Publicado en la Revista Interquorum Nueva Generación – Democracia y elecciones presidenciales, N.° 11, julio 2011; antes que el nuevo gobierno asuma el mando.
La elección presidencial se definió entre los dos candidatos que generaban mayores resistencias en el electorado. En un inicio, quien tenía mayores resistencias que vencer era Ollanta Humala. Aunque Keiko Fujimori era identificada con el gobierno autoritario y corrupto de su padre, también se creía que ella garantizaba la continuidad del modelo de libre mercado ortodoxo, al que se atribuye haber generado el espectacular crecimiento económico experimentado en los últimos diez años. Por ello contó con el decidido apoyo de los grupos de poder y los principales medios de comunicación, a los que no importó que dicha candidatura implicara la reivindicación moral de uno de los regímenes políticos más criminales de la historia del Perú y uno de los más corruptos del mundo.