: Dra. Cristina Mazzeo (PUCP) y Sr. Víctor Álvarez (PUCP).

MESA 12: Socialismo, comunismo y movimientos sociales en México y Perú.
11.45 hrs. – 13.15 hrs.

Moderador: Sr. Christopher Cornelio (PUCP)

Liliana Tapia Ramírez (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México)
El estigma del comunismo como discurso de represión: El caso del movimiento ferrocarrilero en México.
Michael Iván Mendieta Pérez (Universidad Nacional Mayor de San Marcos-Pontificia Universidad Católica del Perú)
Basadre, Mariátegui y el Socialismo.

Comentaristas: RP. Jeffrey Klaiber SJ. (PUCP) y Lic. Adrián Lerner (PUCP).

MESA 13: Mujeres, poder y género en la historia del Perú.
15.15 hrs. – 17.15 hrs.

Moderadora: Sra. Karen Poulsen

María Lucia Valle Vera (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Símbolos de poder de las Coyas.
Juan Miguel Espinoza Portocarrero (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Estereotipos de género y proyecto modernizador en la República Aristocrática. La imagen de hombres y mujeres en la revista Variedades (Lima, 1908)
Víctor Emilio Álvarez Ponce (Pontificia Universidad Católica del Perú)
La esperanza y el orgullo en la década de los 80’s. La Era de Oro del Vóley Peruano.

Comentaristas: Dra. Claudia Rosas (PUCP) y Srta. Sandy Miyagussuko (PUCP)

MESA 14: El Coloquio Internacional de Estudiantes de Historia a través de sus 20 años
17.30 hrs. – 18.30 hrs.

Panelistas:
Dra. Liliana Regalado de Hurtado (PUCP)
Sr. César Bonilla (PUCP)
Srta. Daniela Hernández (PUCP)

CEREMONIA DE CLAUSURA
18.30 hrs. – 19.15 hrs.

Dr. Miguel Giusti, Jefe de Departamento de Humanidades
Dra. Claudia Rosas Lauro, Profesora Asesora
Sr. Diego Luza, Coordinador Comisión Académica
Sr. Víctor Álvarez, Coordinador Comisión de Logística
Srta. Sandy Miyagussuko, Coordinadora Comisión de Economía

Número artístico: Srta. Danitse Palomino (PUCP)

Cóctel de clausura

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Los nombres de las calles de Lima (4)


Calle del Milagro, entre Azángaro y Abancay

Milagro (cuadra 4 del jirón Ancash).- El 27 de noviembre de 1630, casi al mediodía, cunado seguían celebrándose las fiestas por el nacimiento del príncipe Baltasar Carlos de Austria, hijo del rey Felipe IV y heredero de la corona española, un terremoto sacudió la ciudad de Lima. Fue entonces que, según Juan Alberto Suardo, en su Diario de Lima, nos cuenta: “En la iglesia de San Francisco ocurrió un caso muy milagroso, y fue que una imagen de bulto de Nuestra Señora de la Limpia Concepción, que estaba encima de la portada de la capilla de la cofradía de la misma advocación, que cae al cementerio de la iglesia, y estaba con la cara vuelta al dicho cementerio, cuando empezó a temblar se volvió con la cara hacia la capilla mayor de la dicha iglesia de san francisco, de que siendo advertidos los religiosos que estaban en ella se fueron allá con otras muchas personas y se pusieron de rodillas delante de la dicha imagen y empezaron a cantar los dichos religiosos, la antífona ordinaria Tota pulcra est, que esta sagrada religión acostumbra a cantar en honra de la Limpia Concepción de la Virgen Santísima. A vista de todos la dicha imagen poco apoco se fue volviendo a su lugar, y habiéndose divulgado el caso por toda la ciudad, todo el día hasta las diez de la noche había número infinito de gente de todos estados a ver la santa imagen. A 3 de diciembre, el virrey Conde de Chinchón visitó la imagen, la que ha hecho tres o cuatro milagros en dar salud de repente a los enfermos, por lo que concurre mucha gente a venerarla y se han recogido ya más de mil pesos para su adorno”.

Pedro Peralta y Barnuevo, en su libro Lima Fundada, recuerda también el suceso milagroso: “Erigiósele luego (a la imagen) en el mismo lugar una Basílica o Capilla magnífica, quedando la sagrada imagen en el sitio que ocupaba, que es hoy del altar mayor de la misma capilla, la cual tiene otros colaterales de suntuosa dorada escultura… Frecuéntase con ardiente devoción y se celebra en ella en cada año un octavario de misas y sermones con ornato de singular grandeza”. El asombroso suceso fue también reseñado por el sacerdote jesuita e historiador Rubén Vargas Ugarte: “comprobado por otros testimonios, dio origen a la Iglesia del Milagro, que aún subsiste en el mismo lugar. El incendio que en 1835 destruyó el antiguo edificio, respetó la imagen, una de las más veneradas por los limeños de otro tiempo”. En resumen, esta calle fue llamada así por la Capilla del Milagro, erigida dentro de los terrenos del Convento de San Francisco, en el mismo sitio donde la tradición cuenta que la imagen de la Virgen hizo el milagro de controlar el sismo de 1630 que sacudió nuestra ciudad. Asimismo, en esta calle se encontraba la casa donde nació y murió el ex-presidente Nicolás de Piérola.

Pelota (cuadra 6 del jirón Camaná).- Su nombre se debe a que aquí funcionó un lugar para el juego de Pelota Vasca, al que los limeños eran muy aficionados. El historiador Guillermo Lohmann cuenta que el local estuvo administrado, hacia 1634, por el autor de comedias Manuel de Ribera. Ojo que también hubo otro juego de la pelota en la calle de las Comedias de san Agustín. El virrey Gil de Taboada y Lemus mandó cerrar todos estos lugares de deportes porque originaban disturbios y apuestas ruinosas.

Pólvora (cuadra 3 del jirón Cangallo).- Dicen que la pólvora que se fabricaba en el Perú fue considerada, en varias oportunidades, una de las mejores del mundo. El primer molino de pólvora lo fabricó, al pie del cerro San Cristóbal, Pedro del Castillo allá por 1626. Luego hubo otro cerca de las lomas de Amancaes y otro en el barrio de Malambo, propiedad del coronel Juan Bautista Palacios, alcalde de Lima en 1719. El nombre de esta calle data de finales del siglo XVIII, cuando el comerciante Juan Miguel Castañeda abrió en esta cuadra una fábrica de pólvora, que se hacía con salitre de Tarapacá, que funcionaba a través de cinco molinos movidos por las aguas del río Huatica.

Polvos Azules (hoy Alameda Chabuca Granda).- El 12 de febrero de 1573, un zurrador o surtidor de cueros, Gaspar de los Reyes, inventó un método para teñir de azul los cueros. Por ello, presentó una solicitud al Cabildo para que le otorguen una licencia de cuatro años para teñir de color azul los cordobanes . De esta manera, el Cabildo acordó: “porque el dicho Gaspar de los Reyes sea gratificado del trabajo e industria con que ha salido, ninguno en esta ciudad ni en su jurisdicción no pueda teñir cueros de azul sino el dicho Gaspar de los Reyes; y que esto sea en los tres primeros años siguientes y no más, y que después puedan todos teñir libremente”. Como el zurrador tuvo su local de venta de cordobanes en esta calle, toda la cuadra tomó el nombre de Polvos Azules.
(Nota: el cordobán es el cuero de cabra o macho cabrío de alta calidad, muy ligero y suave, que se obtiene mediante la curtición vegetal con sustancias especiales, entre ellas los taninos obtenidos a partir del zumaque. Estos taninos presentan una resistencia mayor a la oxidación que el resto de taninos vegetales, lo que mantiene el color de la piel por más tiempo. Además, permite una mayor penetración de los colorantes, por lo que este cuero se utilizó como base para los cueros repujados y policromados).

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Los nombres de las calles de Lima (3)


Calle de Gato

Gato (cuadra 4 del jirón Azángaro).- Hay una versión que ha querido derivar el nombre de esta calle al vocablo quechua “catu”, que significa pequeño mercado de abastos que estaba cercano. Sin embargo, la opinión más cimentada nos dice que en esta cuadra vivió el oidor Francisco Álvarez Gato, quien también ejerció como regidor de la ciudad de Lima. Vino al Perú en los tiempos del virrey Conde de la Monclova y, en 1699, ocupó otro cargo político: corregidor de Huarochirí. Finalmente, tenemos la versión de Ricardo Palma, quien nos dice que el apellido Gato fue el de un adinerado boticario de la ciudad, quien también habría morado en esta cuadra.


Calle de los Huérfanos

Huérfanos (cuadra 7 del jirón Azángaro).- En 1613, ya se le conocía como “Cuadra de los Niños Huérfanos”. Hacia 1603, vivía en Lima un siervo de Dios llamado Luis de Ojeda (que se hacía llamar “Luis Pecador”), quien trató de establecer un hospital para negros. Con las limosnas que obtuvo, compró el sitio para su construcción. Pero su confesor, el franciscano Juan de la Roca, lo persuadió para que su hospital lo dedicara a acoger niños expósitos, ya que había presenciado la horrenda imagen de perros comiendo cadáveres de esas criaturas. Así, con nuevas limosnas se estableció este hospital que albergó a los niños huérfanos, y cuyo nombre fue “Nuestra Señora de Atocha”.

Huevo (cuadra 5 de la avenida Tacna).- En realidad, no hay un dato suficientemente serio que explique el curioso nombre de esta calle. Solo tenemos la versión que, en tiempos del virrey Conde de Superunda, a pocos meses de los terribles terremoto y maremoto de 1746, se encontró en esta calle un corral de gallinas donde salió, de un cascarón, un basilisco o pollo fenomenal . Tal fue la noticia, que muchos limeños –alarmados- fueron a visitar el corral (Nota: Existe una antigua creencia que, ocasionalmente, las gallinas ponen un huevo pequeño. Estos deben ser destruidos y quemados para evitar que nazca el basilisco, un pollo con forma de serpiente. Este animal traería desgracias. Al nacer, busca un rincón de la casa y mata con la mirada a las personas que lo ven. Para conjurar el mal es necesario tener espejos en todas las habitaciones, pues cuando el “monstruo” ve su propia imagen muere de inmediato).


Calle Judíos en la primera mitad del siglo XIX

Judíos (cuadra 2 del jirón Huallaga).- Se llamó así a partir de 1613 cuando, según el padre Bernabé Cobo, cronista de Lima, colocaron en la mampara de la Catedral, correspondiente a esta calle, una pintura del suplicio de los judíos por la Santa Inquisición, y que causaba una conmoción religiosa a la gente que transitaba por allí. Asimismo, existe la versión que en la puerta lateral de la Catedral que daba a esta calle se colocaban tablillas con los nombres de los judíos acusados de herejía. Por su lado, Manuel Atanasio Fuentes indica que en esa puerta, llamada “Judíos”, no solo estaban los nombres sino las figuras de los judíos herejes; agrega, que “estuvieron colocadas hasta hace pocos años” (y esto lo escribió Fuentes en 1850).

Mariquitas (cuadra 3 del jirón Moquegua).- Según Ricardo Palma, allá por el año 1758, vivía en Lima el alférez Basilio García Ciudad, quien improvisó la siguiente décima a tres señoritas, de nombre María, que vivían en esta calle:

Mi cariño verdadero
Dijera a alguna de las tres,
Mas lo fuerte del caso es
Que yo no sé a cuál más quiero.
Cada una es un lucero,
Las tres por demás bonitas,
Congojas dánme infinitas,
Y para hacer su lección
No atina mi corazón
Entre las tres Mariquitas.

Otra versión aclara que en esta calle vivían Mariquita Villa Díaz (mujer muy agraciada y dueña de una tienda muy surtida) Mariquita Dalón (también dueña de una tienda y muy agraciada), Mariquita Antonia Cándara (hermosa dama y dueña de una casa), Mariquita Castín (otra bella mujer que tocaba el arpa) y Mariquita Soria (Una dama llena de virtudes y gracia). Por ello, el vecindario llamó a esta calle de las “Cinco Mariquitas”.


Postal de la calle Mariquitas a inicios del siglo XX

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